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El tiempo pasaba rápidamente en su dia a dia, desde el momento en el que pactó ese trato con Mauro, las cosas en su vida transcurrieron exactamente como se las imaginó cuando tiró esa idea de mierda y el otro aceptó gustoso.

Y no estaba precisamente feliz con eso, pero tampoco se arrepentia. Era una sensación extraña, el hecho de todavía poder refugiarse y descargar su deseo con la persona que queria hacerlo le daba un sentimiento de felicidad.

Falsa felicidad, claramente.

Matías es consciente de eso, tiene en cuenta que su vida ha tomado un rumbo tan estupidamente falso y carente de sentimientos reales que se sorprende por no sentirse abrumado al respecto. Como también es consciente que está lastimando en demasía a la gente de su alrededor.

Sobre todo a su pequeño amigo. Bueno.. ex amigo y actual pareja.

Su relación con Damián comenzó poco tiempo después, no le fue realmente difícil tener al menor a sus pies, era tan claro el enamoramiento del chico hacia Spallati que varias veces se preguntó a si mismo si asi de engatusado estaba él por Mauro.

El chico era tan dulce y atento con él que de vez en cuando lo hacía pensar en mandar a la mierda a Monzón.

Pero el sentimiento no era lo suficientemente fuerte o llenador como para realmente impulsarlo a eliminar de su vida al de ojos verdes, como para lograr que Lit salga de su mente y de su corazón de una maldita vez.

No es que la pasaba mal con Damian, todo lo contrario, se conocian bien y eso contribuía a que la relación fuera por buenos lados, pero a pesar de lo bonito de su nueva relación, Ignacio no puede sacarse de encima el peso de  amar a Lit Killah.

Ni siquiera sabe porque arrastró a Lafuente en todo este asunto.

Porque él tranquilamente podría haber seguido como estaba. Hundido y humillado pero sin arrastrar a nadie que no se lo mereciera en el camino. Nadie más que al mismo, que si se lo merecía por las decisiones que tomó y que sigue tomando.

Ahora su realidad se basa en tener un lindo novio que lo espera en casa con una sonrisa y buena onda siempre, que es sumamente leal y respetuoso con su persona, y que además cocina espectacular; y, paralelamente, meterle los cuernos con el hijo de puta de su amor imposible.

¿En qué se había convertido?

~

-Por favor, Mati... vamos- Tenía a Damián colgado de su brazo rogandole con una sonrisita que lo acompañe a una cena con sus amigos de la infancia hace como media hora. Y pese a negarse amablemente varias veces, el chico seguia insistiendo.

-Amor, no me siento bien como para salir... disculpa, otro día vamos.

Mentira.

-Es que yo posta quiero que los conozcas y...-Dam tomó aire continuando con su oración y esbozando una sonrisa.-¡Seguramente te van a caer re bien!

Matías ya se estaba hartando de la situación, se le estaba haciendo tarde y no podía seguir en esta discusión perdiendo el tiempo.

-Mi amor, no. Te dije que me duele la cabeza y no quiero ir a ningún lado.- El tono de su voz cambió delatando que poco a poco estaba perdiendo la paciencia.

Mentiroso.

-Por favor Mati, te juro qu-

-No voy a ir, me chupan un huevo tus amigos.-Sus manos tomaron los brazos de Damián a la vez que lo interrumpia con un tono hostil dejando a la luz el hecho de que se habia agotado su amabilidad y tacto dando lugar al enojo y otras mierdas que ni el entiende.-Si te digo que no quiero, que no me siento bien, no voy a ir, Damián. ¿Entendes? ¿o te hago un dibujito?

Cuando terminó de soltar esas palabras con el ceño fruncido soltó con algo de brusquedad los brazos del otro y se alejó un poco.

Estaba cegado por el egoismo, como cada vez que quedaba en juntarse con su amante. La ansiedad lo consumía cuando el encuentro se acercaba y siempre terminaba descargando contra su novio.

-¿Ahora te quedas callado? después de que me secaste la mente como dos horas.- Continuó molestando al chico porque el Matias forro ya se habia activado y no parecia querer irse por un buen rato.

Perdón, Dam...

El menor mantenía la mirada clavada en el piso desde que las palabras de Ignacio habian salido como cuchillos directo hacia su corazón. A veces no entendía porque su novio se ponía asi... quizás el falló en algo y ahora su Mati estaba enojado.

Era sensible y en cuanto discutía con el mayor el nudo en su garganta se hacía presente como el protagonista de la situación. Por lo que se mantenía callado escuchando lo que el otro tuviera para decir.

-Me cansé, me voy por ahi Damián, posta que no queria pelear.. pero bueno, suerte, llamame cualquier cosa.

Perdón... pero Mauro me espera.

Ignoró la molestia que se hizo presente en su pecho cuando vió decepción y dolor en el rostro de su novio y como limpiaba disimuladamente una lágrima que recorrió por corto tiempo su mejilla, y salió sin más del departamento.

Estaba siendo una mierda con el chico, y era consciente de ello. Pero el anhelo de encontrarse con Monzón causaba que nada más importase a su alrededor.

Ni siquiera los sentimientos de alguien tan importante para el como Lafuente.

《best friends》 / LitckoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora