Cry baby. JOHNTEN

#24

Habían pasado unas horas ya del 'accidente', la enfermera les había indicado que podían volver a casa, no era una contusión demasiado grave, pero que John debía estar en reposo, no hacer movimientos bruscos y también debía cambiar su venda en unas horas, de lo contrario la sangre se iba a pegar a la tela e iba a ser un verdadero problema quitarla de la herida.

Kim DongYoung les había acompañado a tomar el taxi, no había tenido éxito hablando con el director, puesto que el hombre insistía en que había sido un accidente, revisaron incluso la azotea y se encontraron que, efectivamente había un montón de concreto y pedazos de cemento tirados por todas partes, era poco natural que un pedazo de este material haya caído de esa forma, sin embargo, no hubo mayores respuestas.

Los profesores se habían dedicado a ignorarlos aún cuando había reiterado en que había alguien detrás de ellos, también contaban con más de un testigo.

Pero nada.

—¿Qué piensas hacer con eso?— Le cuestionó Chittaphon, John miraba fijamente el objeto que lo impactó dentro de la bolsa, DongYoung había tenido especial cuidado en entregarlo sin dejar sus huellas encima, era muy importante que el trozo tuviese las huellas de su atacante.

—Se lo daré a mi padre cómo evidencia, no sirve de mucho si no tiene rastros.—Estiró su brazo para dejarlo encima de la mesa de centro, pero un quejido salió de sus labios y Chittaphon se apresuró a hacerlo por el, gesto que enterneció al hombre. — Llevas a mi lado desde que llegamos, ni siquiera te has cambiado el uniforme.

Chittaphon se miró a si mismo y se encogió de hombros, ¿Cómo mantenerse lejos de él? ¿Y si necesitaba algo? John era testarudo, no iba a querer pedir su ayuda si no estaba cerca para entregarla voluntariamente.

—Puedes necesitar algo y no debes hacer movimientos bruscos. —

—No me pondré a hacer pesas ahora, si es lo que te preocupa. — Chittaphon rió con suavidad ante el comentario, pero negó.

—Sólo quiero estar contigo.—

La declaración repentina le alteró, sin embargo sonrió, John llamó con un gesto de sus dedos a Chittaphon más cerca y el tailandés obedeció, acomodándose entonces sobre su hombro sano, John aprovechó la postura para hacerle caricias al cabello.

El silencio no duro demasiado, aún cuando estaba siendo agradable.

—No quiero que te culpes de esto, ¿Bueno? Es  culpa del psicópata que está tras de ti, hay algo podrido en ese instituto, y vamos a llegar al final, aún cuando deban haber pequeños sacrificios. —

—Aún así... No quiero que te hagan daño. —Chittaphon levantó su rostro, pero no se alejó, estaba cerca, casi abusando del metro cuadrado de John, pero no le importó, y al otro tampoco. — Odio verte herido, me asusté, creí que...

Nuevamente estaba al borde de las lágrimas, pero terminó su frase, aún cuando sonó más a un sollozo desconsolado.

—Creí que te iba a perder...—

Inesperadamente sus palabras asombraron a John, pero hinchó el pecho de satisfacción, una sensación cálida se había manifestado y estiró su mano para sujetar su rostro, mismo que en algún momento había bajado.

—Escucha... Esto fue un accidente, y no me vas a perder, porque volvería del mismo infierno antes de dejarte.—

—Johnny...—

—Yo soy tuyo, yo te protegeré.—

¿Era su idea o el aire le estaba faltando? Tenía a John demasiado cerca y estúpidamente sus ojos se habían posado en los labios del americano, tenían una forma tan bonita.