Géminis

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Géminis estaba a punto de hacer sopa de lagarto, si no fuera porque Libra y Acuario lo sostuvieron  de los brazos justo a tiempo. Comenzó a luchar contra sus amigas, cuando de repente una luz verde lo envolvió y el sello de los gemelos hizo su aparición bajos sus pies.

— Nos veremos después — dice el dragón con una sonrisa y guiñandole un ojo — Es que si sobrevives.

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Aterrizó en un lugar completamente diferente, no parecía el planeta desierto donde estaba hace un momento, el sitio tenía paredes altas de unos tres metros. No había ventanas y eran de una tonalidad  amarillo pastel.

Mira mejor a su alrededor y ve varios pasillos, se levantó del suelo y comienza a caminar para ver si encontraba una salida. Los caminos estaban desierto y en sí parecía un laberinto. Como odiaba estás cosas.

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Llevaba como una hora caminando y no veía nada interesante, ya se estaba aburriendo. Géminis suspira y se detiene para darse un masaje detrás del cuello, si fuera por él ya se hubiera rendido hace años. Ni siquiera quería ser el signo zodiacal de los gemelos, solo quería viajar, tomar buenas fotos y ser investigador privado. Nada complicado y nada aburrido.

En cambió ser un signo, le parecía un fastidio. Primero tenía que convivir con personas que no soportaba, segundo peleas a muerte y tercero ella era un dolor de cabeza.

Sonríe a recordarla, hace meses que no la veía y tampoco la escuchaba, por fin tenía paz. Claro que cuando ve a Leo, la chica hace cosas raras.

— Como tirarle un jarrón en la cabeza o enviarlo a otro lugar — se queja en voz alta, suspira y mira al techo.

Abre los ojos al verse reflejado, el techo de ese pasillo era un espejo. Y la reflejaba a ella, en eso ve que alguien la toma y se la lleva.

— ¡Miguel! — grita ella su nombre — ¡Ayudame bobo!

El signo de los gemelos se sienta al suelo, sentía como le faltaba el aire y comenzó a temblarle las piernas. No podía ser, ¿como era posible que ella estuviera ahí?

— Miguel ayudame — vuelve a decir ella frente a él — Estaba siendo sostenida por un hombre sombra,  literalmente era un hombre totalmente negro que no tenía cara.— No quieren que tengamos el sello.

— Yo jamás dije eso — habla una voz detrás suyo.

Géminis voltea y ve a una mujer pelirroja, ella les sonríe — Hola otra vez, signo Géminis. Mejor dicho, hola Miguel.

— Tú eres la prima que atacó a Leo en Venus — responde él y se levanta del suelo — Que buscas, ¿problemas? No es bueno buscar pelea con un Géminis.

— ¿Signo de Géminis? — se burla ella y comienza a reírse — ¿Que signo? Si están separados, tú y ella son uno mismo, pero si se la viven peleando.

— ¡Víbora! — grita la chica, era rubia de ojos lavanda, del mismo tamaño y color de piel que Miguel. Traía puesto un vestido color blanco con flores rojas y estaba descalza.

— Julietta es tú nombre — dice la Charlotte mirándola a los ojos — ¿No pudiste colocarte un nombre más original? Y por cierto, debiste ser atrapada por el signo del perro y el cerdo ese día.

La muchacha infla sus mejillas, frunce el seño y le responde — Julietta es un nombre hermoso y por lo menos Leo no me ignoró como a ti.

— ¿Como es que sigues viva? — pregunta ella.

El hombre sombra es quién le responde a su señora — Es que para matar al signo Géminis, se necesita estar los dos juntos. Separado no sirve, si uno queda vivo el otro se puede regenerar.

Los Herederos del Zodiaco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora