"Mira, mamá, ¡esos calderos no se caen! ¿Cómo es posible?"
"Esos helados tienen buena pinta. ¡Quiero uno!"
"¿Dónde está el banco Gringotts?"
"Oh, está al fondo del Callejón Diagón. ¡Avanza por allí! Mira, ¿ves el dragón blanco allí arriba?""No nos vendría mal un viaje de Terrortours mientras el niño va a clases."
"¿Ya estáis pensando en vacaciones mientras no estoy? ¡Malvados!"
"Acabo de ver las escobas de carreras. ¡Son alucinantes!"
"Por aquí, por aquí. Tenemos que comprar los libros, ¿recordáis?"
Las palabras vienen y van, todas a la vez. No soy capaz de escuchar más que murmullos inentendibles de fondo.
La multitud de gente vestida de extrañas maneras, sin aclararse entre moderno, clásico, de cuento de hadas, es increíble.
No puedo creerme que esté pisando este lugar.
No puedo creer que llegase esa carta, después de todo.
Ni siquiera soy capaz de recordar a mis padres quejándose en la habitación del Caldero Chorreante que quería venir solo aquí a las compras. Al menos hoy.
Siento que estoy a punto de llorar. De felicidad, claro. Pero... esto es superior a mí.
No puedo manejarlo. Es demasiado grande.
El chico de cabello negro y ojos rojos estaba parado en medio del Callejón Diagón. Había cruzado sin problemas el Caldero Chorreante. Incluso vino con sus padres y pidieron habitación para poder aprovechar el máximo el viaje y hacer turismo por un par de días, hasta la hora de dirigirse a la estación de Tren.
Y sin embargo, ahí estaba el joven que no creía poder merecer estar en una calle comercial dedicada para magos por el mero motivo de comprar material escolar.
Sus manos tiemblan. Sus ojos se tornaban enormes y brillantes a cada nuevo dato que lograba asimilar incluso con el corazón.
Unos largos minutos en silencio pasaron hasta que al fin sintió poder decir "Estoy aquí."
Kirishima inspira hondo y profundamente, cerrando los ojos. Su pecho se hincha de forma lenta. Una vez el aire se va, sus pies por fin logran despegarse del suelo, para pasar a moverse por sí solos de la emoción.
Debería comenzar con la varita. De alguna forma, me da algo de pánico cómo será.
Mis padres me han contado con pelos y señales cómo se sintieron al coger su varita por primera vez. A todos los que he conocido se lo pregunté. Todos decían algo diferente.
"Lo sabrás cuando lo vivas tú mismo."
La varita elige al mago. ¿Qué clase de varita iba a querer elegirme?
Pero, aun así, he recibido una carta. Y no ha sido ningún error. Mi nombre está ahí escrito.
Kirishima avanza hasta la tienda de Fabricante de Varitas. Mira el letrero enorme de madera roída por el tiempo encima de la puerta por unos segundos antes de tirar del pomo de la puerta.
Un tintineo de campana suena mientras la puerta se abre y cierra.
La tienda se ve lúgubre y desordenada. Pero acogedora de alguna forma.
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Mi Academia Mágica de Héroes: Hogwarts 1
FanfictionEste FanFic es un AU de Boku no Hero Academia fusionado con Hogwarts. El mundo de los héroes, magos y brujas se entremezcla con el de los muggles. En una sociedad donde el Ministerio de Magia paga a los magos de alto calibre, o héroes, por actos de...