•|CAPÍTULO DOS

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[S i n  E d i t a r]

Cinco años después.

Los pájaros cantando en algún árbol afuera de la pequeña casa causaron que el sueño abandonará por completo a cierta pelirroja la cual se encontraba acostada en un ángulo algo extraño en aquella inmensa cama, las sabanas estaban en el suelo y su cabello estaba esparcido por todo lo largo de la almohada pero aún así se aferraba al pequeño cuerpo que dormía a un costado suyo y que respiraba regularmente.

Clare observó con una pequeña sonrisa a su pequeño hijo, hoy era un día muy especial y parecía que el clima lo sabía ya que se notaba un día cálido, su bebé se aferraba a ella entre sueños y sus pequeños rulos cubrían el pequeño rostro, Edward se aferraba a ella como lo había hecho desde nacer o antes de hacerlo, Clare había sentido esa conexión con su bebé en cuanto escuchó su corazón latir, ese día había llorado sin darse cuenta y se había aferrado a los sonidos que transmitían la máquina mientras veía a su bebé a través de ella.

Se levantó con cuidado de no despertar a su pequeño acompañante y camino hasta llegar a la silla donde se encontraba su bata una vez puesta reviso que su bebé estuviera cómodo para después salir de la habitación, camino en aquel pasillo que conocía perfectamente e ignorando aquellos retratos en donde se podía ver desde la foto de recién casados de sus padres hasta del nacimiento de Edward y es que Clare estaba viviendo junto a su madre, así había sido desde que dejó la ciudad y regreso a Benson.

Mientras preparaba el desayuno para Edward y ella— ya que su madre se había tomado unas vacaciones— no puedo evitar recordar todos los acontecimientos pasados hace cinco años, como es que cuando pensó que todo había terminado realmente no fue así, sino que apenas estaba empezando. Recuerda haber ido al médico después de estarse sintiendo mal e ilusamente había creído que se debía a su estado de ánimo.

La universidad se le estaba complicando al igual que su trabajo en la cafetería, Maggie ya no pasaba tanto tiempo ahí por lo que ya fuera Jess o ella se encargaban de todo y mientras los días pasaban Maggie se veía más enferma. Tedd, Jess y ella se encontraban completamente preocupados pero Maggie no les decía nada y solo los evadía parecía que todo solo había empeorado cuando ella pensó que pasaría lo contrario después de terminar el contrato con Harry, todo estaba tan mal.

Abby ya no le hablaba y solo lo hacía por cortesía cuando iba a visitarla para ver a su mamá, Clare había regresado al departamento en donde cuidaba a su mamá mientras le quitaban el yeso aunque estaba pensando seriamente en un irse con ella a Benson y dejar de lado la universidad se sentía tan desdichada y sin ganas de seguir pero tenía que hacerlo, Harry no era el último hombre de la tierra pero aún repitiéndose eso cada vez que se ponía a llorar seguía necesitando lo. Así que cuando comenzó con los malestares solo le echo la culpa a sus problemas sin embargo su mamá la convención de que fuera al hospital, Clare esperaba todo menos que estuviera embarazada, todo fue tan confuso después de eso, tenía las pruebas en sus manos pero aún así no podía procesarlo.

—¿Qué te dijeron?— preguntó su mamá al verla entrar al departamento, ella ya no tenía el yeso pero aún así seguía con Clare al ver su estado de ánimo, estaba preocupada—¿Hija?

Clare no reaccionó y eso solo habia causado la incertidumbre en Agatha, Agatha observó a su hija sentarse en el sofá con la mirada perdida y sosteniendo con fuerza unos papeles que ella adivinó eran los análisis, se llevó las manos al pecho, temiendo lo peor.

— ¿Clare?

Clare se había soltado a llorar como una niña pequeña y en cuento sintió los calidos brazos de su madre se aferró a ella como cuando era pequeña y tenía miedo porque efectivamente: tenía miedo.

➋ EL PLACER DEL DOLOR «HS»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora