Los Herederos del Zodiaco.

Capítulo 6

Eras lo más importante de mí vida, lo daría todo por ti. Hasta mí vida, espero que un día me puedas perdonar, yo no quise dejarte y mucho menos traicionarte. Pero era la única manera de mantenerte a salvo, aún eras muy joven para entender este juego de poder y espero que un día me sepas entender, que todo lo que hice fue para tú bienestar.

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Acuario

Ese golpe había dolido, no tanto como el rayo pero por lo menos no había comido tierra. Se preguntaba si la tierra de Marte no era dañina o venenosa, bueno si sobrevivirían al loco con complejo de toma-corriente lo sabrían, al quedar vivo después de todo eso.

Se levanta y mira a su alrededor, los 12 estaban esparcidos. Algunos se encontraban desmayados y otros levantándose del suelo, lo más extraño y hermoso es que estaban protegidos por una especie de burbuja tornasol. Estaba buscando al responsable de ese campo de fuerza, se sorprendió ver que era Leo. Tenía los brazos levantadas sobre sus pechos y las manos juntas, como si estuviera rezando, su mirada estaba seria. Acuario supuso que se estaba concentrado, tal vez crear doces campos de fuerza llevaba mucha energía.

El hombre que los atacó miro a Leo y le sonríe de manera desafiante para luego decirle — Te entrenaron muy bien, me sorprende que puedas hacer doce. El antiguo signo solo podía hacer unos dos y luego se desmayada con princesa en apuros.

Acuario ve que Leo no le responde, seguía serio y no bajaba en ningún momento las manos, ve como cierra los ojos y comienza a murmurar palabras.

¿Como lo podía ayudar? ¿Sus poderes podían trapasar el campo sin quitarlo? ¿Acaso esté era el fin de los signos zodiacales? ¿Por que se hacia tantas preguntas? ¿Y por que pensaba que esto era una especie de novela?

La chica sacude la cabeza, no era momentos para tantas boberías, tenía que pensar y rápido. Aire, su elemento era el aire, pero desde que llegó noto que el ambiente era muy pesado para su elemento. Hasta le costaba respirar....

Acuario sonríe y ve de nuevo la escenas, solo tenía una oportunidad y solo esperaba no terminar como Tony Stark. Acuario voltea los ojos y se regaña mentalmente, otra vez se estaba distrayendo con bobadas. Cierra los ojos  y trata de concentrarse.
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Leo

Estaba herido y sabía que tenia una costilla lastimada, solo esperaba que no estuviera rota. Ve a sus compañeros caídos y antes que reciban otro golpe, junta sus manos a la altura de su pecho, se concentran en los 12 y en la energía que emanan  de ellos, ve sus auras y comienza a rezar. Sonríe al ver que si estaba funcionado, ya podía ver los escudos creándose al rededor de ellos.

Lo otro bueno de esto, es que también los sanaba. Lo malo, es que las heridas dejaban estar en los signos pero pasaba a él, así que sí sus compañeros estaban muy graves no le quedaba mucho tiempo para seguir con el campo de protección.

— Sabes. Yo tengo todo el tiempo del mundo — expresa el enemigo con una sonrisa — Ambos sabemos que ese campo no resistirá mucho y que estarás en un estado lamentable. Se todo acerca de cada uno de ustedes y sus poderes, supuestamente deberías ser el más fuerte. Pero veo que eres el más débil, ¿por que no te rindes?

Leo no le responde, prefiere usar las pocas fuerza que le queda en salvar a sus amigos, pero las heridas de ellos ya comienza hacerle estragó a su cuerpo.

Cierra los ojos y siente el ardor en unos de sus hombros, el talón izquierdo le duele, la respiración le estaba fallado y lo peor de todo es que tosió ocasionando que saliera sangre de su boca, lo que significa heridas interna.