•|CAPÍTULO VEINTIDÓS

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[S i n  E d i t a r]

Harry no había podido dormir en toda la noche, su mente rondaba en las palabras que Bianca le había dicho, él se había ido después sin detenerse a escucharla más pero ahora se sentía muy enojado con su madre

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Harry no había podido dormir en toda la noche, su mente rondaba en las palabras que Bianca le había dicho, él se había ido después sin detenerse a escucharla más pero ahora se sentía muy enojado con su madre.

¿Quién era ella para decidir con quién debía casarse?

Se levantó del sofá que se encuentra en su despacho y fue al mini bar para servirse otro trago de whisky, se recargo en la pared mientras bebía el líquido de un solo trago y cerro lo ojos, quería imaginarse a Clare y a su hijo.

¿Qué hubiera pasado si las cosas hubieran sido diferentes?

Si él no fuera un adicto al control y a la dominación, si él pudiera ser alguien normal entonces se hubiera permitido enamorarse de Clare, de esa chica que había llegado brillando ante su inocencia e ingenuidad y que él se había encargado de romper poco a poco. Harry estaba consciente de que aquel afán por poseer de nuevo a Clare era más por orgullo que por amarla realmente, porque, él no la amaba.

¿Cierto?

—¿Señor Styles?— su cabeza giró hacia la puerta que acababa de ser tocada.

— Adelante— arrastro las palabras.

La puerta se abrió y por ella entró su ama de llaves, aquella mujer de mediana edad llevaba años trabajando para su familia y era la que lo había visto en sus peores momentos y aún así se había mantenido callada y apoyándolo en silencio.

— Señor debería ir a descansar— lo regaño y puso sobre el escritorio una charola de comida que traía.— Ya amaneció y usted no ha dormido nada y mire...— se acercó a él y le quitó el vaso, Harry quiso protestar pero la mirada dura de su ama de llaves lo hizo retroceder—, apesta a alcohol, como algo y después vaya a ducharse y dormirse.

— Marie— la mujer se detuvo ante el llamado de Harry.

— ¿Si señor?

—¿Recuerdas a Clare?

Marie se detuvo y miró a Harry, ella recordó a aquella joven que tenía cierto parecido con la joven Bianca.

— Sí señor, la recuerdo.

Harry sonrió mientras tomaba un sorbo de su taza de café.

— Ella tiene un hijo— Marie abrió los ojos sorprendida— y es mío.

— Dios Mio— murmuró al tiempo que se llevaba ambas manos a la boca para tapar su expresión de sorpresa.

— Y no solo eso sino que también se va a casar con Nathan— apretó la taza entre sus manos.

—¿Con el señorito Nathan?— preguntó desconcertada.

— Sí, con el señorito Nathan— rió secamente.

➋ EL PLACER DEL DOLOR «HS»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora