Diecisiete

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Este era el sexto día después de aquella noche en la que se habían ofrecido intentar algo. Las cosas no habían cambiado mucho, seguían viéndose cuando podían y todos los días se mandaban mensajes, hablaban casi todo él tiempo.

Aquella mañana Daniela, se había despertado de un muy buen humor pues la noche anterior había estado hablando con la pelinegra casi toda la noche, la sonrisa que llevaba en el rostro era casi tan grande que sus mejillas comenzaban a doler.

Ojalá eso hubiese durado un poco más.

El día de hoy no tendría que hacer mucho, su etapa de exámenes ya había concluido, quedo de verse con sus amigos después de clases para ir a tomar un café, habría echo planes con María Jose, pero en la academia militar no descansan hasta que sean vacaciones, aunque esto le entristecía no podía quejarse ya que ahora tendría tiempo para estar con sus amigos.

Había estado tan ocupada poniéndole atención a la pelinegra que había dejado de lado su propia vida, la ultima vez que salio con sus amigos fue hace dos meses.

Ahora se encontraba en su habitación tratando de buscar que ponerse, después de unos cuantos minutos de debatir optó por algo simple; Jeans azul claro, una playera azul marino con amarillo y unas vans blancas, nunca había sido fan de usar demasiada ropa y menos de colores llamativos, pues le gustaba no llamar la atención. Al estar completamente lista, tomó sus cosas y se dirigió caminando hasta la escuela.

(...)

Ahora los cinco amigos estaban en su cafetería favorita esperando sus ordenes, Daniela se dio cuenta de que el chico que la había atendido la vez pasada, esa en donde la pelinegra lo había echo sentir mal, la miraba un tanto asustado, él quería acercarsele.

Su mirada estaba perdida hasta que una voz la saco de sus pensamientos, se dio la vuelta para encarar a sus amigos quienes la miraban en busca de una respuesta, pero ella no había escuchado lo que le habían preguntado, todos tenían una expresión de cuestionamiento, todos menos una persona; Kim, ella solo miraba el piso, se dio cuenta de que algo sucedía pues la rubia no estaba hablando.

—¿Qué es lo que sucede? —esperaba que la rubia contestara pero no fue ella quien lo hizo

—Estábamos hablando sobre Kim y su pequeño idiota, ¿Quieres saber por qué volvió con él? —contesto Johan, todos parecía estar realmente enojados

—Porque nuestra querida amiga esta embarazada —prosiguió Paula, se paralizó al instante no se esperaba eso

—Puedo explicarlo, enserio Dani, pero... —habló entre sollozos pero fue interrumpida por Paula

—Eso es lo que llevas diciendo todo el tiempo que llevamos aquí

—Solamente dices pero no explicas nada Kim, somos tus amigos y queremos ayudarte pero no podemos hacerlo sino nos explicas —ahora fue Juan Pablo el que intervino, era el único que sonaba clamado en aquellos momentos

Todos en la mesa comenzaron a hablar, se quejaban y regañaban a la ojiclaro quien hasta el momento no había podido emitir mas que una o dos palabras sin que su voz se quebrara, aquella noticia la había dejado perpleja, todos parecían tener un argumento para reprender a la chica pero ninguno parecía querer ayudarla, Daniela se cansó de escuchar tantas voces al mismo tiempo y dio un golpe algo fuerte en la mesa obteniendo la atención de todos sus amigos y algunos clientes más.

—Ya dejen de decirle lo mal que ha echo las cosas, se equivoco, sí, pero todos lo hacemos, ahora dejenla respirar y no le estén simplemente gritando. —dijo exasperada, ya harta de todo el ruido —Si realmente quieren ayudarla dejen que nos explique que fue lo que pasó

POMPEIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora