Los Herederos del Zodiaco.

Capítulo 14

Advertencia: Chicos y chicas, agradezco con todo mí ser que le guste la historia, pero no pidan que actualice, por favor no. Es que mí parte rebelde en vez de que quiera actualizar, va  a querer perderse por más de un mes.
Por cierto, si ven que mí historia está perdiendo sentido, por favor lo dicen! En verdad! Odio que cuando estoy leyendo una historia, está pierda sentido.
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Piscis y Escorpio

Era una casa de los espejos, había de varios tamaños y forma, cada reflejo era diferente al anterior, ya se había visto con sobre-peso, alta, enana, demasiado delgada, deforme y hasta calva. Tenían como unas tres horas caminando y no encontraban la salida de ese maquiavélico lugar. Pero así verdad, eso no era lo que más le inquietaba del lugar, lo que más le extrañaba es que desde que llegaron Piscis no ha dicho ni una sola palabra.

— Hay miles de espejo, la persona que decoró esto en verdad adora ver su reflejo — dice Escorpio a su amigo para ver si de ese modo hablaba. Suspira aprieta sus puños para tomar valor y lo  encara — ¿Que te pasa? Desde que llegamos no has dicho ni una sola palabra, como si el gato te hubiera comido la lengua.

Piscis la mira como si apenas se hubiera dado cuenta de su presencia — Lo siento Escor, es que no me siento bien. Eso todo, sigamos.

La chica lo mira raro, algo ocultaba y ella iba averiguar que era, no podía ser nada y tener la cara de como si hubiera recibido la peor noticia de su vida.

— No me digas que te dan miedo los espejos — camina rápido para alcanzar su paso — ¿Sabias que los espejos son de elemento agua? Así que si te da miedo unos simples espejo, es que te dan miedo tus poderes.

Ve como Piscis se detiene, mentalmente celebra su victoria que al decir verdad no duro mucho ya que cuando le tomo de las manos salió una pregunta que nunca se imaginó de él — Escorpio tengamos sexo salvaje y después hagamos como si nada pasó, después de todo estás acostumbrada de que te usen.

Su única reacción fue darle una bofetada que le volteo la cara y que a ella le dejo doliendo la mano, dio la media vuelta y salió corriendo de ese lugar, no quería volver a verlo y además que ya estaban perdido, que importaba si se perdía aún más, con tal de no volverlo a ver.

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Fue un imbécil lo reconocía, pago su rabia con ella. Escorpio no tenía la culpa de nada y menos lo que le pasó hace tres años. Aún recuerda sus días encerrado en ese espejo, sin salida y siendo obligado a mirar como su reflejo le hacía la vida miserable a su familia.

Si no fuera por Leo y Sagitario que se dieron cuenta de todo, aun seguiría encerrado en esa prisión de cristal, odiaba los espejos y lo peor es que en este momento estaba rodeado por varios de ellos.

Mira su reflejo en uno de los espejos, su cabello castaño estaba más largo de lo acostumbrado, ya le tocaba un corte de cabello, sus ojos negros tan profundo como la noche y su piel tan blanca como la luna, se ríe de sí mismo cada día era un caso perdido.

— Vamos Piscis piensa — se dice así mismo mientras que se sienta en el suelo — ¿Que haría los protagonistas de tus animes? Hacerse el idiota y decir: Es por tú bien todo lo que hago, después me lo agradecerá.

Grita mientras que golpea el suelo con sus manos, Escorpio lo que le puede hacer con esa repuesta es castrarlo y con un cuchillo oxidado.

No tiene más opción que buscarla y pedirles disculpa por sus palabras, solo esperaba que lo perdonará. Ya que sabía por cierto león, que las palabras duelen más que una acción.

Cierra sus ojos y una vez más toca el suelo, pero esta vez con la yemas de sus dedos, para poder localizar a su amiga de cabellos azulados, logra dar con ella. No estaba muy lejos, el único problema es que no estaba sola.