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5 de julio del 2009
Cuatro años después.

Un bufido salió de sus labios en el momento que volvió a notar sus agujetas desamarradas. Algo molesto tuvo que arrodillarse para poder hacer esta vez un doble nudo a sus zapatillas.

Al parecer hoy no era su día de suerte, porque en el momento que tuvo la intención de poner de pie un balón callo directo a su espalda, haciéndolo caer sobre su trasero.

Maldito sea su hermano que lo había obligado a salir de su casa porque su novia había venido de visita. Por su culpa acabo en aquel parque con un dolor en el trasero.

Unas zapatillas estaban al lado de sus piernas por cual levanto la mirada, para poder ver al dueño de estas, quien posiblemente también era el mismo dueño de la pelota que había provocado su caída. Uso su mano para tapar la molesta luz del sol que iba directo a sus ojos para poder encontrarse con los rojos labios de su vecino.

Michael se encontraba mirándolo algo preocupado, pasando a ofrecerle su mano para que pusiera de pie, la cual le tomo unos segundos aceptar. Una vez estuvo de pie pudo apreciar mejor al castaño, quien llevaba una vieja camiseta junto a un pantalón deportivo. Había un poco de sudor en la frente del chico, además de tener las mejillas rosadas.

—Uh, lo siento, Luke. No me fije a donde patee el balón.

—Michael Clifford disculpándose, no creí que llegaría a seguir vivo para cuando eso pasara —se burló, sacudiendo su trasero al darse cuenta de que sus pantalones habían acabado llenos de polvo —. ¿Por qué siempre que nos encontramos yo termino en el piso?

—Malos reflejos, Hemmings —dijo Michael con una sonrisa en el rostro mientras que sus pies movían el balón de un lado al otro —. ¿Harás algo estas vacaciones?

Luke mordió su labio inferior, intentando pensar en sus planes de este año. Empezaría le secundaria en unos meses por lo cual a su padre se le ocurrió la genial idea de posiblemente hacer un viaje antes que comience la "etapa mas importante de su vida". Le parecía tonto, pero de igual manera le gustaba la idea de salir del país por unos meses y alejarse del molesto calor que se sentía en el verano.

—Iré de viaje, creo. Primero debo sobrevivir a mi madre y su lista de escuelas —rio mientras intentaba quitarle el balón a Michael, pero aquello parecía imposible porque cada vez que su pie lograba siquiera rozar la pelota esta ya se encontraba en otro lado —. ¿Tú?

—Olvide que entras a la secundaria —comento el castaño en voz baja, haciendo una mueca de asco —. Pues, intentare hacer tiempo para jugar fútbol con todas las actividades a las que me inscribió mi mamá.

Un suspiro salió de los labios de Michael. Creyó que no era a causa del cansancio por el deporte que estuvo o estaba haciendo, sino mas bien por el estrés que casi siempre comentaba que sentía cuando su madre empezaba a ocupar su tiempo libre con actividades extracurriculares.

Desde que ambos se conocieron recuerda que era demasiado difícil poder quedar con Michael para jugar videojuegos. Era de esperarse que ambos terminaran distanciados al final. Diferentes escuelas, horarios y actividades. No eran los típicos amigos que podía decir que espero que serian cuando era mas chico, pero se llevaban bien y solían pasar buenos momentos cuando sus padres asistían a las mismas reuniones de negocios y los llevaban.

Siempre se quedo con ganas de conocer mas a Michael Clifford, sentía por alguna extraña razón que cada pequeña charla que compartían no era suficiente, ya que casi estas lo dejaban con ganas de saber mas detalles de cada cosa nueva que llegaba a enterarse, pero su curiosidad se iba con el tiempo, al igual que Michael de su vida.

It Is Complicated✧mukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora