Capitulo 11: Hora del escuadrón

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A lo largo de mi vida fui una persona que le ha tocado vivir muchas vergüenzas, creo y lo puedo confirmar he pasado por las peores cosas, lo peor de todo es que siempre me ocurre a mi.

En el salón de clases siempre me equivocaba o quedaba mal y algún compañero gritaba ..." ESTA ROJA"... y chau vergüenza asegurada.

Luego en clases de educación física, no hay clase que no me pasé algo, antes de mudarme me había guinsado un dedo, me he caído por atropellada y hasta me he quedado sin aire por ser muy bruta.

Son cosas normales dentro de todo hasta caerme sin motivo ósea hacer tres pasos y porrazo asegurado.

Este último me paso hace un año o dos nose, pero fue por querer resaltar quise hacer el mejor suspendido en handball e impresionar al sexi profesor que tenía y volé. Fue una sensación horrible porque no sabes que lo ocasionó, me sigo preguntando si tal vez me patinete o corrí muy fuerte.

Pero la vergüenza de ese día no la puedo borrar, hasta quedé con una cicatriz en la rodilla, no me dolió el golpe, me dolía que la gente se riera de mi.

Ahí en ese instante comprendí lo feo que se siente porque a pesar, de que yo soy la reina de las caidas, y que nunca me afectó lo que el otro dice, me sentí mal. Creo que desde ese día no me burle de más nadie, porque esos simples actos marcan a cada persona como a mi, que cada día que lo recuerdo me río por no llorar.

Pero bueno ¿Porque hablo de esto? Simple, luego del ritual de iniciación los niños y yo fuimos a tomar unos jugos y luego a cenar. Durante la cena mi madre intento instalar una conversación conmigo pero cada vez que intente hablar eruptaba, si, así como lo leen, no podía parar, era uno tras otro.

Quede como una ordinaria frente a Tayler, quien me miraba como si fuera un bicho y esa mirada me hizo mal, mucho mal.

Raquel y los pequeños reían a carcajadas, luego de esa cena Vladímir dijo que era una regla oficial hacer una broma al iniciar y ellos me la hicieron a mi.

Compraron un polvito sin sabor el cual va dentro de la bebida y es una ola de eruptos sin interrupción, fue horrible corrieron por más de tres horas.

La verdad me enoje bastante, porque yo quería causar una buena impresión con su hermano mayor y ellos lo arruinaron, no entiendo porque me preocupa tanto.

Luego de todo ese caos decidí mandarle a Franco, ya es de noche y bueno se me había hecho costumbre verlo.

Para: Franco Miller
Qué onda, hace días no te veo, bueno no es que te busque ni nada sólo.. ¿Hacemos algo?

Creo que olvidé contarles que ya le devolví el celular, no sabía cómo hacerlo para no quedar muy obvia pero al final se lo dejé en la puerta de su casa, envuelto y todo, toque timbre y me escondi espere a que lo agarrara y cuando lo hizo me fui, ya estaba hecha mi obra.

Bueno la cuestión es que espere y espere su respuesta pero el sólo no me contestó.
Cuándo ya estaba por rendirme el celular sonó.

De Franco Miller
Es tarde pecas, otro día quizás.

Y así chicos es como una chica es rechaza por ser tan mandada.

A quien quiero engañar, el tipo solo se junta conmigo por las clases que me da ósea es obvio que en el fondo me sigue odiando sólo finge para que no deje las turorias, igual no me choca, que haga lo que quiera.

-Pff idiota, que se cree, chica tu no te rebajes- me dije mirándome en el espejo mientras peinaba mi cabello.

¿Qué? No me miren así, no soy la única que habla sola y además peina su cabello antes de dormir.

Mi Tutor Es Mi Cuñado✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora