Siempre soñé con encontrar el amor de vida, enamorarme y vivir feliz como en las historias de amor de las novelas. Desde muy pequeña anhelaba saber que se siente ser amado y amar, noches en vela tratando de tener algún indicio.
Ver los personajes tristes cuando un problema llegaba me generaba mucho miedo. Miedo al salir lastimada, miedo a un sentimiento que era más que desconocido para mí.
Hoy miro los ojos de franco y tengo las respuestas que tantas veces he buscado, con solo verlos dos segundos me basta para saberlo. Es una paz interna que con solo una palabra de esa persona puede volverse todo un caos. Ver lo difícil que había sido todo sin él, pensar que tal vez problemas mínimos no tenían solución cuando en realidad solo tenía los ojos vendados.
La tristeza es como una nube negra que nos distrae, la frustración es el obstáculo en el camino y la negatividad es la energía que no te deja avanzar. Cuando todo está bien dentro tuyo, la tristeza se hace a un lado, la frustración se transforma en ganas y la negatividad deja de amarrarte. Con Franco descubrí que aveces hay que confiar en el otro, pero también, que la fuerza la debemos sacar de nosotros mismos, sin esperar de la presencia de alguien más. El amor por uno mismo es una herramienta que te proteje en los momentos más vulnerables, te saca adelante y te gratifica.
Me encuentro de pie en el living de la casa de Juan, hoy sería el día que le pediría a mi madre que nos fuéramos de aquí.
–Ana ¿Tienes un segundo?– Raquel apareció en frente de mí.
Asentí para que sepa que podía escucharla. Me hizo una seña para que la siguiera y así lo hice, después de tanto tiempo volvía a estar en su cuarto.
–Queria pedirte una cosa– dijo cerrando la puerta detrás de ella.
–Dinero no tengo–dije para aligerar el ambiente, todo con esta chica era pura tencion.
–Sabes que no lo necesito, quiero que te alejes de Franco– se cruzó de brazos.
Parpadee varias veces tratando de ver si lo que escuchaba era lo correcto. ¿Alejarme ahora que lo estábamos intentando?
–Estas loca– me di la vuelta para irme pero ella se interpuso en mi camino.
–Espera, tú debes tener códigos conmigo, somos hermanas y el era mi novio, osea tu cuñado– justifico la pelinegra.
La verdad que el tema de que franco haya estado con ella no era algo que me caía bien, pero tampoco era algo de ahora, ya había quedado en el pasado.
–Dos cosas, nosotras no somos hermanas y nunca lo seremos, además Franco está conmigo ahora– la señale marcando mi territorio.
–Lo hace para acercarse a mi, vamos Ana, no puedes ser tan egoísta–
Parecía una broma de muy mal gustó, está chica no es más que una máquina de decir ideoteces la verdad que yo ya no tengo tiempo para cosas así.
–No jodas Raquel– la corrí de la puerta y salí.
Camine hasta la habitación de mi madre, toque la puerta dos veces para que sepa que soy yo.
–¿Si?– Juan abrió la puerta sonriente.
Ahora sé que esa sonrisa es falsa.
–Necesito hablar con mi madre a solas–dije dando una sonrisa igual a la suya.
El asintió y salió de la recamara, entre y encontré a mi madre poniéndose un apretado vestido rojo.
–¿Porque tan elegante?– pregunté sentándome en la cama mientras ella paseaba por delante de un espejo.
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Mi Tutor Es Mi Cuñado✔
Teen FictionAna Clark , una chica divertida, buena persona de muchos amigos, amante del Hamball, soñadora. Tenía la vida perfecta hasta que su madre decidió casarse nuevamente. Se mudaria, cambiaría de vida y lo peor tendría una hermanastra Raquel Green. Raqu...