#14

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Aún cuando no habían ido tan lejos por sus compras y además habían tomado un auto apenas salieron del edificio, Chittaphon se sintió expuesto, debía admitirlo, estaba aterrado, la idea de que alguien los emboscara por el camino le ponía sumamente ansioso.

Pero según John no había nada que temer, al menos no por el momento.

Cuando le cuestionó por qué su respuesta le calmó, y le intrigó también.

—Una de las cosas que le pedí a mi padre fue el cambio de residencia, la otra fue vigilancia, mucha vigilancia. —

—¿Quieres decir que nos están viendo ahora mismo?— John se encogió de hombros, nada le afirmaba que JungSoo no había instalado algún rastreador en sus ropas cuando estuvieron juntos, aunque quizá no haya sido muy efectivo o que les estén siguiendo en ese preciso momento.

Y aunque fuese algo falto a la privacidad de ambos jóvenes, lo prefería así.

—Eso es muy probable, pero es el único modo de llevar una vida más "normal"—

—Desconzoco lo que es una vida normal. —

La respuesta lo había reducido en ese momento, la sonrisa no estaba ya en los labios del americano, quién al ver la expresión triste del joven a su lado sintió nuevamente ese característico dolor en el pecho.

Claro, Chittaphon solo tenía dieciocho años, a esa edad los chicos solo piensan en divertirse, salir a fiestas, conocer chicas, joder como nunca, pero era muy posible que incluso esa sea la primera salida del tailandés, y lo iba a corroborar.

—¿Has tenido una cita antes?—

La pregunta le desconcertó, tanto que incluso perdió el brillo triste en su expresión.

—¿Qué clase de cita estamos hablando?—

Y entonces John entendió el trasfondo de su pregunta, se aclaró la garganta y desvío su mirada vagos segundos algo avergonzado antes de poner nuevamente su atención en el chico.

—De todo tipo, con amigos, con alguna novia... Esas cosas. — creía que la explicación no podía avergonzarle más, pero realmente si se podía, humillación le causó la respuesta del chico.

—Cómo detective eres pésimo o posiblemente no has acabado de entender todo lo que dicen de mí. —John se quedó en silencio, por lo que Chittaphon pudo continuar. — Está claro que no tengo amigos, generalmente los grupos de trabajo en la escuela los hacia solo y bueno, cuando eres prácticamente la cervidumbre de tu hogar no hay tiempo para salir a hacer amigos normales.

—Yo... Lo siento. —

—No lo sientas, y bueno... Sobre las chicas...— Chittaphon quería acabar de decir esta parte, pero el chófer hablo antes de acabar, indicando que habían llegado a su destino, por lo que ambos bajaron del carro y el tema quedó olvidado, afortunadamente.

Era una zona cercana, pero arrebatada de tiendas de todo tipo, personas iban y venían, un ambiente perfecto para pasar desapercibidos, además, en hipotético caso de ser agazapados en el camino, el escándalo que se haría sería lo suficientemente llamativo para atraer a uno o dos guardias o policías que estuviesen de turno.

Ahora el punto era no perder a Chittaphon, cosa que por poco pasó al no prestar atención.

—No te separes de mí. —Le indicó, pero era difícil seguir sus largas zancadas en medio del tumulto de gente, Chittaphon fue golpeado en más de una ocasión por este hecho.

John suspiró cuando por casi segunda vez pierde completamente de vista al chico, fue cuando se atrevió a tomar su mano, aún entre las miradas desaprobatorias y asqueadas de la gente.

Cry baby.  JOHNTENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora