28

28 4 1
                                    

Hoseok 

Al parecer, nadie en el grupo había leído su mensaje. 

Recodó que había demasiadas cosas en las que los demás estarían ocupados  y sólo se dirigió a su casa. Llegó al rededor de las ocho y no pudo ocultar que los nervios se acumularon en él al pensar en lo que pasaría con YoonGi.

Las puertas de ambas recámaras estaban cerradas y la única luz encendida era la de la cocina. 

Aagh, genial, ¿De dónde irá a salir el asesino?  El ambiente de la casa le inspiraba por alguna razón, miedo; todo era muy silencioso pero era considerablemente temprano como para que todos se hubieran ido a dormir. Se dirigió a su habitación y sólo vio a Jimin ya en sus cobijas y dormido; después de esto fue a ver a Nam y lo encontró revisando su celular, dirigió su mirada hacia YoonGi y puedo ver que estaba dormido pero sin ninguna cobija encima, y en una posición algo incomoda desde su punto de vista, raro en él. 

  —¡HOBI!— En cuanto vio al ahora rubio, Kim se levantó emocionado y lo miró sorprendido.—No puedo creer qué lo hicieras, en serio te queda bastante bien ese color.— Jung sonrió y señaló a YoonGi, dando a entender a Nam la duda que había surgido en él. —Ven, vamos a la sala. 

  —¿Por qué esos dos ya están dormidos? No me digas que decidieron evadirse así. —Hoseok tomó asiento mientras hablaba y Kim lo imitó. 

—De hecho, pasaron cosas interesantes mientras no estuviste, por cierto, gracias por dejarme sólo.—Ambos rieron levemente y Nam siguió hablando.—Resulta que, no sé por qué, Yoongi y Taehyung se vieron hoy, pero no sé a dónde se fueron porque Min regresó completamente perdido.—Jung abrió los ojos a manera de sorpresa.— Me refiero a que estaba ebrio, Jung. Cuando llegó se puso a gritarme y a reprocharme por lo de Jimin, pero a él le tocó la peor parte; igual le reclamó por lo que hizo con Jungkook y le dijo que lo quería y que le gustaba. Era un desastre, ambos estaban llorando demasiado. Pero lo más feo es que YoonGi dijo que había besado a Tae, que no lo dudo porque imagino que él estaba igual de intoxicado que Min.

  —No debí dejarlo salir, ¿Cierto?—Hobi cerró los ojos y la culpa entró de inmediato a su pecho. 

—No es tu culpa que él haya decidido embriagarse y hacer quién sabe qué más. Ahora sólo hay que esperar a que esos dos despierten mañana. Vamos a domir, ¿Sí? Creo que es bueno que nos acostemos temprano.

—Claro. Oye, ¿Qué ha pasado con Jin, cómo está? Nunca nos dijiste que pasó el día que no llegaste.—Hoseok tenía que enterarse, su amigo no había querido dar detalles. 

—Bueno, hasta ahora todo bien, y...—Namjoon se sonrojó ante lo que estaba por contarle a su amigo.—Jung, ya no soy virgen.—Al escucharlo, Hobi gritó y se levanto de su lugar colocando sus manos en el aire mientras los movía de un lado a otro. Kim se sonrojó aún más y lo calló mientras lo jalaba hacia su asiento.—Basta, cállate.—Los dos se rieron y Hoseok se controló. 

—No puedo creerle, en serio. Felicidades Nam, no te pido detalles, pero si quieres...—Hobi lo miró alzando una ceja y ocasionó que Namjoon volviera a reír. 

—No te diré nada, jaja, Chismoso. Vamonos ya.—Los dos se separaron y entraron a sus respectivas habitaciones, despidiéndose con un "Hasta mañana"

Por la mañana, Hobi salió a correr, es un hábito que le gustaba mucho, aunque hubiera veces que no pudiera llevarlo acabo. De regreso a su casa, compró unos paquetes de Ramen porque le daba algo de pereza tener que cocinar algo más; cuando llegó, escuchó las risas que venían desde la habitación que Nam y YoonGi compartían, y con el estomago revuelto por los nervios, fue a ver qué pasaba. 

NADA ES LO QUE PARECE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora