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Spallati estaba más que frustrado, debido a la maravillosa noche que pasó con su mejor amigo, ahora no lo podia despertar con nada, parecía que Mauro habia muerto.
Lo conocia demasiado como para saber que cuando él se despierte estaria tan berrinchudo como un niño de dos años al que no le dan lo que quiere.

Optó por esperar a que Monzón se despierte solo pese a que ya era tardísimo, pero todo podia esperar si se trataba de él.

Era consciente de que debían almorzar rapidamente y emprender viaje hacia la casa de Marcos. Se iba a realizar una juntada con todos los del quinto escalón y, por supuesto, ambos estaban invitados.

El celular de Monzón, que se encontraba tirado sin mucho cuidado en el living de su casa, vibró avisando la llegada de un nuevo mensaje y la pantalla se iluminó. Matías echó un leve vistazo y no supo qué sentir cuando cayó en que el mensaje era de "Nadu❤" y en este, por lo que se podia leer en la vista previa, parecia exigirle a Mauro que hiciese acto de presencia en algún lugar del que el no tenia idea.

La pantalla del celular se apagó, quedando este en negro nuevamente y Matías suspiró, no le gustaba pensar en esas cosas. No le gustaba admitir ante si mismo, en sus pensamientos, que aunque Mauro fuera completamente suyo cuando estaban juntos, el tenía una pareja.

Frente a los ojos de todo el mundo Mauro estaba plena e incondicionalmente con su novia. Los único que sabian como era la cosa en verdad eran ellos dos.

Spallati evitaba pensar en esto porque siempre su cabeza lo llevaba a lo mismo, lo llevaba a pensar que el nunca sería suficiente para su amigo.

Nunca sería mejor que ella.

Esos minutos donde Ignacio se mantuvo pensando en el tema llevaron a que se hiciesen las 15:00 y fue cuando, sacando cálculos rápidos sobre cuanto tardarían en llegar a la juntada sumado a lo que Mauro solía tardar arreglandose, se dio cuenta que ya no podía esperar más a que Lit despierte por si solo. Tendria que aguantar la furia de la bestia recién despertada.

Se dirigió a despertarlo pensando cual seria la mejor manera de hacerlo para evitar posibles berrinches. Decidió sentarse en la cama al lado de Mauro y, por un momento, se dio el lujo de observarlo.

Era hermoso el hijo de puta.

Admitía que su amigo le gustaba muchísimo, sus besos y su faceta sexual lo ponian como nunca nadie pudo hacerlo. Quizás fue un poco evidente por la noche que pasaron hace unas horas. Pero también, a Ignacio le gustaba Lit fuera de lo sexual, simplemente estaba cayendo por el otro y tal vez, todavia no se daba cuenta de esto.

O no quería admitirlo.

Comenzó a dejar pequeñas caricias en el pecho desnudo de su acompañante, deslizando sus dedos por la suave y pálida piel. Subió los mimos hacia el pelo de Monzón enredando sus dedos en el con delicadeza propinando caricias cargadas de cariño.

Su mejor amigo abajo de él comenzó a moverse un poco por las caricias; pero, contrario al objetivo de Spallati, Mauro sólo se había acomodado mejor y acurrucado contra él para seguir durmiendo. Soltó una leve risa de resignación, este chico hacia las cosas dificiles. Con su mano libre lo movió un poco para despertarlo.

-Mau.- Después de repetir varias veces su nombre, en forma de llamado para despertarlo, Lit abrió sus ojos clavando su verde mirada en los ojos de Matías. Este sonrió, no solo para evitar que Mauro se enoje, sonrió por lo hermoso que se veia su amigo. Coño, recién se despertaba, lo normal seria que estuviese algo desaliñado, pero no. Estaba completamente bello, como siempre.

-Quiero dormir, Mati.- Un puchero apareció en los labios de Monzón mientras se daba vuelta y acomodaba su cabeza en las piernas del más alto. -Dormi conmigo.

-Maurito, es tarde para dormir..- Ecko luchaba contra sus instintos de hacerle caso al otro. Le costaba decirle que no, el disfrutaba cumpliendo lo que Monzón pedía o quería.

-Entonces, hagamos otra cosa.- Lit se incorporó con agilidad, no pareciera que hace dos segundos estaba acurrucado durmiendo. En cuestión de un par de movimientos, tenía al otro sentado en su regazo con los brazos en su cuello.

-No, Maurito. No me hagas esto.- De forma automática las manos de Ecko se posaron en la cintura del otro, agarrandolo.

-¿Qué cosa? Mau se porta bien..- El trasero de Lit comenzó a crear una fricción leve contra su miembro, despertandolo.

Sus respiraciones se mezclaban, estaban cara a cara, sus labios estaban a unos pequeños centimetros de tocarse. Mauro tenía ese poder sobre su mejor amigo, lograba volverlo loco tan rápido que era imposible volver hacia atrás.

-Se nos hace tarde, nene..-Ecko pronunció esas palabras mientras se volvia loco por el ambiente caliente que Monzón había creado.

-¿Qué importa, amor?- El apodo utilizado simplemente llevó toques de felicidad al corazón de Spallati. Era mas que obvio que Mauro sabía como convencerlo.

Fue lo único que necesitó para juntar sus labios con los de su amante, en un beso fogoso mientras lo atraía más hacía su cuerpo.

Al parecer, pese a los intentos de Ecko, llegarían tarde de todas formas. Pero valía la pena si de Mauro se trataba.

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Dejenme en los comentarios si les interesa que siga la historia o no:c

《best friends》 / LitckoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora