POMPEIA

Seis

Los días volvían a tener color para ambas chicas ya que tenían un motivo por el cual estar despiertas, el día de hoy la pelinegra debía ir a casa de su padre ya que le había prometido a su hermana que irían a ver una película los 3 juntos en familia, para la ojiverde su hermana menor era su más grande tesoro aparte de su padre ya que los dos eran la única familia que le quedaba y estaría dispuesta a dar todo por ellos. Sin embargo, como en toda historia existió un momento en que las cosas no fueron así sino lo opuesto a todo lo que hoy en día es la pelinegra, el tiempo y las cosas la hicieron ir dándose cuenta de muchas cosas en las que estaba mal, algunos dicen que con el tiempo todo debería mejorar pero ¿Qué pasa si esto no es así? mientras para unas personas las cosas no tardan en mejorar para otras esto parece jamas llegar a suceder, pero ¿Realmente no lo hacen? aveces estamos tan ocupados viendo todo lo negativo que nos pasa que dejamos de lado lo demás y no nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que lo perdemos.

Como siempre María Jose la alumna ejemplar de carácter rígido se levantó temprano para ir a la escuela y fue la primera en llegar, ya no era nada sorprendente verla media hora antes de que las clases iniciaran sentada en la primera banca de la fila central todos sabían que ese era su lugar, nunca le había gustado hablar con nadie más que con su amigo Mario de echo era el único amigo que tenia realmente en la escuela ya que fuera de esta estaban Paula y Johan y tal vez ¿Daniela? no lo sabía pero lo que sentía al estar cerca de esa chica era distinto a lo que jamas había sentido ni siquiera antes, la pelinegra siempre fue muy reservada en el sentido de su pasado las únicas personas que sabían de ello eran 3 pero desde que les contó había dejado en claro que no quería hablar de ello por lo que nunca tocaban ese tema, las otras dos personas que sabia era porque lo habían vivido junto a ella y aun así odiaba el echo de que le preguntaran sobre eso.

(...)

La castaña siempre se despertaba a su hora de siempre, no llegaba ni tan temprano a la escuela ni tan tarde sólo a tiempo para tomar un buen asiento su compañera de lugar era Kim la chica que le habían presentado sus dos amigos el primer día en que llegó además de Juanpa, no parecía tener problemas con sus compañeros ya que le gustaba hablar con todos pero un chico en especifico era el que no la dejaba en paz aunque ella ya había aclarado que no quería nada con él este seguía insistiendo pero la ojimarrón ya lo había visto hacer lo mismo con otras chicas de la institución por lo que no le hacia caso aunque si le hablaba ya que para ella nadie se merecía ser odiado, no odiaba a nadie porque decía que a pesar de lo que la gente haga no se merecen el ser odiados el perdón para ella siempre algo no tan difícil de dar ya que tenía un corazón muy noble incapaz de ser cruel con los demás.

Daniela estaba emocionada por ir a sus practicas pero esta vez decidió contarle a su amiga Kim acerca de ello, pero pidiéndole que no le dijese nada a sus otros amigos ya que quería que fuese un secreto entre ellas dos hasta el momento en que algo más pasara, solo el tiempo decidiría lo que sucederá después pero no todo lo que pasa siempre es bueno

-Oye Kim ¿Puedo contarte algo? pero no le digas a los demás, es que quiero que sea un secreto entre las dos - contó la castaña mientras miraba a su compañera la cual estaba acomodando sus libretas sobre su mesa

-Esta bien Calle, pero no es nada malo ¿Verdad? o será que me vas a contar porque haz estado medio rara estos últimos días -respondió su amiga centrando toda su atención en ella

-Pues algo así, ¿Recuerdas que te dije que soy bisexual cierto? -preguntó a lo que su amiga contesto con un asentimiento de cabeza - bueno pues cuando fui a mis practicas con Paula y Johan conocí a alguien ella es genial y un poco intimidante pero es bastante divertida, la cosa es que me da mucha curiosidad pero jamas he tenido una relación con nadie y no se lo que estoy sintiendo