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Cuando dijo que tenía que hacer algo, no se referia precisamente a esto.

 Y tampoco pregunten cómo pasó, simplemente pasó y no pudo hacer nada para evitarlo.

-¡Más rápido!- Monzón gemía fuertemente bajo el sudoroso y fornido cuerpo de Ecko, sus manos estaban aferradas a los fuertes brazos del mismo mientras se sentía en las nubes con cada nuevo empuje.

Matias apretó fuertemente las caderas de su amante deseando que sienta todo lo que le generaba.

Lo hacia de forma inconsciente, pero había empezado a desquitarse -un poquito- con Mauro en el sexo. En pocas palabras Matias se habia vuelto un poco más rudo a la hora de garchar.

Ya no había tanta dulzura ni besos delicados para su amado, ahora la bronca y el dolor emergian de él convirtiéndose en un deseo furioso y una sed insaciable del cuerpo del otro.

-¿Te gusta, no?-Le hablo en un tono demandante y sensual mientras disminuia el ritmo del movimiento repetitivo de sus caderas, haciendo las embestidas más profundas.Tocaba reiteradas veces la próstata de Lit, haciéndolo enloquecer y gemir.

-M-Mati..- Sus ojos se cerraban y en su cara estaba plasmada una expresión de desesperación, necesitaba alcanzar el orgasmo con rapidez.

Pero eso no estaba en los planes de Ecko.

No aún.

Salió del interior de Monzón recibiendo inmediatamente un reclamo a su acción, pero lo ignoró recostandose en la cama y posicionando bruscamente al otro encima de su cuerpo.

-A-Ah..-Era desconcertante la sensación del falo de Matias ingresando en su parte más sensible, su cuerpo se volvía vulnerable al instante y la excitación acompañada del deseo llevaban toda la sangre existente en su cuerpo hacia la punta de su pene.

-Movete, dale.-Spallati ordenó mientras posaba las manos debajo de su cabeza para más comodidad, su vista estaba clavada en su compañero, esperando algún movimiento de su parte que los satisfaga a ambos.

Quizás era un estúpido por caer nuevamente en las redes del ojiverde, pero le era imposible despegarse del otro. Despertaba en su persona un deseo tan inmenso que era indispensable saciar.

Después tendría tiempo para arrepentirse..

Monzón comenzó a moverse sobre el miembro ajeno, autopenetrandose una y otra vez, nunca se hubiera imaginado a sí mismo tan expuesto y tan necesitado como en ese momento.

Sus movimientos eran cada vez más acelerados buscando desesperadamente su liberación. Tenía las manos apoyadas en el pecho del otro para impulsarse más fácilmente.

-¡Oh..!- Su boca estaba entreabierta dejando escapar sonidos, el sonrojo recorría todo su pálido rostro y su ceño estaba fruncido en algo parecido a una expresión de angustia.-Mhm...

Por su parte Spallati se permitió deleitarse con la vista y con los movimientos del otro unos momentos más; hasta que le fue inevitable no acelerar el ritmo tomando fuertemente a Mauro de la cadera.

Alzaba sus caderas penetrando rapidamente y tocando ese punto en su amante, llevándolo al éxtasis rápidamente.

-Sos una putita, Mauro.- En el momento en que pronunció esas palabras las tiras calientes de semen comenzaron a salir de la punta del pene de Lit acompañado de sus gemidos y jadeos altos.

Claramente no fue el único que alcanzó un orgasmo celestial, Spallati lo acompañó inundando su interior y su entrada de sus fluidos calientes.

Una vez hubo recuperado el ritmo normal de su respiración, salió del interior de Monzón separandose de su cuerpo.

Ninguna palabra fue emitida en ese momento.

Ambos estaban perdidos en sus pensamientos, tratando de entender cómo habían terminado nuevamente cogiendo cuando en un principio Lit Killah fue a la casa del otro para aclarar las cosas y, cuando llegó, pronto habian comenzado una acalorada discusión.

-Bueno, me voy..-Lit empezó la frase despues de unos momentos de incómodo silencio por parte de ambos.

Un suspiro alto de parte de Ecko se escuchó a la vez que se levantaba de la cama y se colocaba su ropa interior dándole la espalda al otro.

La vista de Mauro recorrió todo el cuerpo de Matias y mojó sus labios con deseo, pensando en quedarse un rato más.

-¿O querés que me quede, Nacho?- Empleó un tono de voz dulce, el cual solía utilizar inconscientemente -o no- cuando quería pedirle algo a Ecko.

-Anda, Mauro.- Nunca le habia pasado que Matias rechace una propuesta suya y mucho menos si era sobre quedarse en su casa, por lo que su ceño se frunció en confusión al toque.

-¿Por qué no querés que me quede, Matias?- En solo un instante se encontraba enojado frente al otro buscando una respuesta.

-Tengo cosas que hacer, Mauro.

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Una vez Lit Killah se fue de su casa, suspiró con cansancio y se tiró boca arriba en su cama.

Fue realmente difícil ignorar a Mauro y rechazarlo de la forma en que lo hizo, pero después de todo.. le estaba pagando con la misma moneda.

Su celular comenzó a sonar en algún lugar de su habitación, cuando lo encontró y visualizó quien llamaba sonrió genuinamente después de mucho tiempo.

Deslizó su pulgar por la pantalla aceptando la llamada y se llevó el celular al oído. -Dam.. Hola.

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Holi, sorry por tardar tanto, dejen sus comentarios los estaré leyendo.❤

《best friends》 / LitckoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora