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Matías se siente desesperado mientras maneja hacía el lugar al que tiene que ir, en el trayecto se dedica a maldecir a cada auto que tarda en acelerar y a cada semáforo que se interpone en su camino, necesita llegar lo más rápido posible para ayudar.

No puede dejar que algo malo le pase, nunca se lo perdonaría a sí mismo. El ritmo de los latidos de su corazón estaba enloquecido, golpeteando tan rápido y tan fuerte que, incluso, daba la sensación de que se saldría de su pecho como en los dibujos animados.

El lugar no está tan lejos de su casa, pero siente como si el mundo estuviese jugando con el al hacer que el trayecto parezca interminable.

Piso el acelerador con fuerza, seguramente excediendo la velocidad limite para transitar por esas calles, esquivando a un par de autos que le tocaron bocina como si eso fueran disparos en contra de su persona fue que llego al lugar donde se dirigía. Despues de estacionar su auto, se bajó del mismo con rapidez y corrió hacia el departamento.

Cuando estuvo por llegar a la puerta su celular comenzó a sonar con insistencia y lo sacó para ver que era Mauro quien lo llamaba, pero ahora no tenía tiempo para contestarle.

No podía dejar que algo le pase, simplemente no podía.

Y no lo iba a hacer.

Deslizó el dedo por la pantalla finalizando, de esa forma, la llamada entrante y volvio a colocar el celular en su bolsillo. Tocó la puerta con insistencia sintiéndose ansioso porque esta fuera abierta por lo que, una vez abierta, se apresuró a ingresar al recinto.

La mayoria de las cosas estaban fuera de lugar y esparcidas por el piso, habia restos de lo que parecía ser un jarrón o algo por el estilo en el piso, como si alguien lo hubiese arrojado con fuerza. Llevó su vista hacía la puerta del baño y su corazón se enloqueció al ver manchas de sangre por todos lados.

-¿Qué mierda pasó?-Su voz salió como una mezcla entre miedo y enojo, necesitaba que la persona que estaba frente a el le explicara o aunque sea dijera algo, una mínima cosa.

-É-Él... Matias, él te necesita.

-Ya se que me necesita, por eso estoy acá.-Su ceño se frunció con enojo, la paciencia se le agotó y dirigió sus pasos hacia la habitación pero una mano en su antebrazo lo detuvo.

-Esperá. Te tengo que decir algo.

-Dale loco decime rápido, quiero verlo no que me rompas las bolas con tus cos...

-Nicolás tuvo un accidente.

¿Qué? ¿Nico..?

-Por eso se puso asi y... se lastimó todo porque rompió un montón de cosas.

Su boca se abrió un poco dejando ver el asombro que estaba recorriendo su cuerpo, estaba asustado por el chico y anhelaba saber como estaba despues de enterarse de eso pero seguía en shock.

No podía ser verdad...

Matias conocía hace un montón a Nicolás, obviamente que la noticia también le afectaba pero nada se comparaba con lo que Lafuente deberia estar sintiendo, los dos eran demasiado unidos.

Damian amaba demasiado a su hermano.

Nicolás siempre cuido de Dam y lo mimó muchísimo. De hecho, Spallati todavia recuerda lo mucho que lloro Damián cuando su hermano se mudó a otra provincia, no había forma de consolarlo por lo que en este momento seguramente estaría devastado y asustado.

Mi Dam...

Salió de su trance cuando su celular volvió a sonar y nuevamente por una llamada de Monzón. Decidió apagar su celular porque lo estaba poniendo nervioso y no necesitaba eso justamente ahora. Una vez apartado el aparato electrónico clavó su vista en Nacho a quien no veía hace bastante tiempo, a decir verdad.

Pero bueno de eso se ocuparía en otro momento.

-¿Dónde está?

-En la pieza, se tomó una pastilla para los nervios y se durmio hace un ratito.

No necesitó mas información para encaminarse nuevamente hacia la habitación, llego a ella y lentamente abrió la puerta para no despertarlo. Ingresó y cerró la puerta nuevamente con cuidado para posteriormente acercarse al chico que estaba durmiendo en la cama.

En su rostro se notaba que habia estado llorando y mucho, sus manos y parte de su brazo tenian vendas mal puestas y restos de sangre seca, seguramente por el estado de Damián el otro no pudo vendarlo correctamente.

Se arrodilló en el suelo al costado de la cama y soltó un suspiro de alivio, Dam estaba muy triste obviamente pero estaba ahi, estaba bien, la sangre que vio solo fue de heridas superficiales y eso tranquilizaba el corazón de Matias.

Realmente tuvo mucho miedo de que algo le hubiese pasado a Lafuente.

Se quedó ahi observando como el otro dormia por ni si quiera sabe cuanto tiempo y cuando este comenzó a despertarse, el corazon de Matias tembló en su pecho.

El lo habia lastimado.

El se habia quedado con Mauro mientras su chiquito sufría, y si no fuera por Nacho que lo llamó desesperado quizás no se hubiese enterado a tiempo que Dam lo necesitaba.

Pero, ¿realmente el chico querría verlo?

Ojalá que si.. porque Matías no piensa moverse de su lado.

Lo vio fruncir el ceño y arrugar la nariz mientras se acostumbraba a la luz de la habitación, lentamente abrió sus ojos y lo primero que vio fue a Matias mirándolo fijamente.

-Mati... ¿q-que haces acá?

Su tranquila voz llegó a los oídos de Ignacio y sin poder evitarlo se acercó a Dam envolviendolo en un abrazo el cual fue correspondido al toque por el otro chico.

-Yo... Nicolas tuvo un accidente..

-Lo sé, bebé.. pero todo va a estar bien.- Se separó escasamente del abrazo, solo para mirarlo a los ojos mientras hablaba.-Yo estoy acá con vos, siempre con vos.-No sabe que lo impulsó pero delicadamente se acercó y besó los labios del chico con anhelo, un beso corto pero significativo.

Mucho más significativo cuando observó las mejillas de Lafuente teñirse de un color rosado.

《best friends》 / LitckoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora