Capitulo 13

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Bajé las escaleras lentamente mientras miraba el reloj, las agujas marcaban las diez en punto y estaba completamente segura de que Justin llegaría en breve.

Guardé mi celular en la cartera y tomé un abrigo por si el aire enfriaba. Estaba muy nerviosa, no sabía qué iba a decirle a Justin dado que lo que paso anoche fue un acontecimiento importante para mí y quizás para un hombre como él, con la vida casi resuelta, involucrarse con una adolescente sería un gran lío.

El timbre sonó y mis piernas comenzaron a temblar, agradecí que mi padre no se encontrara en casa ya que no sabía cómo iba a explicarle que iba a desayunar con Justin, mi profesor de historia.

Caminé lentamente hacia la puerta y solté un largo suspiro antes de abrirla. Justin estaba recostado contra la pared, vestía un pantalón oscuro que se ajustaba perfectamente a sus torneadas piernas, una camiseta escote en V blanca, botas militares y una chaqueta de cuero. Cualquiera que lo viera así nunca creería que era profesor de historia.

-Buen día, Justin –sonreí nerviosa y me acerqué a él. Besé su mejilla para luego cerrar la puerta a mis espaldas.

-Buen día, ____ -sonrió-. ¿Ya estas lista?

-Sí, te estaba esperando de hecho.

-Perdón por la tardanza –dijo mientras caminábamos hacia su Audi.

-Casi no me di cuenta –dije divertida.

Justin abrió la puerta del auto para mí y con una boba sonrisa subí al automóvil, lo observé rodear el auto y luego subir al asiento del conductor. Me coloqué el cinturón de seguridad y esperé a que arrancara para hablar.

-¿A dónde iremos? –pregunté mirando por la ventana.

-Te iba a llevar a desayunar pero cambié de planes –sonrió de lado.

-Pero comeremos algo, ¿verdad? –bromeé.

-Tenlo por seguro –sonrió.

Encendió el reproductor de música y seleccionó algunas canciones que me eran muy conocidas, la mayoría de ellas eran las que se encontraban en mi reproductor.

-Nunca creí que escucharas esta música –admití riendo.

-Déjame adivinar –rió- creíste que era un aburrido profesor de Historia que en su tiempo libre mira documentales, lee o prepara pruebas sorpresas para sus alumnos –dijo sarcástico.

-No tan así –reí.

No sabía a dónde nos dirigíamos, pero tampoco me importaba en lo más mínimo. Estar con Justin, riendo y cantando canciones de moda era muy divertido.

-Ya llegamos –anunció estacionando frente a una hermosa casa. 

-Es… es hermosa –sonreí torpemente.

-Gracias –rió.

Desabroché el cinturón de seguridad y estiré mi mano dispuesta a abrir la puerta pero Justin me detuvo. Me dedicó una hermosa sonrisa y luego bajó del auto. Reí cuando lo vi acercarse a la puerta del copiloto y con una reverencia abrir la puerta para mí.

-Eres un bobo –reí mientras salía del auto.

-No es forma para tratar a su profesor, señorita –bromeó. Extendió su mano para que la tomara y me miró con una dulce sonrisa.

-En estos momentos puedes ser cualquier cosa menos mi profesora, ¿sabes? –tomé su mano mientras le correspondía la sonrisa sintiéndome la persona más feliz del mundo.

Caminamos por el pequeño camino que atravesaba el jardín delantero, Justin soltó mi mano para sacar la llave de su chaqueta y abrir la puerta.

Me quedé sorprendida al ver el interior de la vivienda, todo era tan hermoso, tan lujoso.

Deseo ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora