Capitulo 16

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Estacionó frente a mi casa y no fue hasta ese momento que ambos volteamos nuestras miradas posándolas en el otro.

-No quiero pelear contigo –dijo en tono suave.

-No quiero ser tu alumna –contesté y bajé del auto intentando no caer.

Abrí la puerta de casa y entré antes de mojarme completamente, seguramente iba a pescar un resfrío. Subí las escaleras de a dos, ayudándome con la baranda. Entré a mi habitación y cerré la puerta de esta con un fuerte portazo que provocó que las paredes retumbaran.

Me deshice de mis prendas mientras caminaba hacia el cuarto de baño, encendí el agua caliente de la tina y esperé hasta que el espejo se empeñara. Entré con cuidado sintiendo como mi piel se erizaba ante el contacto del agua tibia.

Disfruté de la ducha como si hubiera pasado mucho tiempo desde la última vez que me bañaba. Aclaré mis pensamientos, no estaba dispuesta a rendirme y mucho menos a dejar que Justin sólo me considerara un niña inmadura.

Cerré el agua y envolví mi cuerpo en una bata violeta y mi cabello con una toalla blanca. Salí de la habitación y caminé hasta mi armario. Tomé algo de ropa y me vestí con esta rápidamente (http://www.polyvore.com/sin_título_171/set?.locale=es&id=46732846) para luego secar mi cabello.

Bajé nuevamente, caminé hacia la cocina percatándome de que mi padre no estaba. Seguramente estaba con sus amigos o trabajando.

Preparé un chocolate caliente y corté una rebanada de mi torta favorita la cual hago dos veces al mes. Puse la taza y el plato en una bandeja y volví a mi habitación.

Encendí la televisión y me recosté en mi cama tapándome con una manta.

-Llego a enfermarme y pagarás muy caro, Bieber –susurré para mí misma.

Mi celular sonó anunciando que un texto había llagado. Tomé el móvil y observé el nombre de mi mejor amigo escrito en grandes letras negras.

“Atiende el celular mocosa, estoy intentando comunicarme contigo hace horas”. Solté una leve risita y marqué el número de Chaz.

-¿Por qué no contestabas? –preguntó sin rodeos con tono “enfadado”.

-En donde estaba no había señal –respondí sonriendo aunque era obvio que Chaz no iba a verme.

-¿Y se puede saber a dónde estabas y con quién? –inquirió como si fuera mi padre.

-Quizás luego, estoy cansado y me siento mal. Quiero descansar, luego te llamo –dije y finalicé la llamada sin importarme lo que mi amigo pudiera pensar.

Bebí lentamente el chocolate y comí la porción de torta. Apagué la TV y me acurruqué en mi cama la cual estaba caliente y muy cómoda.

Cerré los ojos y sentí como poco a poco caí en un profundo sueño.

Deseo ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora