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TaeHyung

Un poco antes del incidente con Minho, el castaño había tenido que lidiar con uno de sus compañeros de clase que en realidad  no le caía del todo bien. 

JiSung era de esas personas que se la pasaba hablando la mayor parte del tiempo y que gracias a eso iba pidiendo tutorías a cada alumno bueno de la escuela; al mismo Tae se le había acercado un día pero este lo había evadido diciendo que después de clase tenía que trabajar y su tiempo era muy limitado. Para la suerte del castaño, no tuvo que mentir, en aquella ocasión, en realidad había encontrado un trabajo de medio tiempo. 

El peli-azul en estos momentos, se encontraba totalmente perdido con la clase se inglés, no había manera de que pasara ese año, y no es que no pusiera atención, simplemente que cada cosa que decía su profesor, si bien parecía entrar en su cabeza al principio después se iba como si su cerebro lo rechazara. Y todos podían notar eso, ya que Kim disfrutaba demasiado esa clase por dos razones: le gustaba la materia y era la única hora en la que Han JiSung se quedaba completamente callado. 

Si bien lo molestaba un poco ese aspecto de su compañero, TaeHyung no había tratado realmente al peli-azul, eran limitadas las ocasiones en que habían entablado una conversación que pasara del saludo y por ello es que no salió corriendo esa mañana cuando Han se le acercó. 

—Ah, hola Tae, soy JiSung, bueno, creo que sí nos conocemos, voy aquí, en tu clase, contigo, soy de tu edad, en fin, casi no hablamos y... bueno, yo quería pedirte un favor.—Cualquiera que tuviera ojos podría percatarse de lo nervioso y adorable que lucía JiSung en ese momento, y como Tae no era una persona mala en absoluto, su corazón se sintió enternecido ante la imagen de su compañero intentando hablarle, y la imagen que estaba proyectándose en su cabeza en ese momento, fue lo único que su boca materializó como una respuesta. 

—Pareces una ardillita.—Acompañado de aquella oración, una sonrisa se dejó ver en los labios de Tae, y las mejillas del contrario se pusieron un poco rojas.—No te enojes, sé que no hablamos y sé que existes, JiSung, y sé todo lo que ya me dijiste, en fin. ¿Qué querías pedirme?—JiSung no lucía molesto y en realidad no se sentía de esa manera, era solo el hecho de que sus amigos eran los únicos que le habían hecho era clase de comentario y era más para demostrarle afecto que como insulto, por ello, se confundió al escuchar aquello del castaño. 

—Sí, mis amigos suelen decirmelo mucho.—Han dejó ver la confusión en su rostro al comenzar a hablar y reunió todas sus fuerzas continuar, porque si bien eran de la misma edad, Tae era el chico más conocido y aunque no quisiera, ese aspecto intimidaba al peli-azul.—Bueno, yo quería saber si podrías pasarme en número del novio de Jin Hyung.—No, Tae no se lo pasaría a menos que fuera por una buena razón. 

—No quiero ser grosero pero, ¿Para qué quieres su número?—JiSung entendió que TaeHyung, tal vez estaba confundiendo el concepto. 

—No me gusta, TaeHyung. Puedes estar tranquilo. Es solo que escuché que Jin dijo que su novio era muy bueno en inglés y yo, necesito un poco de ayuda, es todo.—La voz del contrario sonaba un poco apagada. 

—Bien, te lo pasaré, aunque sí quieres, esta vez yo sí podría ayudarte.—Kim sonrió amablemente, se sentía mal por habersele negado la vez anterior cuando al parecer, su compañero no era tan molesto como aparentaba. 

—No,gracias.—Contestó Han con la mirada en su teléfono mientras buscaba lo necesario para registrar el número del mayor.—No quiero molestarte. ¿Está bien si me pasa ya el número? Quiero buscarlo lo antes posible. 

—No te gusta. ¿Verdad?—Tae solo quería asegurarse de ello, no sería en encargado de darle el pase a alguien para que arruinara la relación de sus Hyungs. 

NADA ES LO QUE PARECE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora