Adaptarse fue complicado los primeros años. Estar a lado de Kacchan se volvió una constante en su vida que el simple hecho de girar la cabeza y descubrir que él no estaba su lado dolía. Extrañaba despertar cada mañana a su lado, que lo abrazara cada vez que se sentía mal, acurrucarse en el sofá y leer un rato juntos, simplemente platicar y reflexionar sobre la vida, discutir con él sobre quién lavó o no los platos o que lo regañara por su mala alimentación. Extrañaba toda esa vida doméstica a la que se había acostumbrado y recordar que eso ya no era así fue una las cosa más difíciles que experimentó en su vida.
Eventualmente se adaptó, tenía que hacerlo, su trabajo no permitía distracciones, si no estaba concentrado podía equivaler a una destrucción global y no podía permitirlo. Lo logró. Por lo menos durante el tiempo que duraban sus misiones, sin embargo, cada vez que se desocupaba su mente comenzaba a divagar y no podía evitar pensar en él.
Una tarde, después de tumbarse en medio de un parque a descansar después de una misión extenuante, lo vio.
Su corazón se aceleró en ese mismo instante, sólo había notado la silueta de su cabello pero era inconfundible, lo había conocido durante siglos y había vivido junto a él más de dos décadas, no había forma de que no lo reconociera, no había forma de que no fuera Kacchan.
Se alzó de golpe y corrió hacía él sin dudarlo.
—¡Kacchan! —gritó con toda su fuerza y los pasos del rubio se detuvieron, el chico lentamente giró y cuando sus miradas chocaron sonrió. Izuku no dejo de correr, contrario a eso, aceleró sus pasos y se lanzó a él envolviéndolo en un fuerte abrazo, extrañaba tanto estar cerca de él que no pudo evitar derramar algunas lágrimas.
—Hey Deku. Tranquilo —susurró correspondiendo su abrazo.
—Lo siento, es solo que... —Se apartó del abrazo para verlo a los ojos y sonreír—. Te extrañe tanto.
—¿Hace tanto que no nos vemos? —se burló Kacchan, Izuku desvió un poco la mirada. 63 años y unos 4 meses terrestres, no es que los estuviera contando. Le avergonzaba porque era relativamente poco, en realidad había habido ocasiones en las que no se veían por más de 200 años y ninguna de esas veces se había sentido tan solo como en esta ocasión. Simplemente era la costumbre y la necesidad que nació al vivir juntos por dos décadas, pero no había sido tanto tiempo.
—Algo —respondió un poco incómodo.
Si Kacchan supiera que en realidad no había sido tanto tiempo quizá se burlaría, o simplemente haría algún comentario tonto sobre lo indispensable que su persona era para vivir. Decidió dejarlo pasar.
—Yo tambien te extrañe Deku —sonrió y lo tomó de la mano—. Y aun tengo unos minutos más aquí, no lo suficiente para una gran cita pero sí para que vayamos a comprar un helado.
Fue lo que hicieron, un par de vueltas al parque hasta encontrar a alguien que vendiera un helado (o lo más parecido a un helado que encontraron) la plática fue verdaderamente entretenida, nada importante, comentarios sobre las últimas misiones que habían tenido o nuevos datos curiosos irrelevantes que comentar. Lo más importante para Izuku fue nuevamente sentir esa sensación cálida y reconfortante que la presencia de Kacchan siempre le brindaba.
Izuku comentaba algo sobre cómo la reflexión de la luz y la atmósfera podrían causar que algunas estrellas se vieran de color verde cuando la mirada de Kacchan se perdió en un punto en la distancia. Izuku notó el cambio inmediatamente, Kacchan dejó de prestarle atención para seguir a algo más. Buscó aquello que había capturado la mirada de Kacchan y descubrió con sorpresa que se trataba de una familia.
—¿Kacchan? —llamó su atención, al escuchar su voz él sacudió su cabeza y le dirigió la mirada—. ¿Todo está en orden?
—Obviamente Nerd —afirmó mientras sacudía nuevamente la cabeza—. Solo, ¿No crees que sería lindo? —volvió dirigir su mirada a la familia—. No precisamente lo de la familia, me refiero a, ya sabes, vivir juntos tranquilamente. Una casa, un trabajo, como alguien normal.
Izuku parpadeó al escuchar esas palabras, había pasado tanto tiempo que casi lo olvidaba, ambos tenían recuerdos distintos, venían de tiempos distintos, toda esa vida doméstica y los momentos en su casa eran algo que aún no ocurrían para ese Kacchan, sus recuerdos, tal vez sus sentimientos no eran los mismos y eso dolía.
—Sí —sonrió con un sentimiento agridulce dentro—. Sería algo muy lindo.
Kacchan tuvo que irse después de eso. Izuku se quedó ahí durante un rato. Era algo que ya sabía, algo que supo desde el principio, nunca le había importado hasta este momento, pero ahora era difícil aceptarlo.
Ese Kacchan no era el mismo con el que había vivido más de veinte años.
✨★✨★✨★✨
Sobre lo que dijo Deku.
Las estrellas son blancas, pueden llegar a verse azules y tambien toda la gama de de rojos (incluyendo obviamente el naranja). Pero no pueden ser verdes, ninguna de las reacciones que ocurren dentro de ellas genera una luz verde.
Sin embargo gracias a la refraccion a la luz que ocurre cuando esta cruza la atmosfera es posible ver alguna estrella verde (la cual en realidad ess blanca o azul).
Lo investigue por una de las formas de llamar a este Wonder Duo "Las estellas gemelas de la clase A". Me dio curiosidad saber si podrian existir estrellas de los coloeres que los representa y bueno, esto fue lo que encontre.
Tengan bonita noche.
🌠Reb
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Líneas De Tiempo
FanfictionIzuku es un viajero del tiempo que vive moviéndose de un lugar a otro para evitar catástrofes. Katsuki un chico extraño que encuentra una y otra vez sin importar el tiempo y el lugar. Por alguna razón este parece saber todo sobre el, su comida favor...