TIME

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MinHo

El proceso de rehabilitación siempre es difícil, más cuando una persona tiene antecedentes de intento de suicidio:
MinHo tenía que estar vigilado la mayor parte de su día por un hombre que siempre lucía aterrador, le daban sábanas para su cama solamente por las noches, no le daban cubiertos normales, únicamente de plástico y alejaban cualquier tipo de cloro o detergente de dónde el estuviera; nunca imaginó sentirse aún peor dentro de una clínica que se suponía, se iba a encargar de hacer lo contrario.
Sumado a eso, sus padres tuvieron problemas legales contra la escuela y contra los padres de los chicos que lo maltrataban, era una pesadilla tener que ver a tres familias pidiendo disculpas por sus hijos, más cuando estos no hacían nada más que verlo mál escondido detrás de las espaldas de sus padres.
Todo durante esos tres meses era horrible, cada vez que tenía un ataque de ansiedad, sentía que nada tenía sentido en realidad, sin embargo, después de calmarse un poco, pensaba mejor las cosas, terminar de forma definitiva nunca es una buena salida: Tienes mucho que cumplir, Lee, no puedes echar tantos años vividos a la basura.

Han, JeongIn y HyunJin, iban a visitarlo casi a diario, y cada uno de ellos lloró demasiado al poder verlo después del incidente, se disculparon tantas veces como pudieron y abrazaron por largos minutos a MinHo por no haber estado con él cuando los necesitaba, el casi perderlo les hizo ver demasiadas cosas.
Matthew término por irse a Busan, desde ahí, le mandaba una carta por semana a Lee, sin falta, no podía verlo porque su estado tampoco era bueno, y no sabía qué tanto le afectaría al menor verlo de esa manera.

Todos estaban para él, cada una de las personas que amaba, le decía que saldría de eso a como fuera lugar.

Luego estaba HoSeok, que había logrado verlo hasta después de tres días de que fuera formalmente ingresado a la clínica: en cuanto entró al cuarto de aquel chico que tanto le gustaba, sintió que algo se rompió dentro de él, su piel era de un color más pálido de lo normal, tenía unas grandes ojeras rodeando sus ojos, y, cuando su mirada se posó sobre él, Lee se levantó como pudo de la cama y corrió a abrazarlo. También me gustas, HoSeok Hyung, lamento no ser lo que necesitas, pero por favor, no me dejes, no ahora. Sí bien esas palabras eran todo lo que Hobi había querido escuchar es esos meses, no quería que fuera de esa manera, con Lee entre sus brazos cuidando que no cayera al piso por lo débil que estaba.
Jung obedeció las palabras del menor y durante esos tres meses, siempre al salir de la escuela, iba a la clinica para pasar hasta tres horas con él hasta que, prácticamente, lo corrían.

NamJoon, Jin, YoonGi y JiMin no habían dejado de apoyarlo ni un solo día y también acudían de vez en cuando a ver a Lee para hacerlo reír hasta que no pudiera más.

Tres meses, tres largos meses de recaídas y mejoras, tres meses que habían por fin terminado.

Si bien Lee no estaba dado de alta completamente, hace dos días le dieron la buena noticia de que era capaz de continuar el tratamiento desde su hogar, con muchísimas restricciones y cuidados, pero en su hogar.

Hoy era el último día de MinHo en aquel cuarto blanco, y esperaba no regresar jamás.

-Lee.- Habló HoSeok desde la puerta del cuarto del menor.- Tus papá ya llegaron, ya podemos irnos.- MinHo tomó sus cosas y limpió una que otra lágrima de su rostro, por primera vez en mucho tiempo, estaba realmente feliz.

JiMin, YoonGi, NamJoon, Jin, JungKook, Taehyung.

-¿Pueden terminar de poner de una buena vez ESE BENDITO CARTEL?- Gritó JiMin un poco exasperado desde la cocina.

-Jin Hyung es muy torpe, JiMin, No me grites.- Alegó en su defensa Tae, quién se encontraba desde hace cuando minutos arriba de una silla, esperando que el nudo del otro lado del cartel, fuera lo suficientemente fuerte para que no se callera.

NADA ES LO QUE PARECE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora