_______(tn) se separó del resto de sus compañeros. Era la única de su clase que asistía al aula de Filosofía. Llegó y, para su sorpresa, no era la primera. En aquella clase los alumnos parecían tomarse las cosas algo más en serio. Ocupó un lugar por el centro del aula, en la fila que pegaba a las ventanas. Dejó su mochila a un lado, en el suelo, y se inclinó para sacar el material que necesitaría cuando, de repente, se encontró de bruces contra una piernas.
- Vaya, vaya. –murmuró un chico mientras ella se enderezaba, tan solo para comprobar que era Justin el que la miraba con su sonrisa deslumbrante. –Además de científica, filósofa. Qué combinación más interesante, ¿no te parece?
- Yo podría decir lo mismo. –dijo _______(tn), soltando el libro sobre la mesa. La verdad es que aquel muchacho era el último que habría esperado encontrarse allí.
Justin bufó y agitó el cabello, dos gestos que _______(tn) empezaba a asociar automáticamente con él. Luego soltó los libros que llevaba bajo el brazo y se sentó al lado de la chica.
- Claro, Justin, siéntate. –comentó, sarcástica.
Pensó que no debería haber dicho su nombre, se suponía que no se conocían, pero entonces _______(tn) se dio cuenta de que lo raro en aquella estúpida Universidad sería que no supiera cómo se llamaba.
- Gracias, _______(tn). –contestó él, sonriendo. Era evidente que aquella situación le divertía.
_______(tn) abrió mucho los ojos.
- ¿Cómo dices?
- _______(tn), ¿no es ese tu nombre? –la miró intensamente –Porque si no lo es deberías ir a que revisen las listas.
- Ah… no, ese es mi nombre. –murmuró _______(tn), agachando la cabeza de forma que su pelo le tapara las sonrojadas mejillas.
Pasaron los minutos y la campana sonó. El resto de alumnos invadió el aula, y _______(tn) comprobó que, aunque fueran más aplicados que los compañeros que tenía en química, las chicas eran igual a las demás. De pronto había visto su mesa rodeada por todas y cada una de sus compañeras, que sonreían para Justin en un intento de coqueteo pero, sin saber porqué, _______(tn) intuyó que el chico no elegiría a ninguna. Es más, recordó el beso que había presenciado el día anterior, y se dijo que podría apostar a que la niña con la que había compartido su saliva no era su novia.
Un profesor entró en el aula poniendo orden y mandando sentar a las muchachas, lo cual hizo que _______(tn) fuera invadida por una sensación de alivio y libertad.
- Buenos días, chicos, la profesora que se encargará de impartirles Filosofía acaba de ser madre –algunos chicos aplaudieron y un par de niñas soltaron un ‘aaw’ -, de modo que, hasta que ella pueda volver o se les asigne un sustituto, esta hora podrán dedicarla a estudiar o, si lo prefieren, pueden ir a comer ahora y estudiar más tarde.
El profesor se sentó y sacó un periódico.
- Genial…
_______(tn) guardó su libro de filosofía, un poco mosqueada, y lo cambió por el de química. Al menos aprovecharía para hacer los deberes que Parker les había puesto.
También notó que algunos abandonaban la habitación, seguramente para seguir la segunda indicación que el profesor les había sugerido. Bueno, ella prefería hacerlo así. Abrió el cuaderno y se metió de lleno en problemas de estequiometria.
- Vaya, qué chica más aplicada, _______(tn). –comentó Justin que, para desgracia de ella, seguía allí.
Además la ponía incómoda. Estaba leyendo sus ejercicios por encima de su hombro, y eso le molestaba mucho.
- No quiero tener que quedarme en casa toda la tarde –contestó, mirándolo de reojo antes de continuar.
- Lo sé, nunca te ha gustado, ¿verdad?
_______(tn) se sorprendió y alzó la cabeza para verle, confusa.
- ¿Perdón?
- Que ese gas está oxigenado, ¿verdad? –‘Aún más raro’, pensó ella. –El problema, me refiero. –sonrió él.
- Ah… no lo sé, aún no he llegado ahí.
Lo ignoró y continuó con su tarea. De vez en cuando _______(tn) le echaba un ojo para ver qué hacía. Ahora se divertía apoyando la silla en las dos patas traseras y sosteniendo el bolígrafo a modo de bigote. _______(tn) supuso que estaba intentando que no se le cayera, ya que a veces movía las manos para mantener el equilibrio.
_______(tn) puso los ojos en blanco y continuó con los deberes hasta que Justin bufó de nuevo.
- Antes eras más divertida… -la atención de ella volvió a concentrarse en él.
- ¿Qué dices?
- Que antes tendrías que aprender la medida. –él la miró con atención, mostrando una expresión preocupada. -¿Estás bien? Pareces un poco distraída.
- Eh… sí, sí…
¿Se lo estaba imaginando? Se sintió un poco mareada, estaba confundiendo las palabras que él decía… Meneó varias veces la cabeza para tranquilizarse, inspiró y espiró y continuó trabajando.
- ¿Sigue siendo Jeydon un ligón ejemplar?
_______(tn) pegó un golpe en la mesa al soltar el lápiz y se giró hacia el chico mientras gritaba en un susurro.
- ¡Justin!
- ¡Qué! –la imitó él, vacilándole.
- ¿Qué has dicho?
- Que eso no deber ser combinación lineal…
Ella tardó unos segundos en reaccionar.
- Lo sé, solo estaba probando…
De nuevo le ignoró, y Justin pareció hacer lo mismo hasta que, justo antes de que terminara la hora, él dijo.
- _______(tn)… -la llamó, inclinado hacia atrás en la silla y tamborileando con los dedos sobre la mesa.
- ¿Sí? –dijo ella, ya un poco exasperada.
- ¿Por qué ya no me llamas Biebs? –no la estaba mirando, solo observaba sus dedos golpeando la tabla.
- ¿Qué dices, Justin? –preguntó ella, perpleja.
- Que porqué ya no me llamas Biebs. –repitió él, tranquilo.
La campana sonó y Justin se levantó, recogió sus cosas con parsimonia y se marchó a paso lento con el aire chulesco que le identificaba entre las jóvenes. _______(tn) seguía allí cuando hasta el profesor de guardia se había ido. No había sabido que decir, pero ahora tenía clara la respuesta y, aunque él ya no podía oírla, murmuró.
- Porque no eres el Biebs que yo conocía…
