—Creo que tengo que comprar champú con olor a hombre —dijo Michael, mientras masajeaba el cuero cabelludo de Mercy, quien se hallaba entre sus piernas debajo del agua de la bañera llena de espuma.
—Este huele bien.
—Sí. Para ti.
Mercy se echó a reír.
—Me gustas aunque tu cabello se esté cayendo y huela a almendras, Michael —le dijo, tomando las muñecas de él entre sus manos y llevándolas hasta sus hombros para que los masajeara.
—Tú también me gustas —dijo él, luego de un rato.
—Oh, vaya, que coincidencia.
—Deberíamos ser pareja, ¿no crees?
—Mircy —dijo ella, sonriendo como una tonta.
—Así que la pareja perfecta por fin está enseriándose —dijo Calum, pícaro, comiendo un sándwich enorme.
—Bueno, algo así —dijo Ashton, con su brazo alrededor de Frences.
Frences, con su cabello acomodado en un desprolijo moño y con casi nada de maquillaje, se veía en verdad como la novia de Ashton. Ella le había contado que estar con él le había liberado de mucha de la presión que sus padres ejercían sobre ella. Poco a poco, se había relajado más y más, porque Ashton le hacía sentir cómoda con no ser perfecta.
—Creí que los M&M's eran la pareja perfecta —bromeó Frences, sacándole una risita sarcástica a Mercy.
Ellos estaban muy lejos de ser la pareja perfecta. Pero no era como si quisieran serlo, ni mucho menos; ellos estaban perfectamente bien. Michael tomó su mano por debajo de la mesa y entrelazó sus dedos, sonriéndole.
—Nah —bramó Mike, restándole importancia, sin separar sus ojos de los de Mercy, porque pensaba exactamente igual que ella.
—Bueno, entonces... Luke y yo seremos pareja —saltó Calum, riéndose.
—No, no —le dijo Michael, fingidamente serio—, él es mío también. Aléjate.
Luke miró hacia todos lados y sonrió, negando con la cabeza. Calum hizo un adorable puchero.
—Tranquilo, Cal. Siempre habrá chicas buscando un enorme trasero —intentó reponer Michael.
—Qué mal intento de amabilidad, Michael —dijo Luke.
—Cállate, Luke —dijeron Michael y Mercy al mismo tiempo.
Habían aprendido de la peor forma la lección: Michael y Mercy no estaban diseñados genéticamente para soportar las fiestas. Por lo tanto, decidieron no ser demasiado jodidos en esta vida y ceder ante dos días de películas seguidos.
Mercy, tan dulce como alguien completamente agrio puede ser, escogió la película favorita de Frences y la reprodujo. Querido John era la típica trama de Nicholas Sparks: El amor imposible que se da entre una chica y un chico que está demasiado bueno como para ser verdad; y luego de alrededor de quince años y trescientas mil desgracias, terminan juntos, o algo así.
Por supuesto, Mercy no vio nada de la película. Estaba muy ocupada besando a Michael y sintiendo su abdomen como para ponerse a pesar en ello. Sin embargo, al parecer el tiempo voló, porque la película había terminado y ahora estaban bebiendo wiskey y jugando a "Verdad o Reto".
—Mercy, ¿verdad o reto? —preguntó Calum. Mercy sonrió torpemente. Había estado bebiendo sin parar.
—Verdad.
—Oh, vamos, cobarde —se quejó él, mientras todos se reían. Mercy se encogió de hombros, sin cambiar de opinión.
—¿Cuánto tiempo llevas enamorada de Michael? —preguntó él, tosiendo.

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that something | clifford
FanfictionMichael me quema cada vez que me toca. Su mirada verde es casi como si me dijera algo. La manera en que me trata, se siente como otra cosa. Es como si sintiera cosas que no puede decir. Pero, vamos, todos sabemos que Michael es gay.