Hoy era un día normal como cualquier otro; simple, lleno de trabajo, cosas que hacer, compromisos y problemas, lo cual era completamente normal para María Jose una chica bastante linda y carismática de la fría ciudad de Bogotá. Al levantarse hizo su rutina diaria la cual solía hacer con sumo cuidado ya que para la academia de preparación militar la higiene era algo que se debía tratar con seriedad, tal vez para una pequeña chica una academia militar no era la mejor opción ya que podría ser peligroso y ella no era capaz de hacer ciertos trabajos porque era débil, o al menos eso es lo que creían todos cuando mencionaba su educación. En realidad, ella era de las mejores alumnas del campo. Tenía una actitud un poco firme, imposible de doblegar, o eso decían todos, jamás le gusto contar mucho acerca de su pasado ya que era algo personal que no le contaba a casi nadie, siempre se le hizo difícil socializar con los demás ya que su actitud no cooperaba mucho con ella en ese sentido además de que siempre prefirió la ataraxia que su hogar podía ofrecerle. A cualquier lugar a donde iba siempre se hacía
notar su autoritarismo al igual que su seguridad, pero jamás dejando de lado su bonhomía, la cual era su principal prioridad.Siempre tenia su uniforme perfectamente bien limpio, planchado y listo para usarse, le habían enseñado la importancia de su imagen, aunque lo suyo no fueran los colores muy llamativos ya que pensaba que la hacían ver débil ante los demás así que siempre usaba colores neutros como podía serlo el negro el cual jamás debía faltar en su guarda ropa, su estilo era un tanto dark pero no demasiado ya que también le gustaban los colores tenues pero sus preferidos eran los pastel, además de que hacían resaltar sus hermosos ojos aceitunados.
Al terminar de hacer su rutina diaria cogió las llaves de su carro y tomó rumbo hacia la escuela, el ciclo escolar estaba justo por terminar y después de eso sería integrada al ejercito militar de su país y llevada a una zona determinada la cual le asignarian, aunque este jamás había sido su sueño los acontecimientos anteriores en su vida la habían vuelto una persona; rígida, fría y autárquica, aprendió a ser independiente y jamás dejaba que nadie la lastimara y mucho menos permitía que alguien entrara en su vida, pero ¿Cuánto duraría esto?
Al llegar al campo paso por la caseta de seguridad para registrar su asistencia donde se encontraba su amigo Mario, de echo era uno de los muy pocos que tenía ya que el chico fue el único que al verla llegar no dudo de sus habilidades y la ayudo a progresar por lo cual la pequeña chica de ojos aceituna lo apreciaba bastante
-Buenos días Mario - saludó amablemente al moreno quien le respondió de la misma forma
-Buenos días Majo. Llegas temprano, como siempre. Me pregunto como haces para siempre ser la primera en llegar -mencionó mientras pasaba la identificación de la chica por la base de datos
-Ya vez, tengo mis trucos - dijo con una sonrisa mientras cogía de vuelta su identificación para después colocarla de regreso en el bolsillo superior derecho de su chamarra camuflada
-Ya me di cuenta, pasa; el general debe estar esperando por ti además de que el profesor de geografía estará encantado de verte -dijo mientras habría la reja de acceso para que la chica pudiese pasar
-Gracias Mario, nos vemos después; en el entrenamiento -proclamó mientras se dirija hacia la parte interna de la institución, el chico simplemente asintió con la cabeza sin dejar de sonreír
Fue directamente a su aula ya que le tocaba Geografía y le gustaba llegar temprano, de echo la puntualidad era algo que la distinguía muy bien. Odiaba el simple echo de sentarse en la parte trasera del salón ya que esto no la dejaba prestar atención total a la clase debido a los múltiples distractores que habían, al entrar a la institución lo primero que diviso fue al director (el cual era un general) en la puerta principal de entrada parado firmemente en la entrada para revisar los uniformes de los alumnos, al notar él la presencia de la chica inmediatamente la saludo
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POMPEIA
FanfictionTodavía recuerdo cuando decías: Por si un día el mundo se olvida de mi, escribo mi nombre en los arboles. María José marcó su vida, para siempre. [Faltas de ortografía y errores ortográficos, lo arreglare en cuanto pueda] Inspirada en: LTDL - @Allys...