61

8 2 0
                                    

TaeHyung 

—Entonces, esa foto ¿Es real?

No, no, no. TaeHyung estaba seguro de que esa noche no había bebido de más y de que en ningún momento MinHo había estado tan cerca de él. Él lo sabía y aún así no se explicaba como es que aquella imagen lucía tan real. 

—YoonGi Hyung, ¿De verdad crees que yo haría algo así?—Pronunciar cada palabra incluso lo hacía a él dudar de sí mismo, no lograba crear una imagen estable de la fiesta y el hecho de que sus propios amigos tuvieran que preguntarle no ayudaba en lo absoluto. 

—No voy a mentirte, aunque somos amigos, no sé cómo eras hasta antes de que yo te conociera, sin embargo, tomando en cuenta la persona que tú me presentaste como TaeHyung, no. No creo que lo hayas hecho.

El castaño sonrió de forma melancólica, y lo que diría era más para hacerse creer a sí mismo que él no era esa persona, no para convencer a su amigo.

—Cuando Jennie se fue yo... creí que nunca lograría querer a alguien igual, ¿Sabe? Ella era lo único en lo que mi mente pensaba cuando me preguntaban si creía que la perfección existía. Ella era...—Kim se detuvo un momento para comenzar a llorar, otra vez, y pensó que debía parar porque su nariz iba a terminar deshaciéndose por tanto limpiarla.—era la única persona con la que quería estar, para siempre.—Haber dicho eso antes probablemente lo habría hecho sentir demasiadas cosas, incluso pudo haber sentido el mismo dolor de hace meses, pero esas palabras  carecían de sentido en ese momento. Porque en realidad, si bien Jennie había dejado una gran marca en su vida, no se acercaba ni un poco a lo que ahora era Jeon JungKook.—Pero pasó, Hyung, un día caminaba por el bosque después de besar a un buen amigo sin saber qué hacer y me encontré con un chico de cabello castaño completamente deshecho.—Una pequeña risa melancólica salió de sus labios y sintió de nuevo aquella molesta compresión en su pecho.—Y mis padres siempre me han advertido que me aleje de los problemas que vea en la calle, pero ese día no pude, porque... literalmente vi a un angelito lastimado en el piso, YoonGi Hyung.—Los sollozos eran cada vez más fuertes y no sabía cómo controlarse.—Si me preguntaran en este momento quién es la persona que más quiero, no dudaría en mencionar a JungKook, porque lo es, Hyung. Él es todo lo que quiero ahora y lo alejé, ¡Yo lo lastimé!

Yoon en definitiva no sabía cómo hacer para que su amigo dejara de llorar, ¿Qué le dices a alguien que cree haber perdido todo? 

—Yo te creo, ¿Sí? Vamos a arreglar esto, Tae Tae, en serio.—YoonGi no sabía si podría cumplir aquello, pero ahora no le quedaba más que abrazar al castaño frente a él. 

—Necesito verlo, necesito ir con Kookie, por favor.—Pidió Kim casi a gritos, no obstante, Min sabía que el menor necesitaba escucharlo primero para lograr que Jeon le creyera. 

—Fue JiSung, bueno, él y sus dos amigos. Ellos se encargaron de la foto.—Tae no era un tonto y aunque lo que YoonGi le dijo era casi obvio, seguía causándole muchísima rabia el tener que escucharlo. 

Antes de que la historia del mayor pudiera continuar, el timbre sonó haciendo que los amigos se asustaran, y algo se iluminó en los ojitos de TaeHyung: esperaba que fuera JungKook. 

Min tomó la iniciativa y se dirigió a abrir la puerta, creyendo que alguno de sus amigos había llegado para ayudarle a animar a TaeHyung, sin embargo, el chico de cabello castaño que YoonGi juraba era un hermano perdido de Tae era el que se encontraba en frente de la puerta. 

—Hola Hyung.—Saludó HyunJin haciendo una reverencia.—Estoy buscando a TaeHyung.

—Deja que pase.—Kim ahora estaba detrás del mayor de los tres, en realidad creía que el chico ya no iría a su casa, pues había tardado demasiado. 

NADA ES LO QUE PARECE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora