Clare se había ido, lo había dejado todo incluyendo a su amo y señor: Harry Styles.
Creyendo que todo había terminado y que ahora ella estaría feliz con la personita que llegó a su vida sorpresivamente, pero se había olvidado de algo y es que Harry...
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— no es el momento— susurró Clare con nerviosismo, sin cerrar la puerta.
— ¿Y cuándo lo es?— cuestionó con los brazos cruzados.
— Harry...
— oh, cuanto extrañaba escucharte decir mi nombre— su voz salió tan seductora, queriendo acercarse a ella sin embargo, Clare no lo permitió.
— Para— pidió, mirando nerviosamente hacia la cama en donde estaba Edward profundamente dormido— Te pido que te vayas, no quiero que Eddy se despierte— su mirada suplicante solo aumento la satisfacción de Harry.
—hmp— murmuró— ¿Eddy?,¿ Así lo llamas?— señaló hacia la cama— ¿Cómo es posible que no me hayas dicho que tengo un hijo?
—¿Cómo puedes saber que es tuyo?— cuestionó está vez con nerviosismo, la puerta seguía abierta y temía que alguien los descubriera pero no podía cerrarla porque así estaría totalmente amerced de Harry.
Harry soltó una ligera risa para nada divertida: —¿Entonces me estás diciendo que ese niño no es mi hijo?.
— sí— respondió con decisión.
Harry dejó escapar un suspiro mientras cerraba la puerta de la habitación, eso alarmó a Clare.
—¡¿Qué haces?!— gritó sobresaltada, retrocediendo al otro extremo de la habitación.
Harry hizo una señal de silencio mientras le ponía seguro a la puerta, Clare tenía que recordarse que él no podía hacerle nada, Harry no podía ni mucho menos con Edward ahí presente.
— vas a despertarlo— susurró, señalando con la mirada a Edward que en esos momentos se removía, acomodándose mejor en la cama soltando un pequeño suspiro. Clare estaba mirando a su hijo así que no se percató de que Harry había acortado la distancia y ahora la tenía firmemente acorralada contra la pared.
—Harry— susurró, evitando mirarlo directamente a los ojos— por favor, vete.
— no, no lo haré hasta que me aclares esto— acercó su rostro al de ella, poniéndola más nerviosa— hace unos instantes me has dicho que ese pequeño de ahí— volvió a señalar— no es mi hijo, pero apostando a su edad estoy seguro que tendrá cinco años, los mismos años en los que nosostros dejamos de vernos, en los que tú me abandonaste— acusó, en sus adentros estaba tan satisfecho por causar esa mirada llena de miedo y pánico que en esos momentos Clare tenía y trataba de ocultar desviando la mirada.
— ya te he dicho que sí, así que vete.
— Clare, ¿Me crees estúpido?— su expresión pacífica se esfumó, agarró con fuerza la quijada de Clare para que lo mirará provocando que ella soltará un pequeño quejido—, ese niño es mío, así que no me quieras hacer creer que estuviste con alguien más porque eso pondría en tela de juicio tu lealtad hacia mí en esos momentos, ¿Me fuiste infiel?, Responde— demandó con dureza.
