Capitulo 1: No te metas conmigo

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Nueva vida, nueva familia, nueva casa, nueva hermana. Que lindo.

Mi madre está feliz por su nuevo novio y la verdad que me encanta que este así, pero por el amor de dios ¿porque tengo que compartir cuarto con la odiosa de Raquel?

Es muy insoportable, no para de hablar de moda y de criticar mi ropa. Antes de que mi madre conociera a Juan Green, padre de Raquel, nosotras vivíamos en una casa de dos por dos, mi mamá trabajaba todo el día y yo también en McDonald's teníamos para lo justo pero de igual forma éramos felices, ahora aparece este tipejo nos saca de ahí, llena a mi madre de lujos y bueno no pudo resistirse la pobre.

Baje a desayunar y estaban todos al rededor de la mesa.

Juan leyendo el diario, Raquel con su teléfono y mi madre le toca cocinar.

-Buen día mi niña, siéntate ya te doy tu desayuno- dijo mi madre dándome un beso en la cabeza y tendiendome su mejor sonrisa.

-Buenas a todos- dije y me senté.

Mamá me dejo un café con leche, con tres medialunas. Demasiado para mi, ya que tomaba sólo un té pelado, de ves en cuando con unas galletitas secas.

Me devore todo y corrí hacia arriba a vestirme para ir a mi nueva escuela.

(...)

-No te me acerques, no digas que vivimos juntar... ah y no respires idiota- me decía Raquel mientras bajavamos del auto.

-Tranqui panki, nadie quiere tener a una ciliconada tan cerca- dije y me aleje.

Así es, ven lo pésimo que nos llevamos. No intento ocultar mi odio hacia ella por que ella no lo hace conmigo. Reglas de la vida.

Camino entre los pasillos y »obviamente« no conozco a nadie, tengo que ir a dirección por mis horarios y la llave de casillero.

Estuve más o menos 10 minutos buscando hasta que finalmente la encontré. Había venido temprano para no entrar tarde, aunque Juan le pidió a su hija que me ayudará sabía que la víbora esa no lo iba a hacer.

-Buen dia, soy Ana- dije entrando a la dirección.

-Señorita Clark, la estaba esperando- dijo una señorita muy simpática- aquí tiene sus horarios y su llave.

Las tome y me despedí con un simple adiós.
Mi primer clase sería Matemáticas, hermosa materia la cual siempre sacaba cinco, me dirijo al salón y sin hacer mucho revuelo me acomodo en los asientos del fondo.

El profesor entro y ni cuenta se dio de mi presencia, hasta que entró la directora.

-Buen día Alumnos- dijo sería.

»Buen día« repitieron todos.

-Profesor Adam, tiene una nueva alumna nose si lo ha notado y quiero que por favor la traten como se debe, nada de bromas, y sean buenos con ella, Ana ¿Estás por ahí?-

Me levanté de mi silla lentamente y cómo si de rayos se tratara giraron todos hacia mi.

-Lo lamento niña, que distraído soy, Cuéntanos de ti.- dijo el profesor con una notable vergüenza en sus mejillas.

-Soy Ana Clark, vengo de otra ciudad, juego Hamball con un equipo local que tenía allí "Las gladiadoras", tengo 17 años, mi padre falleció de pequeña y bueno nada más- dije y me senté.

-¿Porque te mudaste aqui?- pregunto alguien del montón.

-Mi madre se volvió a casar- dije y no prolongue el tema no es algo que me guste hablar.

-Que interesante, deportista mira, acá hay un equipo masculino que es el orgullo de Hill Schooll, "Águilas platenses", pero también hay femenino "Los Ángeles de Charlie" las pruebas y esto va para todas, son el miércoles, si les interesa claro- comentó la directora. -Hasta luego, buen comienzo para ti Ana.-

Adam, el profesor siguió hablando sobre triángulos y mi mente viajó hasta que una palabra "Examen" me trajo de vuelta.

-...próximo viernes, Examen de Trigonometria- dijo.

Fin para mi, soy tan joven para morir, oh mi Dios. Tengo una semana para preparar mi colita, ya que matemática me la va a partir.

El timbre sonó y fui directo al profesor.

-Disculpe, mire no soy muy buena en matemáticas... tal vez usted me podría recomendar un tutor ¿Podría ser?- pregunté.

-Ana, claro, hoy justo no vino pero un alumno da clases particulares cobra pero podrías hablarlo con el- dijo y me entregó un papel.

Franco Miller- +549352806
Tutor particular

Luego le marcaría, por que obviamente voy a necesitar de su ayuda.

Fui a comprar algo para comer, vi una porción de torta de chocolate y la compré, iba mirando mi teléfono cuando choque con alguien y mi torta cayó toda en su remera blanca.

-Pero que demonios..- dijo molesto un morocho, tes blanca y con ojos claros, donde no se definían si grises o verdes.

-Oh.. lo lamento- dije y comencé a limpiar su remera pero lo empeore- oh no-

-Alejate de mi, torpe- dijo y me empujó levemente.

Okey, había sido mi culpa por no mirar al frente pero ya me había disculpado no había necesidad de hablarme así.

Desgraciadamente para mi aunque su empujón fue leve uno de sus amigos se había puesto en cuatro detrás de mi y me caí, de culo.

Fui el centro de atención y no sabía que hacer así que sólo lo mire mal.

-No te metas conmigo muñeca, no me mires así te lo mereces perra- dijo y se alejó con sus amigos riéndose.

-Ey, ven levantate- un chico castaño junto a una chica igual a el me ayudaron a levantarme.

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¿Que tal y se dan una vuelta por "A siete pasos de ti"?

Mi Tutor Es Mi Cuñado✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora