la primaria y la verdad de un corazón.

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Ya habían pasado dos años desde que izuku conocio a zenaida y ya tenía seis años, solo tenía que esperar otros dos y podría ir a la escuela de exorcistas, pero por el momento se tenía que conformar con entrar a la primaria.

-solo debo evitar a el tonto de katsuki y sobreviviré a la primaria, a si de fácil a si de simple.

Mientras tanto con ami.

-¡Nunca!,¡no, no y no! ¡No me llevarán a esa prisión que llaman escuela!

-ami no seas exagerada además ¿No eras tú la que decía que era aburrido tomar clases en casa?

Dijo la abuela de ami con pesadez.

-¡si pero eso no quería decir que me inscribieran a una prisión!

-basta ami ¿que diría zenaida si te viera a si?

-que tengo que ir a la escuela o no me inscribirá a la de exorsistas cuando tenga ocho.

-exacto a hora se buena niña y ve a preparar tus cosas para la primaria.

-si abuela.

Mientras tanto en la academia de la cruz verdadera, se encontraba zenaida haciendo papeleo.

-carajo lo único malo de este trabajo, el maldito papeleo de las misiones.

-calmate zenaida comete un esniker siempre te pones a si cuando tienes hambre.

-sabro, te voy a matar si no dejes de repetir ese estúpido comercial como perico.

-ya ya calmate, te invito de comer pero no me mates.

En eso entra un castaño de piel bronceada que llevaba unas bolsas.

-al fin apareces jiro ¿porque tardaste con la comida?

-por que no quería regresar a escuchar tus burradas.

-aun no me creo que ustedes dos y goro sean hermanos.

-pues créetelo somos trillizos

-lo único que tienen en común es el color de pelo y eso que lo tienen en distintos tonos.

-bueno yo ya terminé mi reporte y ¿ustedes?

-yo ya lo había terminado pero yuguiri me hizo repetirlo porque según ella solo le meto mucho relleno.

-yo también ya lo había terminado pero según braz le hacían falta más detalles.

-bueno creo que nos llevaremos un buen rato aquí

Después de entragar sus reportes todos se fueron a comer, mientras tanto en la primaria de izuku se podía ver muy feliz al peliverde sentado bajo la sombra de un árbol leyendo un libro sobre círculos de investigación y los mantras más efectivos para invocar, ya que izuku había decidido que cuando fuera exorsista tendría el Magister de domador y todo gracias a la carta de zenaida que lo elogiaba como tal, aunque nunca le pregunto cuál o cuáles maister tenía ella.

-¡Oye deku!, ¿sigues leyendo sobre criaturas inexistentes?

-depende a ti ¿aún te dicen petardo con patas?

-¡Ya deja ese estúpido apodo!.

-lo dejaré cuando tú me dejes de decir deku de esa manera, que almenos yo soy más útil que tú cuando de ayudar en la casa se refiere.

-callate.

-¿Aún te siguen molestando por tu personalidad y tú kosei?

-si, me podrías leer lo que estás leyendo.

no todos poseen koseiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora