capitulo 19

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Justin se empeñó en acompañarlos, pero _______(tn) no lo permitió. Él era la razón por la que su madre quería sacarlos del continente, y llevarlo ante ella para exigir su independencia no ayudaría demasiado.

 Jeydon había aceptado su propuesta de inmediato, gritando un sonoro sí. Luego se rió del aspecto de su hermana y le entregó la ropa que Justin le había pedido.

 Se vistió y llamaron al teléfono de contacto que figuraba en el cartel de “SE VENDE”. La dueña del piso estuvo allí en diez minutos, y quedó bastante sorprendida cuando Jeydon le pagó el precio de la casa al completo en ese mismo momento.

 Ahora, los dos jóvenes estaban en la puerta de su casa, inmóviles. _______(tn) respiró hondo y apretó la mano de Jeydon.

-          ¿Sois vosotros, chicos? –les preguntó la sirvienta, cuando escuchó el sonido de las llaves.

-          Sí, tranquila, María. –la calmó Jeydon, pellizcándole la mejilla cariñosamente.

 Aquella joven era muy dulce. A penas era unos años mayor que _______(tn), y trabajaba para su familia prácticamente desde que los hermanos regresaron de Stratford. _______(tn) pensó que le dolía dejarla allí sola, en la inmensidad de la vivienda, pues María siempre andaba intimidada por la señora _______(tap).

-          ¿Dónde están mis padres? –inquirió la chica, frotando sus manos, nerviosa pero decidida.

-          En el despacho del señor –les indicó –Él está muy preocupado por ti, lleva toda la noche despierto.

 Eso no hizo que se sintiera mal. Mientras subían despacio las escaleras sabía que su padre solo la buscaba porque una desaparición mancharía el nombre de la familia. Sus padres los querían, pero no tanto como cualquier padre ama a un hijo, y eso, tanto Jeydon como ella lo tenían claro.

 Llamaron a la puerta del despacho con tranquilidad.

-          ¡ _______(tn)! –exclamó su padre, levantándose con rapidez. -¡Qué susto nos has dado!

-          Sí, lo sé… -rodó los ojos. –lo siento –se obligó a añadir.

-          Menos mal que María y Luz se han encargado de haceros vuestras maletas –dijo su madre, acariciándole la mejilla –Si no, no os daría tiempo, tenéis que salir ahora para Nueva York.

“Es el momento” le dijo Jeydon con la mirada.

-          Sí, bueno, mamá… respecto a eso… -su madre miró a _______(tn) con ojos muy abiertos, pero con poco interés. Ella se intimidó, aquella mujer solía tener ese efecto. –Jeydon tiene algo que decirte. –murmuró con rapidez.

 Su hermano resopló.  _______(tn) le suplicó con su expresión que se lo comunicara él. Suspiró y así lo hizo.

-          Gracias por mandarnos hacer las maletas, mami, así ahorraremos tiempo.

-          De nada, mi niño. –dijo ella, complacida.

-          Pues eso. Vamos, _______(tn). –dijo, saliendo del despacho.

 Su hermana, confundida, lo siguió hacia sus dormitorios y cada uno cargó su equipaje.

-          Nos mandaréis el resto de nuestras cosas, ¿verdad?

 La mujer asintió.

-          Genial –Jeydon sacó un papel y apuntó algo. Se lo extendió a su madre. –Esta es la dirección.

 Ella observó el folio, parpadeando varias veces.

-          Pero… esto está aquí cerca.

 Los chicos ya estaban bajando las escaleras y _______(tn) estaba prácticamente fuera de la casa.

-          Exacto, mamá –afirmó Jeydon. –No tenemos intención de irnos de aquí.

 Y cerró la puerta sin más explicaciones.

 _______(tn) no podía creer la forma en que Jeydon había dejado a su madre con la palabra en la boca. Lo halagó todo el camino mientras arrastraban sus maletas hacia su nuevo hogar.

-          No es para tanto, niña. –le dijo él, riendo al llegar al apartamento. –Por cierto, gracias por dejarme solo ante el peligro de esa manera.

 Ella rió en un intento de disculpa. Iba a cerrar la puerta tras de sí cuando escuchó abrirse la de enfrente.

-          Oh, hola –dijo Justin con cara de sorprendido. -¿Eres la nueva vecina? Me dijeron  que hoy ocuparían el piso. –señaló la nueva casa de _______(tn).

-          Si, así es… vaya… -murmuró como decepcionada, paseando sus ojos desde la cabeza a los pies de Justin.

-          ¿Qué? –dijo él, mirando hacia abajo por si se le había olvidado ponerse alguna prenda.

-          Nada… -aparentó estar triste. –Es solo que mi casera me dijo que el vecino de enfrente estaba buenísimo y era muy guapo… supongo que se referiría a otro.

 Se encogió de hombros y fue a entrar en su casa.

-          ¡Oye! –se indignó en broma Justin, parando la puerta.

  _______(tn) abrió de nuevo, riéndose de la cara de tristeza que Justin fingía. Pronto, él empezó a reírse también. ‘¿Por qué tiene que tener una risa tan contagiosa? Así no hay quien se enfade’, se preguntó Justin. Se inclinó y rozó suave los labios de ella. Segundos más tarde, Justin entreabrió la boca, y  _______(tn) le imitó, dispuesta a jugar un poco, pero no les dio tiempo.

-          ¿Interrumpo algo? –carraspeó Jeydon.

 Justin se separó con rapidez y, entre risas, se limpió las comisuras de la boca.

-          En realidad, sí, Jeydon, muchas gracias.

 Su hermano le sacó la lengua y se fue.

-          No, si yo ya me tengo que ir.

 Justin se dirigió a las escaleras.

-          ¡Eh, vuelve aquí y termina lo que empezaste, Biebs! –se enfadó  _______(tn), que se había quedado con ganas de besarle. Él rió entre dientes y agitó su cabello.

-          En serio, gorda, me tengo que ir.

-          ¿A dónde vas? –inquirió ella.

 Él alzó una ceja y bufó.

-          Entonces, ¿vas a ser de esas novias controladoras que tienen que saber dónde está su chico en todo momento?

 Justin desanduvo sus pasos hasta ella mientras  _______(tn) bufaba en son de burla.

-          Para el carro, Drew, yo nunca dije que fuera a ser tu novia.

-          Mmm…cierto –se acercó peligrosamente a ella, tanto que ella tuvo que mirar ligeramente hacia arriba –pero podrías decirlo ahora –usó su tono más sensual y le acarició la mejilla. –Si quieres tu beso, claro.

 A ella le costó a mares resistirse, pero dio un paso atrás y se metió en la casa.

-          Puedo esperar hasta que vuelvas de ese sitio al que vas, y que no me interesa para nada. –le guiñó un ojo y le cerró la puerta en las narices.

 Justin bufó de nuevo y se alborotó el pelo. Definitivamente, le encantaba esa chica.

juguemos a ser uno(justin y tu) 1313Donde viven las historias. Descúbrelo ahora