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Cαpιтυlo corтo.
Preαdoleѕceɴтeѕ.
Huening Kai no logró comprenderlo, su maestra de Ciencias Naturales había hablado del cuerpo humano, ella se había enfocado en los aparatos de reproducción. Al principio pensó que se trataba de una equivocación, y que la señorita Lee enloqueció o se olvidó que estaba en sexto año y no en séptimo de secundaria, pero no fue así. No le desagradó cómo a sus compañeras, que cubrían sus ojos y hacían una expresión de ascos y desprecio, cubriéndose la boca con una de sus manos cómo si iban a vaciar su estómago con sus desayunos de la mañana, él prestó atención, observó cada detalle intentando descrubir algunos errores que lo inspire a preguntar. Por otro lado sus conpañeros se reían a su espaldas, había oído un comentario que lo desconcertó y que al tener cero conocimiento no pudo contestar.
-Seguro está pensando que es el miembro de Choi.-Comentó una voz raspada y grave. Le pertenecía a su compañero extranjero, el que venía de Tokio en Japón quién desde el momento que lo conoció no dejó de molestarle, porque su voz aún no se había desarrollado y seguía siendo algo chillona y aguda.
Mantenía su entre cejó fruncido. La idea de ir a la biblioteca a buscar algún libró sobre el cuerpo humano se le hacía tentador, quería aprender más y saciarse de su curiosidad.
Mientras tanto ignoraba los comentarios de sus compañeros.
-Bueno, pueden retirarse.-Avisó la señora Lee. Sonrió dejando apreciar los dos hoyuelos que poseía a cada lado de sus mejillas, a pesares de que es una mujer de cuarenta años no perdía su encanto, cerró el libro y lo dejó sobre su escritorio.-Esperó que hayan prestado atención.-Comentó. dejó escapar un suspiró pesado y volvió a lo suyo, a guardar sus pertenencias en su bolso de color negro.
-Maestra.-Llamó Huening Kai. Se acercó hacía ella, una vez oyó el sonido del timbre del receso. La señorita Lee le devolvió la mirada, sus ojos marrones parecían querer trasmitir que hablara pero no comprendió.
-¿Necesitas algo, Cariño?.-Preguntó. Enderezó su espalda y le dedicó su tiempo a Huening Kai.
-¿Podría prestarme el libró de las partes humanas?.-Preguntó serio. Juntó sus manos detrás de su espalda, quería tener buena suerte.
-Claro, puedes leerlo y de pasó lo devuelves a la biblioteca.
Le extendió el libro y él lo tomó entre sus manos, no pudo esconder su sonrisa. Sus mejillas ahora delgadas y finas se veían más lindas con el detalle de su sonrisa.
-Gracias, y le aseguró que lo voy a devolver.
El ambiente de la biblioteca era el más agradable, siempre parecía haber un olor agradable a vainilla, los libros le daban el toqué a un sitió privado juntos con las mesas y sillas individuales. La poca luz del sol que entraba por las ventanas hacia que se vea místico, un lugar mágico y agradable, incluso la bibliotecaria lo hacía sentir a gustó, invitándolo a tomar una taza de café o ofreciéndole un espacio más pequeño y cómodo.
La biblioteca para Huening Kai era su lugar especial, su escapé de la realidad. Cuando Soobin tenía práctica de fútbol solía esperarlo ahí junto a sus libros, le gustaba el suspenso y el terror contemporáneo que terminó agarrando una afición por los de Stephen King los que su hermana mayor tenía en su repisa cómo si fueran su tesoros. No tenía amigos más que a Soobin y Beomgyu juntó con su novio Yeonjun porque los demás niños lo excluían o ignoraban.
Tomó asiento en su mesa habitual una que estaba enfrenté de la ventana que daba la vista al patio de entrenamiento de atrás. Dejó el libró sobre ella y empezó a buscar la página donde la señorita Lee se quedó, mirando atentó cada una de las figuras que mostraba a los costados.
-¿Que estás leyendo, Bebé?.-Preguntó Soobin. No se había dado cuenta del momento en que llegó hasta su lugar, oírlo le hizo sonreír más aún cuando lo llamó por aquel apodo que le había puesto desde que eran unos niños, sus ojos contenían un brillo que hacía más relucientes el color avellana que poseían.
-Hyung.-Saludó. Extendió su mano para que él chocará su palma contra la suya.-Estoy leyendo un libró sobre el cuerpo humano, es impresionante.
-No sabía que te interesará.-Comentó Soobin. Apretó su mano entre sus dedos, entrelazando cada uno de ellos en el espacio que sobraba, cómo si encajaran a la perfección, una unión que le provocaba un escalofrío por todo el cuerpo.-¿Y que estás leyendo ahora?.
-Sobre...-Bajó la vista hacía la página donde se había quedado para responder a su pregunta.-El órgano de reproducción masculino...
Soobin sintió sus mejillas arder.
-¡Aún eres un niño para leer sobre esó!.-Gritó. Huening Kai no entendía porque había reaccionado de esa manera, su rostro tenía una expresión de asombro y algo de culpa, una que no podía averiguar mirando a sus oscuros ojos.-¡Cuando tengas la edad suficiente...Seré yo mismo quién te enseñé!
Su corazón palpita fuerte.
-¿Enseñar que, Hyung?.-Preguntó confundido. Soobin quería en ése momento desaparecer, apretó con más fuerza su mano no estaba siéndole de mucha ayuda que Huening Kai le miré con interrogación.
Su cabeza le daba vuelta.
-Bueno...esó es algo que sólo tienen que saber los adultos...no...puedo decírtelo ahora...-Bajó su mirada apenado, mordió su labio inferior. Su mano izquierda la llevó hacia la parte posterior de su cuello, nervioso comenzó a jugar con los cabellos cortos que se encontraban en ésa zona.
-Está bien.-Dijo Huening Kai. Se levantó de la silla y se acercó hasta él quedando a pocos centímetros de su rostro, había crecido desde la última vez que se había medido ahora Soobin sólo era unos centímetros más alto.-Entonces cuando tenga la edad suficiente, Hyung será quién me enseñará.
No quería soltar su mano de la suya, la llevó hasta su pecho que estaba cubierto por la camisa Blanca de la escuela. Elevó su rostro, quería que Soobin lo miré a los ojos pero esté parecía no querer hacerlo, que llevó su mano derecha hasta el hueco entre su oreja y cuello para obligarlo a que haga un aunque sea corto contactó. Sonrió al sentir lo tibio de su tacto, estiró sus labios a la altura de su nariz donde dejó un pequeño y corto besó en la punta.
-Aún eres un bebé...-Suspiró a unos centímetros de sus labios.
-El bebé de Hyung.- Soltó una risas.
Antes de unir sus labios contra los de él, Soobin se sorprendió de sentir la presencia de los delgados labios de Huening Kai juntó su peculiar saber a fresas y el hormiguero que se hacía en su interior, no quería soltarse de ese contactó caliente que presionó su labio inferior, aferrándose de su cintura, se sentía extrañó porque quería más y más contactó. Movió sus labios y se impulsó a abrir su boca tomándole desprevenido, su lengua los probó marcando cada extremo de sus labios, Huening Kai sintió la sangre subirle a la cabeza.
-Hyung...
Necesitó separarse lentamente. Ambos se miraron, intentaron buscar una respuesta para lo que había hecho para el pasó que acaban de hacer, habían probado el sabor del otro y aún se sentían cómo si les faltara algo.
Huening Kai apoyó su cabeza en su clavículas, escondiéndose entre el hueco de su cuello y hombro. Dejando de que sus mejillas tomen ése color carmesí que a Soobin le parece adorable, sus manos aún entrelazadas.
-Al parecer ustedes sólo vienen a coquetear en la biblioteca.-Susurró la voz de la bibliotecaria, quién los observaba desde su lugar en la recepción.
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𝒥𝓊𝑒𝑔𝑜𝓈 𝚃𝚘𝚛𝚙𝚎𝚜 愛: ˢᵒᵒᵏᵃᶤ
Fanfiction❝𝘓𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘤𝘰𝘮𝘪𝘦𝘯𝘻𝘢 𝘤𝘰𝘯 𝘶𝘯 𝘫𝘶𝘦𝘨𝘰 𝘥𝘦 𝘯𝘪𝘯̃𝘰𝘴, 𝘵𝘦𝘳𝘮𝘪𝘯𝘢 𝘦𝘯 𝘶𝘯 𝘢𝘮𝘰𝘳 𝘷𝘦𝘳𝘥𝘢𝘥𝘦𝘳𝘰 .❞ Soobin tiene un sentimiento de curiosidad por su vecino Huning Kai, y sus llamativos labios de color rosa. ➸Capítulos cort...