Líneas De Tiempo

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Su trabajo lo llevó a un barco comerciante de un planeta bastante curioso. Odarom, se caracterizaba por una curiosa tonalidad violeta en el agua del mar y un cielo de un pálido tono rosado. Las personas que vivían en aquel lugar poseían cualidades igual de extraordinarias y ver un mundo de maravillas era algo que realmente estaba disfrutando.

El barco se detuvo en un puerto para cargar ciertas mercancías y nuevamente lo encontró. Subió al barco de forma tranquila y confiada, tan pronto lo identificó su cara se tornó colorada y el nerviosismo lo invadió. No sabía cómo actuar frente a él después de su reciente descubrimiento. Ambos eran novios, pareja.

¿Cómo actuas con alguien que ha sido tu pareja durante años pero tú apenas conoces? Con temor e incertidumbre se movió lentamente al extremo contrario del barco para retrasar su encuentro aunque sabía que no ayudaría en nada.

Se entretuvo unos segundos contemplando ese cielo pintado de un rosa pastel de la misma forma en que el nuestro era azul. Suspiró profundamente, el trabajo que tenía, le permita conocer mundos y tiempos sin igual. Sé olvidó de sus preocupaciones hasta que unos fuertes brazos lo rodearon con cariño.

—Te extrañe mucho mi amor —escuchó una voz a su lado mientras un par de brazos lo abrazaban por la espalda.

Izuku no giró para verlo. ¡Por las estrellas! ¿Por qué Kacchan tenía que ser extremadamente cariñoso? ¿Qué no veia que su corazón apenas lo soportaba? Se mantuvo estático un segundo, poco a poco tomo la confianza suficiente para recargarse en sus brazos y cerrar los ojos. Respiró profundamente dejando que el aroma del rubio lo rodeara y cómo si de una droga se tratara, se sintió extrañamente feliz.

—¡Kacchan! —finalmente decidió dar la vuelta y encarar al rubio con una sonrisa. El solo lo miró enternecido y comenzó a pellizcar sus mejillas

—Tan hermoso como siempre, Deku —. Su corazón se aceleró. «Cree que soy hermoso» Pensamientos dulces invadieron su alma pintando una sonrisa en su rostro y coloreando sus mejillas. Una parte de él se regañó por emocionarse por algo como eso y otra como un «Por supuesto que cree que eres hermoso, eres su novio»

—Te extrañe, Kacchan —respondió. Y era cierto, no entendía cómo era posible, pero en esos pocos encuentros que había tenido con el rubio, se había vuelto alguien vital en su vida. Aún no se acostumbraba las muestras de cariño que Kacchan le proporcionaba, menos ahora que sabía que ambos eran pareja, quizá desde muchos años atrás. Eso no quitaba el hecho de que era totalmente nuevo para él.

Temeroso y avergonzado tomó su mano con cuidado. Podría no ser mucho pero en ese instante era lo único que podía hacer sin morir de vergüenza. A pesar de la simpleza de sus actos Kacchan pareció estar a gusto con ello, apretó su mano dándole más confianza e Izuku sonrió.

El tiempo que pasaron juntos en esa ocasión fue muy escaso; Izuku estaba ahí para evitar el secuestro de la princesa de las islas Tsuyu y el deber de Kacchan era crear una revuelta en esa nave mercante que culminaría en el inicio de una guerra por justicia e independencia del pueblo de la costa.

En el momento en que Izuku llegó a su destino y después de desearle suerte en su misión Katsuki inicio con su trabajo. Izuku contempló el barco desde el pequeño puerto en donde habían bajado mientras se dirigía al horizonte, sonrío sin darse cuenta, quizás aún no lo conocía del todo, pero lo haría.

Era una promesa.

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Notas más cientificas respecto a ese capítulo:

La forma en la que vemos el cielo se debe a la reflexión de la luz ya la composición de la atmósfera. En planetas como Marte la composición de la atmósfera hace que el cielo se vea de tonos rojisos amarillentos casi totalmente rosas al momento del atardecer (sé que en la tierra tambien se puede ver el cielo rosa al atardecer  pero ese no es el punto).

Existe una bactería llamada "Bacteria morada" (nombre creativo, lo sé) que al momento de su fotosíntesis genera como desecho un picmento rojo-morado que puede darle coloracion al agua.

Esto más que nada es para aclarar que son paisajes totemente creados por mi imaginación, pero no son imposibles. Solo basta con imaginar un planeta en donde la atmosfra sea tal que refleje el cielo color rosa y que su mar esté lleno de este tipo de bacterias.

Los quiero mucho.

🌠Reb