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Estaba teniendo unos días tranquilos, cosa que le parecía rara pero trataba de no hacerse la cabeza con boludeces y disfrutar la tranquilidad que estaba teniendo lugar en su día a día.

Después de la salida con Dam, vinieron muchas más, estaban literalmente recuperando el tiempo perdido y Matías estaba feliz.

Si se preguntan por Lit, no lo había visto y tampoco se habían escrito mensajes ni nada por el estilo. Spallati trataba de mantenerse ocupado para que sus sentimientos no lo abrumen como solían hacerlo.

El único momento donde pensaba demasiado en Mauro era al irse a dormir y, de vez en cuando, se permitía soltar una que otra lágrima como un niño llorón.

Es que lo quería. 

Lo que él siente por Monzón no es un capricho, no es solo deseo sexual, es mucho más que eso; aunque no lo admitiese en voz alta Matias lo extrañaba muchísimo.

Justamente en este momento se encontraba nervioso, ya que hoy tendría lugar un evento al que fue invitado. Pero la parte que lo ponía de los pelos es que Lit Killah también fue invitado, junto con otros artistas del ambiente.

El evento era algo asi como una joda, donde ellos iban a hacer presencia y divertirse.

Estaba nervioso por encontrarse con Mauro de nuevo, osea ¿cuál sería la reacción de ambos? ¿se saludarian? ¿..o Mauro lo ignoraria?  ¿Monzón lo habrá extrañado tanto como él?

Seguramente no..

El timbre de su casa sonó interrumpiendo su batalla mental. Joder, se le había hecho tarde por colgarse pensando y Dam, quien lo acompañaría esta noche, ya había llegado.

-Boludo, ahora me visto me re colgué.-habló apresuradamente en cuanto abrió la puerta y dejó pasar a su amigo, corrió hacia su habitación mientras escuchaba a Dam reírse de él.

Una vez estuvo listo salió a mostrarle a su amigo el outfit seleccionado para esa ocasión.

En cuanto los ojos de Damián se situaron en el, Matías recibió un silbido que lo hizo reír y sentirse lindo.

-Sos un fuego, Mati.

Ese comentario lo tomó por sorpresa pero no dejó que su cabeza lo confundiera asi que pronto le siguió el jueguito a Lafuente.

-Mira quien me lo dice, bombón.- Expresó juguetón mientras se acercaba a Dam para irse de una vez al bendito evento.

Después de un momento de silencio la risa de Dam se escuchó en el lugar y eso hizo relajarse a Ecko.

~

La verdad del momento es que la estaba pasando para el culo, si bien cuando llegó al lugar todo pintaba bien y se estaba divirtiendo con su amigo, todo se vio arruinado en cuanto él hizo presencia en el lugar.

Para sumarle, nada más y nada menos que acompañado de su estúpida y fea novia.

Asi que lo que restó de la noche hasta ese momento Spallati no había podido quitar su vista de la parejita.

Es que, además, su corazón fue nuevamente pisoteado cuando Mauro pasó a propósito a su lado y ni siquiera lo saludó.

Y la mirada altanera de Nadia solo le provocó ganas de acomodarle la nariz de una piña.

Asi que como buen despechado comenzó a aferrarse al alcohol, trago tras trago. Pero todavía se encontraba bastante sobrio.

-Basta, Matías.- La voz de Damián lo interrumpió en su tarea de pedir un whisky a las rocas más.

-¿Qué pasa, nene?-Sabía como tratarlo para que se tranquilice cuando lo estaba por cagar a pedos, asi que empleó ese tono de voz.

-No quiero que tomes más..-La carita tierna de Lafuente lo hizo sentirse mal pues su amigo lo estuvo acompañando todos estos dias y el le había prometido que esta noche la pasarían bien.

-Estoy bien, Dami.-Su mano se situó en la cintura del más joven y lo atrajo un poco a su cuerpo. Recibió el trago y se lo tomó todo de una vez, para volver a posicionar su vista en su amigo.

-Matías.. ¿Que haces?-El rostro del más chico estaba completamente rojo por la cercanía con su amigo. No entendía o no podia creer que Ecko lo estuviese tratando de esa forma.

-Nada..-Spallati pareció darse cuenta de la situación y sacudiendo su cabeza se incorporó de su lugar en la barra.-Vamos a bailar.

Tomó la mano de Damian y lo puso adelante suyo, sosteniendo su cintura, cuidandolo al caminar entre todas las personas.

Como solía hacer cuando salían a bailar antes.

Mientras atravezaban el tumulto de gente unos chicos comenzaron a empujarse entre sí, vaya a saber porqué; pero eso hizo a Ecko ponerse más alerta y pegar el cuerpo de Damian más al suyo.

Cuando encontraron un buen lugar para bailar cómodos ninguno se molestó en poner distancia entre sus cuerpos.

La típica música bailable sonaba en el recinto y sus cuerpos se movían al ritmo de las canciones.

No sabía porqué estaba tan cerca de su amigo, tampoco sabía porqué el estaba bailando tan pegado a su cuerpo.

Pero no le disgustaba.

Es decir, Dam era bellísimo.

Decidió hacer que Lafuente se diera vuelta para así quedar frente a frente. Bailaban y reían metidos en su propio mundo.

El lugar estaba cada vez más lleno y eso posiblemente ayudaba a la cercania de ellos dos.

Matías desvió su mirada un momento y vio a Monzón mirandolo con una expresión que el conocía demasiado bien.

Mauro estaba celoso.

Y se le notaba demasiado.

No iba a negar que su cuerpo y su cabeza se revolucionaron ante esa imagen y al tener una reacción de parte de él.

Y quizas por eso decidió hacerlo.

Tomó la cintura de Damian y se acercó peligrosamente a su rostro, sus respiraciones chocando una con la otra.

Matías sabia que Monzón no había quitado la vista de encima.

-Matías..-Interrumpió las palabras de Damian y lo besó.

El beso comenzó tranquilo, pero pronto se convirtió en un chape sensual  y fue en ese justo momento en el que Spallati abrió sus ojos y los clavó en los de Monzón, sin dejar de comerle la boca a su amigo.

《best friends》 / LitckoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora