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-          ¿Qué dices? –se rió _______(tn) con nerviosismo, fingiendo no haberle entendido. –¿De qué estás hablando?

 Él adoptó una pose de indiferencia. Se repitió una y otra vez a sí mismo que tenía que hacerlo.

-          Hablo de que no quiero seguir con esto. Ya no me divierte.

 _______(tn) abrió los ojos con desmesura. ¿Ya no le divertía? ¿Qué quería decir con eso?

-          ¿Me… me estás dejando? –consiguió soltar.

-          ¿Tengo que decirlo más claro? –le contestó Justin, con chulería, sintiendo un nudo cada vez más grande en la boca del estómago.

 A la chica le tembló el labio. A decir verdad, le temblaba todo el cuerpo. No le entraba en la cabeza que Justin la estuviera dejando allí parado, en ese momento, como si todo le diera igual, con apatía.

-          ¿Eso es todo lo que he sido para ti? ¿Una diversión? –notaba como poco a poco los ojos se le desbordaban.

-          Puede decirse que sí –le dijo él, con una sonrisa.

 Algo no encajaba en la cabeza de _______(tn). Faltaba una pieza. Lo único que entendía era que Justin se estaba burlando de ella, estaba menospreciando sus sentimientos en todas las formas posibles, y le estaba haciendo daño.

-          ¿Por qué juegas conmigo? –susurró.

-          Sabes que me gusta jugar –Justin dejó aflorar una sonrisa indiscreta y traviesa.

 _______(tn) sollozó. Dio un paso adelante, acercándose más a él, y le rozó con cuidado la cara, suplicando con todo su ser.

-          Pues juguemos, Justin –le imploró –Juguemos a ser uno para siempre, por favor… Juguemos como cuando éramos niños…

 El chico soltó una carcajada y la tomó con cuidado de las muñecas para alejarla, aunque en el fondo no quería soltarla.

-          Algún día te darás cuenta de que ya no tenemos catorce años, _______(tn).

 La muchacha se abrazó a sí misma. De repente se dio cuenta del frío que hacía en la calle. Se frotó los brazos, intentando entrar el calor, aunque sabía que esa sensación salía de su propio interior.

-          ¿Por qué me haces esto a mí? Puedes tener a cualquier chica… puedes estar con la que quieras…

-          ¿Quién dice que no haya estado con todas las que me daba la gana? –comentó Justin, sorprendido. –He estado con la mitad de la Universidad a la vez que contigo, gor. –le guiñó un ojo –Pero ha dejado de tener su morbo.

 Entonces se rascó la mejilla, y eso no le pasó desapercibido a _______(tn).

-          Mentiroso –le acusó en un murmullo. La voz le tembló.

 Justin bufó y agitó el pelo, una cosa tras otra.

-          ¿Mentiroso? –repitió en son de burla –Llevo meses engañándote, _______(tn); haciéndote creer que te quería. Es obvio que no me conoces, ¿de verdad crees que encima te he sido fiel?

 Le vio reír de nuevo, pero no podía oírle. En su cabeza todo lo que resonaba eran los pequeños trocitos de su corazón, ahora de cristal, cayendo lentamente, cada cual roto en partes más insignificantes.

-          ¿Qué vamos a hacer ahora? –susurró ella con la voz pastosa.

-          Yo, irme –aseguró Justin, rotundo. –Por eso he tardado más en llevaros las pancartas, estaba haciendo la maleta; la tengo dentro del coche –señaló al fondo de la calle, detrás de él. Luego se inclinó hacia ella, como si aquello le divirtiese, para obligarla a mirarle a los ojos. –Porque no me vas a dejar a dormir contigo esta noche, ¿verdad, linda?

 De pronto, todo lo que le estaba revolviendo el alma a _______(tn) se centro en un mismo punto. No odiaba a Justin, no podía aunque quisiera, pero sentía una rabia intensa. Cogió aire y le pegó tal empujón que el chico tuvo que retroceder cuatro pasos largos.

-          ¡Imbécil! –chilló con todas sus fuerzas –¡Gilipollas, largo!

 Justin soltó otra risa y negó con la cabeza, como si el comportamiento de la chica fuera totalmente infantil en su opinión.

-          ¡Que te vayas! –continuó ella, y comenzó a notar un picor por todo el cuerpo, causado por la adrenalina. –¡No quiero volver a verte nunca, imbécil!

 Él se pegó dos dedos a la frente y los separó con rapidez a modo de despedida.

-          Hasta siempre, gordita. –le guiñó de nuevo y le dedicó una última sonrisa, a pesar de todo sincera.

 Se dio la vuelta y caminó hacia el coche con su andar característico, escuchándola llorar a su espalda. No se detuvo hasta llegar al interior.

 _______(tn) se dejó caer al suelo en cuanto Justin se giró, y le observó alejarse para siempre de ella mientras sollozaba y se abrazaba, lo único que parecía medianamente útil en ese momento. No podía creer lo que acababa de pasar, todo había ocurrido demasiado rápido. La cabeza le daba vueltas.

 Estaba segura de que no podría volver a levantarse de allí, se quedaría para siempre en el frío suelo de la calle, en mitad de la noche. Sola.

 Justin arrancó el coche. El motor del coche ahogó finalmente su llanto, pero aún la veía. Durante unos segundos no se movió; todo su ser le decía que bajara del coche y corriera a consolarla, pero sabía perfectamente que no debía acercarse. Debía cambiar de marcha y conducir lejos de ella, salir de allí y no detener el coche hasta llegar a su destino.

 Y así lo hizo.

juguemos a ser uno(justin y tu) 1313Donde viven las historias. Descúbrelo ahora