•|CAPÍTULO DIECINUEVE

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[S i n  E d i t a r]

Harry no podía creerlo después de tanto tiempo frente a él se encontraba Bianca, aquella chica que amo por primera vez pero que ahora parecía solo ser un espejismo producto de su maltrecho corazón

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Harry no podía creerlo después de tanto tiempo frente a él se encontraba Bianca, aquella chica que amo por primera vez pero que ahora parecía solo ser un espejismo producto de su maltrecho corazón.

— ¿Harry?,¿Me recuerdas?— preguntó, acercándose a él.

— ¿Cómo no hacerlo?— se repuso de la sorpresa y se acomodó mejor su saco. Bianca sonrió.

—¡Papá!— ambos se giraron hacia donde provenía la pequeña vocecita infantil, Harry no se sorprendió al ver Edward correr hacia él.

— ¿Papá?— preguntó sorprendida, Bianca.

Edward miró a la mujer que estaba frente a su papá así que volvió a ponerse tímido, se acercó lentamente hacia Harry y se escondió detrás de sus piernas.

— Hola Ed— lo despeinó.

Edward observó con detenimiento a la mujer que estaba ahí, era muy bonita y su cabello parecían ser una flama ardiente, su mamá tenía cabello rojo pero no eran tan llamativo como el de la mujer frente a él sin embargo le gustaba más el cabello de su mami además de que la mujer frente a ellos no dejaba de verlo con sorpresa.

—¿Tienes un hijo?— volvió a preguntar—¿Te has casado?

Harry no tenía tiempo para responder esas preguntas él solo quería irse al departamento que en algún momento creyó ocupar con Clare y así poder embriagarse hasta olvidar que Nathan y Clare se iban a casar, de solo recordarlo le dolía la cabeza.

—¿Qué haces aquí?— sintió a Edward aferrarse a su mano.

Bianca dejó de ver a Edward y miró a Harry, no creyó volver a ver esa mirada esmeralda posarse sobre ella, la única diferencia es que la miraba con total indiferencia como si su presencia no fuera importante para él.

— Tu mamá me invito.—Harry evitó fruncir el ceño.

— ¿Papá vamos adento?— interrumpió Edward, él quería regresar adentro e ir con su mamá pero no quería dejar a su papá con esa mujer.

— Ed— se agachó a la altura de Edward—, algo urgente que necesita de mi presencia, hey— lo agarró de los hombros—, no te pongas así, mañana vendré a verte y pasaremos todo el día juntos.

—¡¿En sedio?!— su rostro triste cambio a uno alegre y emocionado.

—Claro, ahora regresa con tu mamá.

Edward miró rápidamente a la mujer para después correr hacia la casa. Harry soltó un suspiro antes de volver a ver a Bianca.

—¿Cómo es que mi madre te invito?

— Hace una semana llegue a la ciudad, tu mamá y yo nos encontramos hace unos días en un exposición así que intercambiamos números y ayer me llamó para invitarme— explicó mientras jugaba nerviosamente con la correa de su bolso—,¿Hice mal en venir?

➋ EL PLACER DEL DOLOR «HS»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora