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Mercy había logrado eludir la horrible visión de Michael yéndose con Jared. Había logrado irse más o menos veinte minutos del suceso, y eso era un alivio.

Ahora se encontraba en casa, con un tazón lleno de palomitas y con una película de acción reproduciéndose en la TV. Ella no le prestaba atención, en realidad. No conseguía concentrarse en muchas cosas además de sus palomitas y su imaginación de mierda.

Se preguntó qué estaban haciendo Jared y Michael.

Tal vez Jared besaba a Michael. O, quizás Michael besaba a Jared. Era posible que hubiese ido a una cita romántica en la playa. Probablemente estaban teniendo relaciones.

Quizás estaban besándose. En la playa. Teniendo relaciones.

Todas las posibilidades eran peores que la anterior, y la atormentaron por horas, hasta que, a las seis de la tarde, Michael llegó a casa.

La película se había acabado hace mucho tiempo, y Michael lo notó, pero no le dio importancia. Se sentó al lado de Mercy y comenzó a comerse el maíz tostado que quedaba al final del tazón, los que Mercy nunca comía.

―Odio a los padres.

―Wow, ¿qué pasó? ―se burló Mercy.

―Estábamos en medio de algo en su habitación cuando sus padres llegaron. ―Mercy cubrió su boca en una carcajada―. Nos hicieron comer la "merienda", ¿qué coño es eso?

Esta vez Mercy se echó a reír verdaderamente fuerte. De esas carcajadas ruidosas indetenibles que se escuchaban a cuadras de distancia. Michael la observaba con una pequeña sonrisa de satisfacción por haberle provocado ese ataque de risa.

―Aunque no fue tan malo luego, cuando los convenció de que yo era un amigo de la Universidad que estudiaba con él.

Los ojos de Mercy se ampliaron con incredulidad.

―No puede ser, ¿está en el closet?

―Justo al lado de los vaqueros de cuero y los chalecos de chambelán.

A pesar de ello, Jared y Michael continuaban viéndose. Las cosas estaban poniéndose incómodas, porque la actitud de Michael estaba cambiando. A tal punto, que no habían peleado en todos estos días, y ya era jueves de nuevo. Una semana sin pelear. Mercy no lo podía creer, y no estaba feliz.

Su Michael no era así. Este Michael era un maricón.

Por eso, cuando estaban en la cafetería comiendo un pedazo frío de pizza acartonada que llamaron en algún lugar "almuerzo", Mercy sabía que sucedería. La tensión entre Luke, Ashton, Calum y ella, era evidente para todo el mundo menos para el poco receptivo Michael, quien se encontraba comienzo distraídamente y seguramente pensando en unicornios.

Calum fue quien decidió hablar por fin.

―¿Saldrás con Jared hoy? ―preguntó, claramente interesado en hacer planes.

Mercy bufó con sorna.

―No sé por qué preguntas eso.

Luke y Calum se quedaron paralizados ante el comentario de Mercy, y Calum casi se ahoga con su refresco de uva. Michael la miró fijamente por unos intensos segundos.

―¿Disculpa?

―Me oíste.

―Quiero que lo repitas ―espetó, apoyando un brazo sobre la mesa y volviendo su cuerpo hacia ella.

―Oblígame ―desafió Mercy.

―¿Tienes algún problema con que salga con Jared? ―cuestionó. Para él, eso sonaba como la cosa más absurda del mundo. Para Mercy, la respuesta era un "oh, claro que lo tengo".

―Solo digo que te has vuelto una marica desde que sales con él.

Los murmullos de la abarrotada cafetería iban en descenso. Todos ellos sabían que venía una explosión, de las grandes.

―¿Una marica? Una marica. ―Michael se rió, incrédulo―. ¿Esto es una clase de frase de doble sentido? Porque no estoy para esa mierda.

―Solo digo la verdad, Clifford. Si no te gusta, entonces jódete.

Michael sonrió, negando con la cabeza.

―Ya entiendo lo que ocurre. Como tienes una personalidad de mierda, piensas que todos somos así y que no tenemos el jodido derecho a salir con nadie ―Michael comenzaba a ponerse furioso, pero seguía sonando irónico. Estaba conteniéndose.

―¡No tienes el jodido derecho de cambiar por una jodida relación!

―Te estás comportando como una perra.

―¿En serio? No me digas. Siempre lo soy, Clifford. No cambio cuando estoy con ciertas personas, como tú.

Michael se puso de pie, y Mercy lo hizo casi al mismo tiempo para no quedar bajo su nivel. Ashton estaba preparándose para separarlos. Él tenía fuego en sus ojos verdes brillantes. Mercy quería ver esa reacción en él desde hace días. Este sí era su Michael.

―Voy a cambiar cuando se me dé la puta gana ―le espetó despacio, acercándose a su rostro.

―Entonces vete, Michael ―Mercy se acercó mucho más. Sus alientos furiosos se mezclaban.

―¿Irme? ―preguntó, con el ceño fruncido.

Vete a la mierda.

―¡Con gusto! Si eso está lejos de tu maldita cara.

Entonces tomó su mochila y salió violentamente de la cafetería. Ciertamente, Mercy esperaba que é intentara golpearla, o que la pelea durara un poco más; pero de nuevo, de Michael nunc podías esperar cierto patrón, porque él se ocupaba de romperlo en pedazos.

Mercy se sentó de nuevo en la mesa con los demás, y siguió comiendo su pizza fría. Los tres la miraban fijamente, sin una emoción clara.

―Si van a seguir mirándome así pueden irse a la mierda ustedes también.

Rápidamente, dejaron de mirarla e intentaron concentrarse en cualquier otra cosa.

―Tus notas no son tan malas.

Michael la había dejado varada en la escuela. Había abierto su casillero y se había llevado las llaves de su auto para irse a cualquier lugar. Por eso, Mercy estaba regresando a casa en el auto de Ashton, quien, por cierto, encontraba cómo hablar en el auto y en cualquier lugar del mundo.

―Son suficientes para una universidad, supongo ―Mercy se encogió de hombros. Ese no era un tema que le interesara demasiado.

Ashton tardó unos segundos en decidirse a decirlo.

―Volverá, no te preocupes.

―¿Lo crees?

La máxima preocupación de Mercy era pasar días sin él, de cualquier forma, ella sabía que iba a volver; pero siempre existía la posibilidad con Michael.

―Ustedes se pelean hasta los golpes de luego se suplican como psicópatas desesperados. No pueden pasar más de veinticuatro horas separados. Volverá.

Mercy sonrió discretamente, suspirando.

―Según la escala, ¿cuánto tiempo le das?

Ashton meneó la cabeza, pensando.

―Diez o doce horas, más o menos ―concluyó con una sonrisa.

porque sí, ellos tienen una escala para eso

btw, tengo que decir que la amistad mircy es la cosa más perfecta que he creado, ajá

comenten y voten, y las amaré hasta la luna y de vuelta <3

pd: luke y calum, los que se aparecen de la nada xd

xx.

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