Cry baby. JOHNTEN

#04

No sabía que había ocurrido exactamente, la imagen distorsionada de la última vez que estuvo consiente era borrosa, recordaba haber estado con John en los salones abandonados, en como los últimos días él fue su única compañía e iba a pedir su ayuda, el hecho de no quería volver a casa porque iban a abusar de él sexualmente y... No había más.

Sus ojos se abrieron con dificultad y su cabeza dolía, estaba en un lugar oscuro y húmedo, sobre un colchón duro, una especie de sótano, podría jurar que estaba en el cuarto de tortura, pero no, porque aquí había un ventanal grande dónde entraba la única luz tenue, la luz de la luna y le daba una vista más amplia del cuarto, solo habían unos objetos comunes a la vista, posiblemente basura.

Chittaphon intento mover sus brazos y piernas, entrando pronto en pánico, estaba amarrado con manos a las espaldas y sus tobillos juntos, inútilmente trató de remover su cuerpo, buscando liberarse, queriendo huir, pero era imposible.

Comenzó a gritar pidiendo ayuda, esperando que alguien le escuchara o que vinieran y le dieran una explicación, ¿habría sido obra de su familia nuevamente?

La respuesta llegó minutos más tarde, una persona abrió una puerta del costado dónde entraba la luz artificial de una lampara, era un hombre alto, desconocido para él, pero al mismo tiempo había algo similar, cómo si le hubiese visto con anterioridad.

—Estás despierto, mocoso. — El hombre tenía un extraño acento, también lo reconoció. — Bienvenido a nuestro humilde hogar.

La sonrisa tétrica en sus labios le estremeció, el hombre tenía unos ojos llenos de maldad, tan... Similar a su padre, a sus hermanos y madrastra, este era otro infierno.

—Yo...—El nudo en si garganta no le dejó hablar.— ¿Quién eres? ¿Qué hago aquí? —Él no le respondió... quizá iba a ser abusado y asesinado, esta vez lejos de todo y todos, sollozo.— No entiendo nada...

—Ohhh.— La falsa clemencia por parte del hombre le hizo lloriquear, Jakub se acercó a una mesa dentro del cuarto, preparaba algo, se estremeció. — No creo que sea la primera vez que te secuestran, después de todo eres el hijo del magnate más repulsivo dentro de la sociedad, un Leechaiyapornkul, eres el único hijo del hombre más asqueroso de este mundo, ¿Sabes?—

¿Qué?

— Has crecido en cuna de oro, ¿no? Con una familia, rodeado de lujos. — Chittaphon palideció cuando el hombre se dio la vuelta, en su mano tenía una especie de jeringa con un líquido amarillento y espeso.—  Tu padre al fin  va a pagar por todos sus crímenes, vas a cobrar sus deudas, Chittaphon.

—Yo no, n-no...—Cual gusano se retorció cuando el hombre se acercó a su cuerpo, la aguja punzante le atemorizaba.— ¡por favor no!

Gritó con fuerza cuando la aguja se clavo en su brazo y el liquido comenzó a recorrer su extremidad, a los pocos segundos  sintió como su cuerpo empezaba a adormilarse lentamente, desde su cabeza hasta sus pies, menos su conciencia, no podía hablar, ni mover un solo músculo al pasar los minutos, a duras penas parpadear pero de sus ojos caían lágrimas dolorosas y sus pupilas seguían los movimientos de hombre.

— No te matará. — Explicó él, arrojando la jeringa al bote de basura cercano, limpiando sus manos con un trapo, Jakub Seo le observó asqueado. — Es una droga suave, te adormecerá las extremidades por unas 24 horas, me sorprende que hayas caído tan rápido, por lo general tarda un poco más en hacer efecto, representa la mediocridad de tu cuerpo. —Sonrió. — Si no te ha quedado claro, estas secuestrado, no volverás a ver a tu padre o tu madre nunca más, claro, a no ser en el otro mundo.

(...)

John estaba sentado en su habitación, su padre le pidió que accediera a los datos centrales de la empresa  Leechaiyapornkul, sin embargo el sistema le estaba poniendo trabas, o era que él no estaba en sus cinco sentidos, John nunca había tenido problema con hackear un sitio web.