𝒥𝓊𝑒𝑔𝑜𝓈 𝚃𝚘𝚛𝚙𝚎𝚜 愛: ˢᵒᵒᵏᵃᶤ

🎡. [7]

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"𝓝𝓸 𝓮𝓼 𝓾𝓷𝓪 𝓹𝓪𝓵𝓪𝓫𝓻𝓪 𝓼𝓲𝓷 𝓼𝓮𝓷𝓽𝓲𝓭𝓸, 𝓮𝓼 𝓾𝓷𝓪 𝓹𝓻𝓸𝓶𝓮𝓼𝓪".

-Soobin oppa.

-No me digas oppa.-Dijo Soobin serio. Colocó sus codos en el pupitre y juntó sus mano, entrelazando sus dedos para apoyar su quijada.-Tenemos la misma edad Yangmin.

Yangmin colocó su cabeza en su hombro derecho, sus cabellos castaños que ése día tenían unas ondas que provocaban cosquillas en su cuello, ya que se sentía incómodo e nervioso, decidió moverlo sin utilizar fuerza o querer parecer disgustado.

Sólo quería que ella respeté su espacio.

-¿No estoy Bonita hoy, Soobin?.-Preguntó Yangmin eufórica, aunque no haya gritado o se haya acercado a él de nuevo con las intenciones de mirarlo mejor, como ella decía, se veía en sus ojos de color oscuros una ilusión y confianza.

Su mano agarró su hombro y lo obligó a mirarla.

-Estas igual que ayer y el día después de ese.-Contestó Soobin amable. Dejó salir una pequeña risa cuando recibió una expresión molesta de su parte, sus mejillas que en si son redondas y gordas inflamadas del enojó las hacía aún más grande, cerró sus ojos rasgados y cruzó sus brazos.-Seguro esperaste que halague tus ondas.-Sonrío exponiendo sus dos hoyuelos.-Pero lamentó decirte que comparadas a las de mi novio, para mí, no son nada más que una decoración.

-Otra vez Huening Kai.-Comentó Yangmin con cierta frustración y molestias, dejó descansar sus brazos sobre su camisa.-¿Que tiene de interesante un niño de once años?.

Soobin estiró sus brazos a lo largó del pupitre y dejó descansar su cabeza entre medio de ambos.

-Si conocieras a Huening Kai te enamorarías de él.-Comentó soñador. La imagen de Huening Kai lo hizo sonreír inconsciente, recordó su expresión cuando le preparó la sorpresa para que fuera su novio, su sonrisa aquella que trasmitía pureza y inocencia, sus ojos avellanas que se hacían cada vez más pequeños en cuanto ensanchaba sus labios.-Es increíble...a pesar de que la mayoría cree que es débil y frágil no lo es, es la persona más valiente que conozco.

-No me enamoraría de él aunque me rescate de una torre.-Comentó Yangmin segura.

-Él no se enamoraría de ti, Yangmin eres fastidiosa.

-¡Cómo se le ocurre decirme fastidiosa cuando es él el que anda detrás de ti todo el tiempo!.-Gritó molesta. Sus manos se estrellaron contra el pupitre haciendo un sonido estruendoso, se levantó de la silla y caminó hacía la puerta.-Esé niño me las pagará.

-No tocarás un centímetro de su cabello.-Dijo Soobin tranquilo, no era una amenaza y muchos menos una advertencia sólo quería que supiera que Huening Kai no es un niño asustadizo, si tenía que enfrentarse a alguien lo haría y más si es una discusión con una persona que no le agrada.

-No puedo creer que me rechazaste por él.

-Es mi futuro esposó...

-No comiences con ésa mierda otra vez.-Comentó Yangmin fastidiada.

No se quedó a robarle más tiempo y se retiró, una vez más su intentó de conquistar a Soobin falló y cómo la orgullosa que es prefirió dejarlo para otro día.