➋ EL PLACER DEL DOLOR «HS»

•|CAPÍTULO TRES

[S i n  E d i t a r]

—¡Edward!— reprendió Clare mientras se acercaba a la puerta y cargaba al pequeño.— Cuanto lo lamento— se disculpó completamente avergonzada— por favor pasa.

— No tienes que preocuparte— rió mientras se adentraba a la casa y se detenía frente a la pelirroja: Edward tenía un pequeño puchero en sus labios y estaba cruzado de brazos—, no me molestan que Edward me llame así.

Edward le sonrió adorablemente presumiendo sus hoyuelos mientras se acomodaba en los brazos de su mamá.

— Aún así— Clare estaba muy pero muy avergonzada, no podía creer que Edward hubiera llamado así a Nathan.

Clare dejo a Edward en el suelo al sentir como se removía para que lo soltará y en cuento estuvo en el suelo, corrió hacia Nathan, abrazándolo.

— Veo que me has extrañado— le dijo al mismo tiempo que lo cargaba.—¿Te haz portado bien?

—¡Sip!— gritó, rodeando el cuello de Nathan—¿Vedad mami?

Clare supo que no tendría sentido reprenderlo, no cuando su hijo ni siquiera sabía quién era su verdadero padre ya que si quería evitar esas preguntas incómodas solo tenía que mantenerse callada, aún no estaba lista para decir la verdad e Edward no estaba listo para escucharla, aún no.

— Mmm— fingió pensar la respuesta para molestar a Edward y lo consiguió ya que el pequeño miro a su mamá con el ceño fruncido y un puchero en los labios.

—¡Mamá!— gritó.

— Sí, se ha portado bien— respondió, sonriéndole a ambos.

— Entonces mereces un premio— murmuró mirando al pequeño que ante aquella mención aplaudió.

—¡Helado!— gritó.

—¿Helado?— preguntó.

— Es que vamos a ir al parque a comprar helado después de desayunar—  explicó mientras caminaban hacia el comedor.

Nathan asintió mientras sentía al pequeño aferrarse a él, Nathan consentía mucho a Edward y es por eso que el pequeño lo llamaba papá a pesar de que Clare siempre le aclaraba que no lo era, Edward solo ignoraba eso ya que para él, Nathan era su papá ya que sino lo era, ¿Entonces quién si?

— ¿No está tu mamá?— preguntó Nathan mientras sentaba a Edward en la silla, Clare se adentro a la cocina y desde el interior le contestó.

—No, se fue de vacaciones.

— Es una lástima, realmente me hubiera gustado verla— camino hasta llegar a Clare y ayudarle con los platos.

— Gracias— sonrió—, estoy segura que mi mamá también estaría feliz de haberte visto, pero necesitaba relajarse después de tener pacientes que atender.—Nathan asintió, comprendiendo.

—¿Entonces qué te gustaría hacer después de ir al parque?— preguntó a Edward el cual se encontraba ya comiendo, corrección, devorando su desayuno.

— Edward, come con calma— reprendió suavemente Clare.

— Lo siento mami pelo tengo muuuuucha hambe— hizo una seña extendiendo sus bracitos para enfatizar el hambre que tenía.

— Aún así tienes que comer con cuidado o sino te hará daño.

Edward hizo un puchero pero aún así se acomodo mejor en la silla y empezó a comer moderadamente.

— ¡Ah!— soltó de repente y giró su pequeña cabeza hacia Nathan— ¡Quielo id pol chocolate!— aplaudió.

Clare negó a Edward aún le costaba pronunciar a "r" y a pesar de que había hecho actividades con él parecía que Edward se negaba a aprender como pronunciarla, su mamá le había dicho que era probable que Edward lo hiciera a propósito pero Clare no podía entender el motivo por el que lo estuviera haciendo.