42

23 5 4
                                    

Taehyung, JungKook. 

No había otra cosa que se pudiera definir como la melodía más hermosa del mundo para Tae en esos momentos, simplemente aquellas palabras lo eran todo. 

—Por favor Tae, no te vayas. 

—Bueno, creo que puedo cambiar de opinión.— Una sonrisa en los labios de Tae se fue formando mientras se separaba de Kook para pasar a entrelazar de forma suave y tímida sus manos. 

—Puedo prestarte ropa y sabes que por la cama no hay problema mientras respetes mi lado. 

—Me quedaré entonces, gracias. Ah, y ni te esfuerces en recordarme lo de tu lado de la cama, ya he tenido suficiente de tu "Hyung, quítese de ahí, usted va a la izquierda, ¡No, Hyung! "— La voz del mayor era burlona y acompañaba su oración formando comillas con sus dedos. En ese momento, JungKook golpeó fuertemente el hombro de Kim sin intención de lastimarlo, aunque la cara de dolor de Tae dejó ver que había logrado lo contrario. 

—¡Aaah! No. Entonces me voy, no soportaré tus maltratos, Jeon JungKook.— Era curioso cómo es que Tae de vez en cuando hacía ese tipo de cosas para molestar o hacer reír a Jeon, además de que, después de hacerlo, siempre terminaba recibiendo mimos del contrario, tal vez era por eso que se esmeraba en actuar. 

—Taehyung, en definitiva no puedes irte ahora, es tarde y puede pasarte algo malo, no dejaré que te arriesgues. Así que no te queda más que aceptar mis golpes y meterte en mi cama después de que te bañes y te pongas la ropa que te voy a prestar. Entra ya, no seguiré discutiendo.— La dualidad del menor solía sacarlo de quicio a veces, de buena o mala manera, en este caso, era la primera. El hecho de que el tierno JungKook se escondiera y dejara salir este lado más masculino de él, era tal vez uno de los factores en los que Kim había caído sin darse cuenta. Justo como ahora. 

—No. Me voy. Adiós.— Pero a Taehyung le encantaba hacerlo enojar también. 

Kim comenzó a caminar alejándose poco a poco de la puerta del menor hasta que, de forma rápida y firme, fue sujetado por su cintura y cargado como si fuera solo una bolsa con ropa. La parte de su torso miraba la espalda de JungKook y sus piernas colgaban sobre el pecho del mismo. 

—¡Bájame, baboso!— De todo lo que el castaño hubiera hecho, en definitiva no esperaba esa acción. 

—No.— La voz de Jeon sonaba muy decidida. 

—¡En algún momento vas a tener que soltarme, y te vas a arrepentir, te tendré piedad si me bajas ahora!— En ese momento se encontraban camino a la habitación del dueño de la casa, no faltaba mucho para que Kim pudiera vengarse. 

—Sí, sí.— JungKook solo podía burlarse, en definitiva no dejaría que siquiera intentara tocarlo, no podría. 

Antes de llegar a su habitación, Jeon cambió rápidamente el rumbo hacia su baño. Esa sería, por mucho, la mejor travesura que le habría hecho a Tae hasta ahora, después de hacerlo solo le quedaría rezar porque no lo mataran. 

—¿A dónde vas?— La voz confundida del mayor únicamente lo hacía reír.

No le tomó mucho abrir las llaves de la regadera para que esta dejara salir agua, por suerte ésta no tardaba en comenzar a entibiarse. 

—No. Te. Atrevas.— Y fue cuando Tae lo entendió. 

—Sí.— Esa fue la última repuesta del menor antes de proceder a aventar a Tae al agua y ver cómo éste intentaba salir rápidamente de ahí. 

—No irá a ningún lado, Hyung. ¿A dónde irá todo mojado?— Ambos se encontraban forcejeando, Tae para salir de ahí y JungKook para evitar que lo hiciera. 

—Aaaah, quería ducharme más tarde, ¡JungKook! Y en definitiva, sin los tenis puestos, ¡Aaaah!— Duraron un minuto más ahí, el baño se había vuelto un desastre con agua por todos lados y gritos de desesperación de Tae aparte de las risas escandalosas de JungKook. 

—Ya está. Le traeré ropa, una toalla y le prestaré algo para sus pies de inmediato, termine de bañarse y para cuando eso pase, todo estará aquí afuera, no se preocupe, puede quedarse a dormir.— Kim no estaba molesto, para nada. Lo único que no le hacía quitar aquel puchero de sus labios era el hecho de que sus tenis favoritos tendrían que ser lavados de nuevo.

—Tú lavarás toda mi ropa y la que use tuya hoy también, JungKook. Ve por por lo que dijiste y dame privacidad.— La boquita de Tae seguía en aquella posición de desagrado y tristeza incluso cuando JungKook ya había comenzado a irse. No quería y no debía dejarlo así. 

—Hyung.— Antes de irse de verdad, JungKook llamó al mayor y en cuanto este dirigió su vista hacia él, corrió con cuidado hasta llegar a sus labios para darle un pequeño y corto beso. —No olvide que esto lo hice con la completa intención de que no se fuera, no me mate, sé que tampoco quería irse.— Aquel pequeño gesto había hecho que todas las defensas del mayor cayeran, una vez más se encontraba sin salida ante los encantos de Kook. 

—Eish.— Dicho eso decidió dejar otro diminuto beso en los labios del menor.— Ve por mi ropa. 

Ambos se separaron y JungKook salió del lugar. Cada uno del otro lado de la puerta no podía evitar sonreír, era completamente involuntario. 

Después de cenar cereal, ver la televisión un rato y discutir por cuarta vez sobre el lugar en el que Tae debía acostarse... Esa fue la primera noche que tomaron su mano mientras dormían. 


 Hola, hola

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

 Hola, hola... 

Bueno, por favor, discúlpenme otra vez ): 

No hay pretexto alguno, solo no sabía muy bien qué hacer en este capitulo y por eso había tardado en actualizar, pero aquí estoy otra vez, la verdad a mí me gustó y espero que a ustedes también, esa es mi prioridad )': No olviden que los amo demasiado y que haré todo lo posible por actualizar más seguido. Ya casi salgo de vacaciones, así que... 7u7 (Bueno, aún me falta un mes, jaja)

Otra vez, gracias por todo y por esperar la actualización, espero que les guste mucho, no olviden que los amo, cuídense demasiadoooo, bai. <3 



NADA ES LO QUE PARECE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora