Clare se había ido, lo había dejado todo incluyendo a su amo y señor: Harry Styles.
Creyendo que todo había terminado y que ahora ella estaría feliz con la personita que llegó a su vida sorpresivamente, pero se había olvidado de algo y es que Harry...
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En la vida siempre existirá un por qué al comportamiento de x persona y es que no siempre uno fue así, una persona que no cree en el amor de seguro que tiene sus razones y Harry tenía las suyas para ser como es. Desde pequeño había admirado el matrimonio de sus padres y veía como a su héroe a su padre sin embargo todo se desmoronó después de la muerte de sus tíos y enterarse de la verdad, de que el "perfecto" matrimonio era una farsa y que su madre era una mujer débil que no hacía nada a lo que su padre hacia.
A los dieciséis años se enamoró por primera vez de la chica que en ese tiempo él creyó que era la mujer perfecta con su cabello rojo fuego que parecía brillar ante la luz del día y su piel ligeramente bronceada cubierta de algunas cuantas pecas que él amaba besar a cada oportunidad, ella venía de una familia italiana y que habían decidido vivir en New York h mudandose a lado de la casa de sus padres y por supuesto que al principio se había mostrado un poco tosco con ella sin embargo aún así ella no había parado de hablar con Harry a pesar de que la mayor parte del tiempo él la ignorará, no fue hasta los diecisiete años que Harry aceptó sus sentimientos por Bianca Alessandrini y se puede decir que fue feliz con ella los primeros meses de relación hasta que inevitablemente todo cambio, él empezó a temer que ella lo dejara por otro o le estuviera siendo infiel, Harry no quería vivir en una relación tóxica como la de sus padres pero desafortunadamente en eso se convirtió su relación con Bianca.
Las inseguridades crecieron en Harry al igual que el resentimiento hacia su padre cada vez que lo veía sonreír hipócrita mente como si todo estuviera bien y más cuando lo veía a lado de su hijo bastardo, los odiaba a ambos y miraba a su madre con decepción por soportar eso, las cosas empeoraron en todo sentido.
Conoció a Ian—la actual pareja de su hermana menor—en una fiesta en la cual lo habían invitado junto a Bianca, ambos habían ido y concedieron con Ian que era hijo de uno de los socios del padre de Harry, ambos hablaron y bajo los efectos del alcohol compartieron sus penas así que Ian le propuso ir a una pelea clandestina al principio Harry se había negado al igual que Bianca.
—Por supuesto que no— había dicho ella mientras se vestía—, Harry eso puede ser muy peligroso— su voz sonaba angustiada.
Harry la había mirado desde la cama él aún seguía acostado y veía a su novia vestirse ya que esa tarde Bianca tenía que ir a una cena junto a sus padres.
— Es una buena oportunidad para intentar algo nuevo— contestó.
Bianca se había girado para mirarlo, su cabello lucía desordenado pero aún así seguía viéndose magnífica.
—Harry, no me gusta eso— había caminado hasta la cama pasa quedar al frente de Harry—, no quiero que te pase nada malo.
—No me pasará nada, lo prometo— había sonreído para después jalar la de la mano y tirarla encima de él y besarla, el beso que había comenzado lento terminó con ellos dos de nuevo enredados entre las sabanas, haciendo el amor.
