Capitulo 15

1K 33 0
                                    

Silencio, silencio, silencio. Eso fue lo que ocupó el resto de la mañana… No sabía cómo sentirme, había creado un mundo perfecto en mi mente y antes de poder cambiar algo ese mundo se desmoronó. 

Miré el cielo desde la ventana del automóvil de Justin, estaba gris y amenazaba con llover. Estaba tan absorta en mis pensamientos, en construir un muro de hielo que no pudiese quebrarse entre mi profesor y yo que no me percaté cuando la lluvia comenzó a caer. No fue hasta que sentí algunas gotas chocar contra mi rostro que salí de mis pensamientos.

Cerré la ventanilla y volteé a ver a Justin el cual estaba aparcando a un lado de la carretera.

-No deberías detenerte en estos caminos y menos si está lloviendo –le dije desviando mi mirada hacia otro lado… hacia la ventanilla, la alfombra, los espejos retrovisores, hacia cualquier lugar que no sea Justin.

-Lo siento, ¿Sí? –exclamó ignorando mi comentario-. No quería que te sintieras mal.

-¿Y cómo te está yendo? –pregunté irónica.

-Deja ese tono irónico y hablemos como adultos civilizados.

-No sé si lo habrás notado –me volteé para mirarlo con cara de pocos amigos- pero no hay nada de adulto en mí. Tengo 16 años, el único “adulto” aquí eres tú –dije haciendo comillas en el aire al pronunciar la palabra “adulto”.

-Basta, _____. En serio –dijo irritado.

-Llévame a casa –desvié mi mirada como si posarla en él fuera igual que tocar ácido.

-No hasta que me dejes hablar contigo –dijo como un niño al cual le habían quitado su juguete nuevo.

-Pues me iré caminando en todo caso –contesté enojada.

-Adelante, quiero verte –dijo irónico.

No lo pensé dos veces, abrí la puerta y salí al exterior. Me coloqué el gorro de mi campera y comencé a dar los primeros pasos sobre la carretera mojada.

Las gotas chocaban contra mi cuerpo, se deslizaban por mi piel, mojaban mi ropa, mi rostro, mi cabello… en fin, me hacían sentirme como una completa idiota.

-Te odio Bieber… -susurré sintiendo el frío colarse por mi ropa.

Cinco minutos habían pasado desde que salí del vehículo y ya lo había perdido de vista. La lluvia era una de las causantes de dicho suceso pero también lo era la carretera con sus múltiples curvas.

Sentí la bocina de un automóvil a mis espaldas pero no pensaba voltear. Lo acepto, ser caprichosa era un trabajo de tiempo completo el cual yo desempeñaba de maravilla.

-_____, entra sube al auto –gritó Justin bajando la ventanilla del vehículo.

-Oblígame –dije ignorándolo.

Conducía a mi lado y al mismo ritmo. Por Dios, ese hombre era más terco de lo que pensaba.

Sentí un brazo rodear mi cintura y no fue hasta ese momento que me percaté de que Justin había bajado de su Audi y estaba obligándome a subir a este.

-Suéltame Bieber –dije pataleando, gritando, golpeando su brazo pero era en vano. Él no pensaba soltarme y, tal parece, que cuando se propone algo no lo deja pasar hasta cumplir con su objetivo.

Casi a rastras Justin me sentó en el asiento del copiloto, colocó el cinturón de seguridad a mi alrededor y me miró con cara de pocos amigos.

-¿Por qué haces esto? –pregunté enojada.

-No te dejaré sola en la carretera con este tiempo y menos con tu edad.

-No soy una niña –solté entre dientes.

-Pues felicidades, te estás comportando como una –dicho esto cerró la puerta con fuerza.

Solté un suspiro entre dientes, ese hombre estaba sacándome de mis casillas como nunca alguien lo había hecho.

------

Deseo ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora