《best friends》 / Litcko

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El ardor de su mejilla paso a segundo plano en cuanto percibió que Lit estaba encima de Damián tirándole el pelo con demasiada fuerza e insultandolo de muchas formas.

-¡Mauro, pará!-Gritó hacia el chico luego de cerrar la puerta para evitar que alguien escuchase todo el quilombo que se estaba armando pues no dejaban de ser figuras públicas.

Se acercó corriendo hacia donde estaban ambos chicos forcejeando en el suelo y tomó por la espalda a Mauro tratando de separarlo del otro pero fue empujado por Monzon con una fuerza que lo hizo retroceder un poco.

¿que habia pasado para que todo termine asi?

Después de reiterados intentos logró separar a los dos chicos y se situó en medio de ellos evitando que vuelvan a acercarse. Con la respiración agitada clavó su vista en el rostro de Lit Killah más lo que lo recibió fue totalmente inesperado, los ojos llenos de saladas lágrimas a punto de caer y el ceño fruncido en angustia lo llevaron a preocuparse mucho.

-¡Soltame, Matias! Sos un forro de mierda.-Los gritos de Lit chocaban contra su rostro y su cuerpo se removía intentando soltarse del agarre que Matias ejercía sobre él.

-¿Qué pasó Lit?

-No te hagas el gil.. atendiste la llamada a propósito.-La vista de Mauro se clavó en el suelo evitando verle la cara a Ignacio.

-¿Que llamada? No entiendo una mierda Mauro.- Ese fue el momento exacto en el que, por el tono de voz y por la expresión en el rostro de Spallati, Monzón comprendió que no fue Matias quien le hizo esa sucia jugada, si no que fue el otro pelotudo que se encontraba en la habitación con ellos.

De hecho eso tenia mucho más sentido.

Esto cambiaba un poco las cosas pues ese deje de tristeza y angustia que lo inundaba fue rapidamente consumido por la ira que le recorrió. Ira dirigida en contra de Damián Lafuente. No pasaron muchos segundos para que se avalanzara nuevamente contra el menor y en este caso fue directamente a su rostro, pegándole una certera piña.

El golpe hizo que comenzara a salir rapidamente sangre de la nariz de Dam, la acción sorprendió en demasia a Spallati dejandolo en un estado de shock por unos momentos.

-Amor, sacalo de acá.. no lo quiero acá-Las manos de Dam se encontraban en su rostro, tocando la zona donde la piña de Mauro habia impactado y palpando claramente la sangre que emergía de la herida.

Ignoró las palabras dichas por Dam porque eso era todo lo contrario a lo que el desea. Habia pasado tanto tiempo desde que vio a Mauro en este estado que le preocupaba demasiado el porqué.

-¡Matías!-Spallati también habia comprendido lo que su querido novio habia hecho y le parecía una accion demasiado estúpida e infantil.-¿Este imbécil me pegó y vos no haces nada?

-Basta, Damián, no grites más.

-¿Como que basta? ¡Sacalo de acá!

-Te la mandaste, Dam.

Damian habia salido furioso de su departamento sin despedirse ni dirigirle una palabra mas a ninguno de los dos chicos, este hecho facilitaba un poco las cosas para los amantes quienes anhelaban poder arreglar las cosas.

Matias estaba realmente confundido con todo lo que había pasado, pero algo estaba claro en su ser y ese algo era que todavia seguia amando a Mauro a pesar de sus intentos por olvidarlo o superarlo.

Aunque debe admitir que nunca lo intentó realmente.

Cuando ambos se quedaron solos en el departamento se dedicó a observar el semblante de Monzón, la expresión vulnerable y triste que adornaba su lindo rostro le angustiaban.

Caminó hacia el, situandose justo enfrente de su persona y optó por acercarlo a su propio cuerpo fundiendo a ambos en un abrazo que intentaba calmar a Mauro.

Pero este, en cuanto se vio capturado entre los brazos de Matías comenzo a removerse contra su cuerpo con violencia mientras gritaba cosas y su rostro se volvía rojo por el enojo que florecia desde su ser.

No fue hasta que Matías susurró unas palabras en su oído que Mauro logro tranquilizarse, esas tres palabras pincharon todo el globo de su enojo llegando, incluso, a romper con todas las corazas que el mismo se habia formado en su corazón.

Los latidos aumentaron tan de golpe que si hubiese estado conectado a una de esas maquinas que miden el ritmo del corazon, probablemente esta habría explotado. Pero lo que mas le abrumaba de la situación es que sus latidos iban al compás de otro ritmo.

El ritmo de los latidos del corazón de Spallati.

¿Qué significa cuando tu corazón se vuelve asi de loco por unas palabras?

Él no sabe la respuesta, pero si sabe que esas tres simples palabras calaron hondo en su ser.

"Estoy acá, Mauro."