❝οиє ѕнοτ'ѕ❞ ││ᴛᴏᴋʏᴏ ɢʜᴏᴜʟ ││

Café [Ken Kaneki]

Kaneki humano.

Ya llevaba 15 minutos en una cafetería, y él aún no llegaba.

—Vamos Ken llega —murmuró mientras tenía una mano tapandole la boca.

Y se preguntarán ¿qué hago aquí? y ¿por qué estoy esperando a Ken? Bien, es por que somos compañeros de salón y nos citamos en esta cafetería para hablar sobre un proyecto escolar.

—Bien, me voy —se puso de pie y tomó su bolsa. Antes de irse un chico azabache apareció frente a ella—, al fin que llegas.

—Lo siento tanto [T/N]-chan, perdí la noción del tiempo al estar con Hide —su respiración era entre cortada porque había corrido para llegar al lugar—, hasta cuando me di cuenta de la hora y sabía que era tarde.

—Muy tarde —recalcó— sabés que estaba apunto de irme, ¿no?

—Lo se. Me temo que perdí mi oportunidad.

¡¿Mi oportunidad?!
De que demonios esta hablando.

—No esta bien, podemos seguir hablando en otro lugar.

—¡Si! —contestó rápido con un ligero sonrojo en su rostro.

—Vamos

Ambos jóvenes salieron del lugar sin antes pagar la cuenta de dicha (t/c/d/p) que había consumido una taza de café.

♦️♦️♦️

—Que te parece si tu investigas y haces el reporte, mientras yo hago la maqueta.

—No me gustaría cargarte todo el trabajo a ti, ¿te parece si intercambiamos?

—Ken sabes que no soy buena haciendo reportes. Lo mío son las manualidades.

—Pero, [T/N]-chan es mucho.

—Tranquilo yo podré, ¿acaso no confías en tu amiga? —sonrió con confianza.

— ... —suspiró—, Sí confío en ti. Si crees que no podrás solas llámame.

Llevo su mano al mentón y pensó por un rato.

—Si, no sería mala idea, además sería lo justo. Esta bien. Te llamaré si necesito ayuda —finalizó para ponerse de pie.

—De acuerdo, nos vemos [T/N]-chan —hizó una leve reverencia de despedida.

—Adiós Ken —imitó la misma haciendo del chico. Y volvió a incorporarse—, nos vemos.

La (t/c/d/p) empezó a avanzar y a cada paso que daba empezaba alejarse más del azabache.

Espero y llegues con cuidado a casa...

️♦️♦️♦️

—¡¿Qué?! ¡No te creo Kaneki! —exclamó a lo que le decía su amigo.

— ¡Hide! ¿Por qué piensas que no podría hacer tal cosa?

—Mm... —se llevó la mano al mentón fingiendo pensar—, será por que ella es una chica popular, bonita, un poco rebelde, amable, para NADA TORPE —alzó la voz a lo último—, y tu Kaneki... bueno, solo eres Kaneki —se desplomó ahí mismo en la silla donde estaba.