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10 de julio de 2005

Luke estaba aburrido.

Había perdido la cuenta de las horas en la que habían pasado sentado en el asiento del auto, pero estaba seguro de que fueron demasiadas gracias a dolor que sentía en su trasero.

Por lo que fue un gran alivio para el joven de cabellos dorados el momento en que el auto se estaciono. Lo que no tomo en cuenta fue que aún quedaba mucho más por hacer. Los camiones habían llegado antes que ellos, y los empleados ya estaban adentrando los nuevos muebles al lugar.

Aun quedaba algo de luz natural del día para la suerte de su familia, pero aquella posiblemente solo duraría unas cuantas horas, por cual debían apurarse. Al perecer sus hermanos no tomaron en cuenta eso porque lo primero que hicieron al llegar fue una carrera hasta la entrada para después empujarse mientras subían las escaleras para ver quien se quedaría con la habitación más grande.

Luke sabía que no importaría cuanto lo intentara, no podría nunca competir con sus hermanos mayores. Lo mejor que podía hacer era esperar en la entrada y ver como acaba aquella pelea.

Unos hombres pasaban por su lado empujando diferentes artículos para el hogar mientras que su madre daba indicaciones y exigía que no dañaran las valiosas reliquias familiares. Su padre se encontraba parado al lado de uno de los camiones, examinando que todo hubiera llegado, o muy posiblemente asegurándose que su preciada colección de libros antiguos hubiese llegado sana y salva (tuvo suerte que su madre no descubrió que los viejos libros habían venido junto a sus cubre mesas).

Sus ojos pasaron a ubicarse en una de la casa de al lado, específicamente la de derecha, mientras pensaba en quienes serian los dueños de aquella gran casa (casi tan grande como la suya).

¿Podría hacer amigos?

Él jamás había sido demasiado bueno con el tema de sociabilizar, pero sabia que esta era una nueva oportunidad para empezar de cero, y esta vez se aseguraría de no arruinarla. Lo que menos quería era pasar lo que quedaba de su vida en la escuela almorzando en uno de los salones de clase como en sus anteriores años.

—¿Por qué no vas a ver el vecindario, Luke? —hablo su padre, fijando su atención en él por un momento para luego volverla a poner en la caja de cartón que se estaban llevando los hombres.

—¿Desde cuando me dejas salir solo? —pregunto en cambio, levantando ligeramente una ceja confundido con la sugerencia de su padre.

Para sus cortos diez años no era normal para él salir sin supervisión de sus padres o uno de sus hermanos. Las veces que iba al parque siempre eran acompañadas de Jack o Ben, y cuando quería visitar a algún amigo (o más bien el único) siempre su madre se encargaba de llevarlo y recogerlo. Aquello siempre fue normal y lo entendía. Era joven y aun así otros niños tuvieran más permisos que él, sabía que ser el hijo menor no jugaba mucho en su favor.

—Una de las razones por las que nos mudamos fue porque esta zona es mas segura. Hay cámaras y supervisión las 24 horas. Solo no te alejes demasiado —respondió su padre, dándole un pequeño golpe en su espalda para después seguir meticulosamente al hombre que se estaba llevando la caja con sus preciadas posesiones.

Algo confundido solo se dejo llevar por su instinto aventurero y decidido dar la vuelta hacia la espalda de la casa, en dirección al jardín trasero. Su padre tenia razón cuando mencionó aquello de la "zona". Con el poco tiempo que llevaba en aquel lugar pudo darse cuenta de que las calles eran mucho mas limpias, tenían más iluminación y áreas verdes. Nunca fue bueno dándose cuenta de los detalles (tal vez por su corta edad), pero esta seguro que donde se encontraba ahora era completamente diferente a antes.

It Is Complicated✧mukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora