#10

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John había llegado a casa unas cuantas horas más tarde, no había estado tanto tiempo con su padre, pero se había detenido a caminar para a aclarar su mente y además comprar algo de comer, después de todo Chittaphon no comía desde ayer y se le estaban acabando los suministros en casa.

Al llegar notó que Chittaphon ya estaba despierto, como esperaba, sentado en la colcha con la espalda contra el sol para así ganar un poco más de calor, no se saludaron, apenas se miraron, pero para su sorpresa, fue Chittaphon quien rompió el silencio antes.

—John, necesito pedirte una cosa. —

El aludido lo miró con ojos curioso, ¿Había alguna condición más? Buenos después de todo lo que tenía que pasar el pobre chico negarse sería  absurdo, bueno, siempre que estuviese en sus planes.

—Dime qué es. —

—En realidad son dos cosas. —Él bajo su cabeza, parecía que tenía cierta vergüenza y esto le llamó más la atención. —Necesito un baño, mi cabello y cuerpo pican por la suciedad y me siento pegajoso, yo... Realmente lo necesito. —

John lo miró y no demoró en soltar una carcajada, la primera que escuchó Chittaphon y pensó que esta era bonita, pero se comió el comentario.

—¿Y lo otro qué sería?—

—Necesito... De verdad que me desagrada...—Esta vez la expresión de John se tensó. —No voy a escapar, pero necesito recuperar la sensibilidad en mis manos, además la cuerda me está causando irritación en las muñecas y me duele...—

Probablemente era cierto, Chittaphon llevaba unos cuantos días atado de ese modo, sería increíble no sentir repercusiones por el amarre, pero el chico las sentía, y no dejaba de sentir nuevamente esa opresión desagradable por causarle algún tipo de daño al pequeño.

—Chittaphon, debes prometerme que no vas a escapar. —

—¿No crees qué es tonto lo que me dices? Si escapo, ¿Dónde iría? Además forcejear contigo no es una opción, eres como tres veces más grande y fuerte que yo, un golpe tuyo y estaría en el piso. —Sus razones eran coherentes, sin embargo no dejaba de dudar de ello.

—Aún así, iré contigo. —

El silencio se hizo presente después de ese comentario, Chittaphon lo miró y a los pocos segundos el rubor se presentó en sus mejillas, John notó la interpretación de este y se apresuró a corregir.

—Quiero decir... Demonios, estaré afuera, esperando a que termines. —

—Está claro, ¿Qué más podría ser?—El nerviosismo en las voces de ambos era palpable, por lo que John se levantó entonces, buscando el objeto filoso más próximo.

Una navaja.

El se acercó al cuerpo de Chittaphon y notó como este se tensaba, esto lo hizo detenerse.

—No te haré daño. —

—Lo sé, yo... Lo siento, solo es atemorizante ver qué alguien se te acerca con un arma. —

John solo mostró una débil sonrisa y se agachó a su lado, con cuidado corto las ataduras de sus manos y piernas, fue entonces que arrojó la navaja lejos, por cuestiones de seguridad también.

Se incorporó y vio como Chittaphon movía débilmente sus extremidades, aún estaban adormecidas y desde arriba veía lo irritadas y ensangrentadas que estaban sus muñecas, probablemente las heridas se la había hecho los primeros días que llegó, forcejeando con la cuerda para liberarse.

Sus tobillos quizá estaban peor.

Se levantó a duras penas de la colcha y de inmediato colapso con el primer paso, John se apresuró a sujetarlo, usando su cuerpo como soporte para él, sin embargo no bajó la guardia.

Cry baby.  JOHNTENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora