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27 de mayo del 2013
Misma noche.

Sus ojos se fueron hacia los objetos tirados en el suelo, intentando descifrar que era lo que había pasado antes de su llegada.

Había una botella de perfume rota en el suelo y el contenido estaba regado al lado de otros productos que supuso que eran para el cuidado de la piel.

—M-Michael, mierda, necesito que te concentres —dijo, esta vez poniendo ambas manos en las mejillas del chico para poder mirarlo a los ojos —. ¿Qué necesitas?

—I-Inyecciones —murmuro Michael, pasando a cerrar los ojos fuertemente cuando quiso ponerse de pie —. N-No podre-... no voy a-... duele, Luke. A-Ayúdame.

—No puedo pasar tu celo contigo, Mike —decir aquellas palabras fueron demasiado difíciles para su alfa, pero ahora mismo necesitaba estar más conectado con su parte humana —. Tú no me quieres a mí, tú quieres un alfa.

—T-Te quiero a ti, Luke —confirmo el teñido, poniendo sus manos sobre las suyas —. P-Por favor... Tu olor, tú..., siempre eres tú.

Era imposible controlarse para él cuando Michael estaba prácticamente rogando, con los ojos cristalizados y la mirada puesta sobre él.

Maldijo internamente y soltó un suspiro, sabiendo que posiblemente se arrepienta de esto en un futuro, pero ahora mismo no podía pensar en las consecuencias que traerían sus actos.

Se puso de pie, quitando sus manos de las mejillas de Michael, viendo su rota mirada ante la pérdida del tacto. Para el alivio del chico agarro su muñeca, haciéndolo ponerse pie. Sus manos ahora agarraron la piel de los muslos pálidos muslos, levantándolas y haciendo que se enrollaran alrededor de sus caderas. Michael jadeo por la sorpresa y envolvió sus brazos alrededor de su cuello.

No le tomo mucho darse cuenta de cuál era la habitación de Michael cuando vio un póster pegado en una de la puerta (estaba seguro de que era el mismo de hace años). Llevo a Michael hasta esta mientras él refregaba su nariz contra su cuello, no ayudándolo demasiado.

Lo dejo caer sobre el colchón de la gran cama del centro. Los cabellos del omega estaban despeinados, la respiración agitada y los rojos labios abiertos —Dios, aquella imagen quedaría guardada para siempre en su cerebro.

Su cuerpo se posiciono sobre el del teñido, soltando un gruñido en el momento que la caliente mano de este se metió dentro de su camiseta. Sus labios se posicionaron en el cuello, dejando besos por el largo de este, haciéndolo sacar más dulces jadeos. Su nariz aspiraba el aroma, aquel aroma que lo había estado volviendo loco todo este tiempo.

—D-Dime... dime que me dirás que pare si algo te molesta —logro decir el rubio mientras sus manos se adentraban por debajo del suéter del chico, haciendo que este volviera jadear cuando las yemas de sus dedos tocaron la piel baja de su estómago.

—E-Esta bien —susurro Michael con la voz rota. Necesitaba más de su tacto —. Luke...

—Tu aroma me vuelve loco. Todo este tiempo fuiste tú —gruño contra la piel del cuello de Michael mientras sus manos iban subiendo por dentro de la prenda hasta llegar a sus pezones.

Michael era un desastre ante su tacto, y le encantaba. Tuvo que sacar sus manos de la caliente piel del chico haciendo que este gimoteara por la pérdida para poder quitarse su camiseta y luego el suéter de este junto a los pantalones.

Sus labios volvieron al cuello de Michael, dejando un camino hasta a las clavículas, donde no pudo evitar enterrar ligeramente sus dientes haciéndolo escuchar el mejor sonido que sus oídos podrían escuchar. Un dulce gemido salió de aquellos rojos labios, yendo directo hacia su miembro.

It Is Complicated✧mukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora