capitulo 30

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Justin fue directo a la piscina al terminar las clases. Era el segundo día de _______(tn) en su nuevo trabajo, pero el día anterior no había podido ir a verla. Encontró a Sam y a Chris sentados en el césped, estudiando con el pelo húmedo, signo de que se habían dado un chapuzón.

-          ¿Cómo vais? –preguntó, soltando la mochila junto a ellos.

 Ambos alzaron la cabeza con los ojos entrecerrados.

-          Entrar a medio semestre con una beca en una Universidad de prestigio es la peor decisión que he tomado en mi vida.

 Justin rió y le alborotó el pelo un poco, mojando la cara de Chris.

-          Tranquila, Beadles es un cerebrito, te ayudará a ponerte al día en seguida.

-          Eso si dejáis de interrumpirnos –espetó Christian –Ya han estado aquí un rato Chaz y Ryan. –Hizo una pausa dramática –Los han echado del ruido que estaban haciendo –Justin se carcajeó. Adoraba a sus amigos.

-          Va, va, ya os dejo –se rascó la cabeza -¿Habéis visto a _______(tn)?

 Los dos, de nuevo sumergidos en los apuntes de Chris, extendieron un brazo, señalando en dirección a la silla del socorrista, al otro lado de la piscina.

 Sonrió como tonto al verla allí, sentada cómodamente de aquella forma tan rara que solo ella sabía adoptar, con un bañador que remarcaba todas y cada una de las curvas por las que Justin se derretía. Un silbato colgaba de su cuello, y entre sus manos, Ética para Amador.

 Comenzó a aproximarse a ella. A mitad de camino pensó que ir y saludarla era la forma fácil, aburrida. Frunció el ceño, ¿no era socorrista?

 Se acercó peligrosamente al borde de la piscina. Al otro lado del agua, un grupo de chicas le sonreían coquetamente.

 Él las miró, dejando salir todo su encanto.

-          ¿Me haríais un favor, lindas? –Ellas asintieron enérgicamente -¿Podéis gritar muy fuerte cuando cuente tres? –volvieron afirmar, mudas de la emoción. –Una, dos, y ¡tres!

 Las muchachas chillaron todas a la vez. _______(tn) se sobresaltó y se giró con rapidez hacia donde provenían los gritos, y fue entonces cuando Justin se dejó caer como un peso muerte en la piscina, todo vestido. Se hundió hasta el fondo sin oponer resistencia.

-          ¡Oh, Dios! –exclamó _______(tn).

 Bajó de la escalera y se tiró al agua, alterada. Nadó con urgencia hasta él y lo subió a la superficie. Lo sacó de la piscina y lo dejó en el suelo.

-          ¡Justin! –se agachó junto a él y le bombeó el pecho -¡Abre los ojos, Justin, joder!

 Le tapó la nariz y le hizo el boca a boca. Entonces, la mano de él le rodeó la cintura y su lengua se introdujo en su boca en un beso intenso. _______(tn) no se dio cuenta, pero le estaba siguiendo el juego. Se separó a regañadientes de los labios de Justin cuando ya no le quedó aire para seguir.

 _______(tn) observó la sonrisa pícara de Justin, enmarcada por su pelo empapado de forma sexy, con ojos como platos.

-          ¿Cómo te va el trabajo, gor?

-          ¡Estúpido! –le gritó, pegándole con todas sus fuerzas en la barriga.

-          ¡Ogh! –se quejó él entre risas, agarrándose el lugar dolorido –Pero soy tu estúpido.

-          Me has asustado –se levantó y volvió a su puesto, enfadada de verdad.

-          Pero si sabes perfectamente que sé nadar.

 Él la siguió, andando como un pato a causa del peso de la ropa mojada.

-          Podrías haberte mareado, como en el parque –lo empujó con el pie, pues desde su sitio estaba lo bastante alta como para poder darle en el pecho –Vete con las chillonas, te odio.

-          Vamos, gorda –rió Justin –Perdóname, era una broma.

-          Te perdono, pero vete –dijo, testaruda y aún enfadada.

-          Bueno… nos vemos luego, linda.

 Le besó la rodilla, que estaba a la altura de sus labios.

-          Mm… -soltó ella, de brazos cruzados mientras lo veía marcharse.

 Regresó a su libro. Estaba cansada de leer, pero debía terminarlo para el examen. Un par de minutos después, se dio cuenta de que aquél no era el mejor sitio para atender a su lectura. Encogió las piernas y ocultó sus ojos tras las hojas, aunque lo que de verdad hacía era observar a Justin.

 Se había quitado la ropa hasta quedar solo con un bañador que le llegaba hasta la rodilla. Debía de haberlo llevado todo el día bajo el pantalón sabiendo que después iría a la piscina, pero el muy estúpido se había tirado a la piscina con todo puesto.

 Su torso musculoso la distraía de una manera casi incomprensible, y su sonrisa, su risa… tuvo que parpadear para centrarse de nuevo en lo su trabajo, pero no tardó en regresar a esa esquina de la piscina en la que Justin se encontraba, rodeado de ‘las chillonas’. Cómo desearía ser ella la que jugaba a correr delante de él para evitar que la atrapara y la arrojara al agua en lugar de estar allí sentada, observando simplemente.

 De pronto, los ojos de Justin se cruzaron con los suyos.

 Las chicas no paraban de reír y correr, intentando evitar sus fuertes brazos para que no las mojara, aunque en el fondo todas deseaban ser la siguiente que Justin abrazara. Justin les siguió el juego, no tenía nada mejor que hacer, pero no podía dejar de pensar en si _______(tn) se habría enfadado de verdad… se paró en seco en medio del césped y la miró. Le estaba observando con… ¿tristeza? No… ella no debía estar triste. Clavó sus penetrantes ojos en ella, tratando de descifrarla. Ella le sonrió al ver que, de lo embobado que estaba, había recibido un fuerte empujón, pero Justin no se inmutó. La siguió mirando fijamente hasta que _______(tn) decidió volver a su libro.

 Justin suspiró. Quizá se arrepintiera de la decisión que acababa de tomar, pero bueno, no sería la primera vez que le ocurría, y mucho menos la primera vez que le pasaba con ella. Dejó a las muchachas con ganas de más juego y se dirigió hacia donde sus amigos estudiaban.

Samantha –tanto ella como Chris alzaron la cabeza –Necesito un favor.

juguemos a ser uno(justin y tu) 1313Donde viven las historias. Descúbrelo ahora