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13 de noviembre del 2016
Cuatro meses después.

Michael estaba seguro de que su cabeza explotaría con tantos trabajos que había estado acumulando estos días. Su vida era un completo desorden.

Le gustaría decir lo mismo de su nuevo compañero de habitación, pero aquel no parecía ser el caso. Calum había pasado el primer mes de clases en algo parecido a una depresión "post partida de Ashton", en la cual él tuvo que asegurarse de mantenerlo bajo su vigilancia casi todo el día. Había días que hasta olvidaba comer o no tenía las fuerzas suficientes para salir de su cama.

Al final, Ashton tuvo que tomar un vuelo a Londres, donde para su suerte consiguió un nuevo contrato con una revista por seis meses. Ahora, Calum pasaba casi todos los días en el nuevo apartamento que el rizado había comprado. Para su suerte el moreno no tardo en ponerse al día en sus asignaturas antes de poder reprobar alguna, pero su caso fue todo lo contrario. Jamás fue bueno con la parte de recuperar el tiempo perdido.

Se encontraba en la biblioteca, terminando una de sus tantas tareas. Kevin estaba sentado en frente suyo en un intento de darle "apoyo moral" aun así se encontrará jugando un videojuego en su laptop, sin prestar demasiada atención a lo que estaba haciendo, ya que según él el wifi de la biblioteca era el mejor. Michael estaba seguro de que debía buscar mejores amigos.

—No sabes de que me entere hace tan solo unos días —murmuro el chico, poniendo su rostro a un lado de la computadora para poder verlo. Michael levanto la mirada de su cuaderno, esperando a que continúe —. ¿Te acuerdas de Cody?

—Uh, sí —respondió algo incomodo, recordando la última vez que había visto al chico. Cuando Luke lo golpeo en aquella fiesta.

—Bueno, como sabes deje de juntarme con él desde el "accidente" —comento Kevin, refiriéndose al incidente de los pasillos hace años —. Se graduó junto a tus otros amigos, y gracias a un amigo en común me enteré de que fue despedido de su trabajo en la corte por aceptar un soborno de un cliente. Además, esta con cargos de robo en la empresa que trabajaba.

—Oh...

—El karma llega —fue último que dijo el chico de cabello marrón para después volver a poner sus ojos de nuevo en su videojuego.

Michael nunca creyó en el "karma". No le gustaba la idea de intentar reconformarse a sí mismo, creyendo que algo igual o peor de horrible le pasaría a alguien que lo daño. Sentía que eso lo hacía caer igual de bajo de aquella persona, simplemente por pensar en una forma de castigo tan dolorosa como lo que paso. Tal vez solo creía en la parte de que las malas acciones llevan a malas consecuencias. Nada más.

Decidió no mencionar algo más, no sintiéndose tan a gusto con el tema y volver a su reporte. Pero, al parecer aquello no pasaría cuando su teléfono volvió comenzó a vibrar sobre la mesa, quitándole la poca concentración que le había costado recuperar. Su mano no tarde en atrapar el aparato en el momento que sus ojos vieron el nombre en la pantalla.

Era Luke.

La última vez que se vieron fue una semana antes que las vacaciones de verano acabaran. No hubo mucho tiempo para salidas esta vez, pero si el suficiente para disfrutar la presencia del otro. Era raro no haber podido besar a Luke todo este tiempo, o ni siquiera poder sentir su tacto. Su cuerpo estaba demasiado acostumbrado al alfa, y fue bastante difícil que aquella se fuera.

Al comienzo le costó un poco. Sus tardes ya no se basaban en ir al pequeño apartamento del rubio. Ahora las pasaba en la biblioteca, algunas veces con la compañía de Kevin u otras de Calum (cuando este no estaba con Ashton). Intentaba mantenerse ocupado, era lo que mejor le funcionaba.

It Is Complicated✧mukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora